lunes, abril 21, 2003

Cazador de nazis

Este domingo aparece en la prensa mundial el asnuncio del retiro de Simon Wiesenthal. legendario cazador de criminales de guerra que durante 50 años se dedicó a localizar a ex oficiales nazis de alto rango para llevarlos ante la justicia. Él fue uno de los protagonistas de los tristemente célebres juicios de Nuremberg y aparece como personaje en la película Los niños del Brasil, interpretado por Omar Shariff, me parece, con un magistral Gregory Peck de Josef Mengele.

Sobreviviente de nada menos que trece campos de concentración, Wiesenthal cierra su despacho sito en la ciudad de Viena debido a que, como él mismo declara, ya no queda nadie a quien perseguir. Recuérdese que entre otros en 1960 Wiesenthal ayudó a capturar a Adolf Eichmann.

El ahora nonagenario don Simon lamenta tener que dar el cerrojazo justo ahora en que ha desarrollado una infraestructura que le permitiría dar con los sujetos de su búsqueda con mayor facilidad y recursos. Pero, como dice el propio Wiesenthal: "Sobreviví a la mayoría de la gente que he buscado por cincuenta años. Todos están muertos. Ya no hay a nadie a quien cazar."

Ahora se dedicará a aumentar su colección de estampillas.

Así, los nazis originales pasan oficialmente a engrosar las filas de las especies extintas. Al menos a ésta no la extrañará ecosistema alguno.

Poco conocida es la historia no oficial que cuenta que un muy joven Henry Kissinger (¡Premio Nobel de la paz!) fue enviado a pactar con las élites nazis, ofreciendo protección a cambio de información científica-estratégica. Es la única explicación satisfactoria al hecho de que el doctor Mengele, un hombre torcido entre los perversos, haya muerto de viejo en Argentina, tras treinta años de atender personalmente una clínica ginecológica (!!) en Buenos Aires.

Encuentro especialmente conmovedor lo que contesta Wiesenthal al preguntársele sobre su elección de tan extraño ofcio, que muchos confundirían con la obsesión: "Cuando nos encontremos en el otro mundo y nos veamos con los miles de judíos que murieron en los campos (de concentración), seguramente nos preguntarán qué hicimos en vida. Unos responderán me volví joyero, otros dirán que se volvieron constructores, otros vendedores de cigarrillos. Cuando me pregunten a mí ¿sabes qué les diré?: yo me dediqué a no olvidarlos".

Fight fire with fire
Ha vuelto a ponerse sobre la mesa de los legisladores el tema del derecho a la posesión de armas. La bancada perredista se inclina a aprobar hasta dos armas por cada domicilio. Martí Batres ha reaccionado en contra de ello, diciendo que la solución a la violencia no está en armar a la ciudadanía (ese Batres y el panista Federico Döring —que iba en mi salón en la prepa— no pierden oportunidad de bañarse con la luz de los reflectores cada que pueden; algo querrán).

Así que hay que apagar el fuego con gasolina (y pólvora). En lugar de reforzar la seguridad.

Preguntas al azar
¿Qué onda con los más de 500 aviadores de la Secretaría de salud del D.F.?
¿Y con la suicida más famosa de México, Digna Ochoa?
¿Y con Carlora Robins...?
Bueno, creo que lo voy a dejar por la paz, qué caso tiene preguntar cosas que no me van a contestar.


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