jueves, diciembre 28, 2006

Es esa sensación. Justo coincide con el frío. Como en las películas. Curioso, en el hemisferio sur coincidirá con el calor. El caso es que todos los finales de año me llega esa sensación. De que esto se acabó, de que se cerró un ciclo, de que los bueno o malo, mucho o poco que pude hacer en el año ya está hecho, que es inamovible (como la imagen del hielo de Minkovicz, me parece que era, del tiempo como un volumen de agua que se v congelando, con el pasado paralizado del lado sólido, el futuro aún líquido y el presente, fugaz, en la línea de congelamiento).

Se fue 2006. Con sus elecciones turbias, sus campañas poselectorales, sus disturbios en Oaxaca, sus presidentes legítimos y espurios, sus crisis de gobernabilidad. Se fue.

Como se fueron también esos pequéños instantes que construyen nuestra cotidianidad. Adiós.

Nos tocó despedir al siglo XX. Ahora la primera década del XXI se nos va como arena entre los dedos, sin que apenas nos demos cuenta. Cuando parpadeemos, será el 2010, en año en que haremos contacto (perdón, chiste geek).

Estos días, entre el 24 y el 31, siempre han tenido algo de fantasmal para mí. No, no soy de los grinchs que odian la navidad, al contrario, me gusta mucho. Es sólo que con el tiempo, el año nuevo me gusta más.

Después de todo, como el título de aquel libro de Andrew Vachs, es Another Chance to Get It Right.

Una oportunidad para hacer más ejercicio, para pintar más, para escribir más, para dibujar más. Para ser más feliz.

El hecho de que a principios de febrero abandonemos nuestros propósitos es un mero detalle.

Feliz año nuevo a todos. Que se vienen tiempos difíciles, y es mejor enfrentarlos con esperanza...

(Me desaparezco unos días, nos vemos en enero).

jueves, diciembre 07, 2006

Librerías
Con la lucidez demoledora que le caracteriza, Gabriel Zaid publicó un artículo sobre la inminente desaparición de las librerías en nuestro país.

Cuando era niño estudié con Fabrizio López Gallo, hijo de uno de los dueños de las librerías del Sótano, de la del centro, si no mal recuerdo. Una vez, ya en la prepa, me dijo que en México leen tres pelados, pero que ellos sostienen a la industria editorial completa.

El caso es que un poco abrumado, he decidido visitar más librerías más seguido. Por ello, el pasado domingo me lancé con mi amiga Karen Chacek a buscar Libros, Libros, Libros, el secreto mejor guardado de las Lomas, una librería en inglés (volveré sobre ella en otro post, yo compraba cómics ahí hace quince años, cuando iba a la Universidad, y ahora Pilar Armida, una de mis editoras en Ediciones Castillo me recordó de su existencia).

Desgraciadamente, la librería estaba cerrada, por lo que fuimos a Gandhi de Palmas. Sólo a curiosear.

Estábamos viendo la mesa de novedades cuando una señora joven llegó a preguntarle al encargado si tenían libros de terror para niños. Iba acompañada de su hijo.

Sólo de verlo, supe que el niño era uno de los nuestros.

El dependiente no tenía idea. Le ofreció un librito de Horacio Quiroga. Y una antología de cuentos góticos.

--¿Me meteré?-- le pregunté a Karen. Me daba pena ir de metiche.

--Hazlo.

Fui con ellos. Pedí disculpas por acercarme, pero les dije que pensaba que podía ayudarlos.

--Es que mi hijo quiere un libro de terror. Pero sólo tiene diez años.

--¿Como qué te gustaría leer?-- pregunté.

--Algo de terror. Como las películas japonesas.

--Mmm. Quizá te gustaría Edgar Allan Poe. A lo mejor el lenguaje es un poco elevado, pero si compras una edición juvenil...

--No quiero juvenil.

--Ese le iba a recomendar yo-- dijo el dependiente.

--Imagínate-- le dije al niño-- una de las historias es sobre el asesinato de dos mujeres en París...

--No me gustan los asesinatos.

Se trataba de un tipo duro.

--Mmm. ¿Qué tal los vampiros?

--Tampoco.

La madre se sentía incómoda. "Sólo tiene diez años", repetía.

--Tener un niño lector es un tesoro-- le dije-- . Te voy a recomendar entonces a Lovecraft. O a Stephen King.

Le apuntamos algunos nombres en un papel: Poe, Lovecraft, King, Laymon, Ahora que lo pienso, no le apunté a Clive Barker.

--Muchas gracias-- dijo la mamá--, vamos a ver si encontramos algo de ellos.

Se fueron. Seguimos viendo libros. Al poco rato vimos que se iban, no habían encontrado nada.

A diferencia de la sucursal de Coyoacán, Gandhi de Palmas es muy pequeña, tiene una sola sección de literatura universal (no hay separación por géneros), así que corrí a la K y a la L. Di con varios tabiques de King, que me parecieron muy largos para su edad, pero también con dos libritos de los mitos de Cthulhu ( Chuctulú, solía decirles yo a la edad de ese niño) y se los llevé.

--Toma, creo que esto te puede gustar.

La mamá no sabía si agradecérmelo.

--Tienes un niño muy especial-- le dije-- no tengas miedo.

--Es que... sólo tiene diez años.

Salí de ahí con Karen antes de ver si al final los papás le compraron los libros al chico. Pero había sido un momento bonito.

Siempre he pensado que si te dan el libro correcto en el momento oportuno, te vas a enganchar en la lectura. Espero haberle dado el empujón correcto a este amiguito.

Lo cierto es que el chaval promete, promete...

Sobre Pinochet
No se murió, se lo cargó la chingada...

miércoles, noviembre 29, 2006



Escritura creativa, al incomparable estilacho de Kurt Vonnegut

Gracias a la generosidad de mi tocayo, Bernardo Jáuregui, hace poco pude hacerme de varios libros que había buscado sin mucho éxito.

(Entre paréntesis, ¿alguien sabe dónde hay una buena librería en inglés en la ciudad de México? No los Sanborn's, que sólo tienen best-sellers o las American Book Store, que manejan casi puro libro de texto.)

El caso es que entre otras cosas, Bernardo me mandó desde El Paso una edición en inglés de Vineland, de Thomas Pynchon, que nunca he podido acabar de leer en español (por la horrible traducción de Tusquets), dos novelas de Steven Millhauser y...

(Fanfarrias)

Bagombo Snuff Box, antología de cuentos de Kurt Vonnegut.

(Quien es, creo que ya lo he dicho, mi escritor favorito).

El libro compila sus cuentos publicados en el extinto circuito de revistas gringas que solía publicar narrativa breve. El propio autor cuenta que en su juventud, en benditos tiempos previos a la televisión, había toneladas de material impreso que era consumido por las grandes masas (este mismo fue el pináculo de la industria de los cómics y de las revistas pulp).

Un escritor tenía todo un gigantesco mercado al cual vender su material y vivir, literalmente, del cuento.

Hoy en día, ese ecosistema editorial ha desaparecido.

Los cuentos recopilados en el libro son aquéllos que K.V. vendió para mantener a su familia en los inicios de su carrera. Él mismo dice no estar muy orgulloso de ellos (los que realmente le gustaban se compilaron desde hace años en un libro llamado Wellcome to the Monkey House).

Como quien dice, se trata de un libro para clavados de don Kurt. Sin embargo, en su prólogo, el autor nos regala, sintético como siempre, lo que el llama Creative Writing 101 o lo que es lo mismo, un curso intensivo de narrativa.

Con perdón de los derechos de autor correspondientes, se los comparto a continuación:

1. Use the time of a total stranger in such a way that he or she will not feel the time was wasted.

2. Give the reader at least one character he or she can root for.

3. Every character should want something, even if it is only a glass of water.

4. Every sentence must do one of two things: reveal character or advance the action.

5. Start as close to the end as possible.

6. Be a sadist. No matter sweet and innocent your leading characters, make awful things happen to them?in order that the reader may see what they are made of.

7. Write to please just one person. If you open a window and make love to the world, so to speak, your story will get pneumonia.

8. Give your readers as much information as possible as soon as possible. To heck with suspense. Readers should have such complete understanding of what is going on, where and why, that they could finish the story themselves, should cockroaches eat the last few pages.

The greatest American short story writer of my generation was Flannery O'Connor (1925-1964). She broke practically every one of my rules but the first. Great writers tend to do that.


Con la correspondiente traducción simultánea:

1. Utiliza el tiempo de un perfecto desconocido de manera que ella o él no sienta que lo desperdició.

2. Dale al lector al menos un personaje con el que se pueda identificar.

3. Todo personaje debe desear algo, aunque sea un vaso de agua.

4. Cada oración debe hacer una de dos cosas: revelar al personaje o avanzar en la acción.

5. Inicia tan cerca del final como sea posible.

6. Sé sádico. No importa cuán dulces e inocentes sean tus protagonistas, haz que les pasen cosas horrendas para que el lector pueda ver de qué están hechos.

7. Escribe para complacer a una sola persona. Si abres la ventana y le haces el amor al mundo, por así decirlo, a tu historia le dará pulmonía.

8. Dale a tus lectores toda la información que sea posible lo más pronto que se pueda. Al diablo con el suspenso. Los lectores deberían tener completa comprensión de lo que está sucediendo, dónde y por qué, para que puedan acabar la historia ellos mismo en caso de que las cucarachas se coman las últimas páginas.

La más grande cuentista norteamericana de mi generación fue Flannery O'Connor (1925-1964). Ella rompió prácticamente cada una de mis reglas excepto la primera. Los grandes escritores tienden a hacer eso.


Oh, boy.

Se los dejo para iniciar la semana.

Por cierto, el último libro de Kurt Vonnegut, Un hombre sin patria, acaba de ser publicado y distribuido en México por Grupo Editorial Planeta. No tiene desperdicio.

Cuatro palabras sobre la FIL de Guadalajara

Mucha gente. ¿Leerán todos?

lunes, noviembre 27, 2006

Dos caras de una misma moneda

Dos famosos mexicanos murieron recientemente. Llevaron vidas paralelas, aunque probablemente el más famoso de los dos ni siquiera escuchó hablar del otro...

Jesús Blancornelas fue un periodista enfrentado a la mafia del narcotráfico y la corrupción gubernamental en Tijuana.

Durante cincuenta años circuló por la redacción de varios periódicos, no todos ellos dispuestos a tener entre su equipo una pluma tan incendiaria. La suya fue una vida digna de novela de Luis Spota.

Siempre es difícil hablar de periodismo "limpio". La cercanía con el poder, lo hemos atestiguado, es como el canto de las sirenas. Muy pocos lo resisten.

Lo cierto es que sufrió constantes amenazas y represiones. Incluso un atentado, hace casi diez años, del que no pudo reponerse del todo.

Desde el semanario Zeta, fundado en 1980, junto a Héctor "El Gato" Félix, Blancornelas arriesgó constantemente el pellejo. El propio Gato Félix fue asesinado por un guarura del señor Jorge Hank Rohn (ahora presidente municipal de Tijuas) y el editor del semanario, Francisco Javier Ortiz Franco fue muerto a tiros en 2004 frente a sus dos hijos pequeños.

Desde el atentado, Blancornelas vivió una vida de semi reclusión, escoltado por ocho elementos del ejército asignados para su protección por el presidente Ernesto Zedillo.

Dejó de aparecer en público, de ir al cine. Hombre muy creyente (algún defecto debía tener), le eran oficiadas misas privadas en su casa.

Viviendo como Salman Rushdie, pues.

Sus artículos parecían escritos con una navaja, siempre agudo, simpre conciso.

No se lo llevaron las balas, dicen con orgullo sus colaboradores. Una pleuresía, lesión pulmonar crónica que le acompañó durante muchos años, acabó con su vida el pasado jueves 23 de noviembre.

En tiempos tan escasos de héroes como éstos, quiero pensar que nos hacen falta más periodistas valientes como Jesús Blancornelas, quien tuvo la valentía para siempre vivir en el filo de la navaja.

(Sólo espero que no haya tenido una doble vida, que por la espalda haya sido un mafioso como se dice que era Manuel Buendía, quien de acuerdo a las malas lenguas, cobraba más por lo que no publicaba que por lo que publicaba. En fin, descanse en paz...)

Raúl Velasco, por el otro lado, fue justo todo lo contrario. "Periodista" (de los que escriben cajón con gé, diría mi abuelo) de espectáculos devenido en conductor televisivo de lo que sin duda ha sido uno de los grandes instrumentos de control mediáticos de masas en nuestro país.

Durante casi 30 años, Velasco dirigió el programa de espectáculos "Siempre en domingo", que durante toda la tarde de ese día ofrendaba a los espectadores entretenimiento musical y variedades de pobrísimo contenido y cuestionable calidad.

Ahora que está muerto, los periodistas de la fuente lo han ensalzado como un comunicador visionario, pionero de la televisión mexicana. Me parece que en realidad se trataba de un sujeto antipático, que evidenciaba un pobrísimo vocabulario y además promovía intépretes musicales y cómicos de notable mediocridad que, a fuerza de ser expuestos en los medios, acabaron posicionándose en el gusto de lo que el propio Velasco llamaba (¿con ironía?) la gran familia mexicana.

Y si hemos de juzgarle por su gusto musical, la historia difícilmente lo absolverá. Véase una lista parcial de los "valores artísticos" promovidos en su show: Timbiriche, Luis Miguel, Julio Iglesias, Daniela Romo, Vicente Fernández, Lupita D'Alessio, Emmanuel, Yuri y demás distinguida fauna mediática.

Mi antipatía por la televisión se debe en gran medida a este sujeto, quien además enarbolaba los valores más reaccionarios (le recuerdo, por ejemplo, promoviendo el culto guadalupano o ensalzando a algún corrupto gobernador de Guerrero por los logros de su administración). Se dice era su decisión quien "la hacía" y quien no.

Lo peor del asunto es que su salida de los medios no marcó ningún cambio en los contenidos de éstos. Al contrario, nuestra televisión de espectáculos para las grandes masas ha ido empeorando.

Este hombre, muerto a los 73 años, fue un esbirro lela del sistema, de esta tibia dictadura que padecimos durante setenta años y que aún ahora no logramos sacudirnos. Fue uno de los muchísimos responsables de mantenernos estupidizados frente a la caja idiota.

No me alegra la muerte de nadie, pero como dijo Rogelio Villarreal de Octavio Paz, no lamento su pérdida...

miércoles, noviembre 22, 2006

Notas breves

Kramer Goes Berserk
El comediante norteamericano Michael Richards, recordado por los fans de la serie Seinfeld por interpretar a Cosmo Kramer, tuvo un violento ataque de furia durante una función en un centro nocturno de Los Angeles en pasado viernes.

Aparentemente, un grupo de negros (¿es correcto llamarlos así o debo decir "afroamericanos?) estuvo molestándolo durante su show hasta que Richards comenzó a insultarlos, llamándolos niggers. Resulta que la tal palabra es el insulto más grande que puede decir un blanco (en este caso, judío) a un afro.

Para desgracia de Richards, algún héroe de ocasión decidió tomarle video con un celular, por lo que en unas horas el incidente se había ventilado en el sitio amarillista www.tmz.com, algo así como una versión gringa y con recursos de "ventaneando".

El asunto ha levantado fuertes ámpulas en Estados Unidos. Richards apareció vía satélite en el programa de David Letterman durante una entrevista a su ex compañero Jerry Seinfeld pidiendo disculpas. Gente del público comenzó a reirse, provocando la furia de Seinfeld.

En un país con tan fuerte tensión quizá signifique que la carrera de Richards esté terminada. No me extrañaría que hubiera grupos que boicotearan la compra de los DVDs de Seinfeld. Que Richards no volviera a trabajar en ningún lado.

No puedo dejar de preguntarme, ¿y si un comediante de los nuestros, Polo Polo o Jorge Falcón, se enfureciera contra alguien del público y lo llamara "pinche indio", nos causaría tanto escozor?

Babel
Pareciera que en México no se le perdona el éxito a nadie. Que hablamos de pura envidia. Pero si un director de cine hace una mala película, ¿hay que soslayarlo porque es mexicano?

No tuve tiempo de comentarlo, pero El laberinto del Fauno me pareció una de las mejores películas que he visto nunca, Guillermo del Toro se encuentra en plena fase de madurez creativa, con una refinada estética que combinada con un guión soberbio (que tanto le debe a su amado Hitchcock) da por resultado una cinta destinada a convertirse en un clásico, dentro y fuera del género fantástico.

Pero Babel...

No abundaré en las incosistencias del guión, como ya hicieron mis amigos Ira y Real de lo virtual. Baste decir que el juntar tres historias guangas no va necesariamente a producir una cinta consistente. Si bien el oficio narrativo de González Iñárritu es innegable, me parece que comienza a sentirse una decadencia en su recurso. ¿Será producto del desgaste de su relación creativa con Arriaga Jordán, su guionista de cabecera?

OK, no puedo resistirlo, aquí van algunos cabos sueltos del guión. Atención, si no la han visto aquí van varios spoilers:

En un país donde --de acuerdo a lo planteado-- no hay médicos ni ambulancias, ¿la policía es tan eficiente como para resolver un crimen cometido en medio del desierto en apenas unas horas?

¿Es posible que habiendo dos amigas sordomudas, la que ligue sea la fea que habla como tonta, y no la bonita silenciosa?

¿Alguien puede burlar a la Border Patrol en una carcacha que se cae a pedazos?

Pero además, siendo Marruecos una nación que vive del turismo, ¿es creíble que no haya servicios médicos en un corredor turísitico?

Con la estrecha relación que los cazadores establecen con sus armas, ¿es creíble que alguien le regale un rifle Winchester de novecientos dólares a un guía?

Ah, en fin... Podría seguir durante horas. Lo siento, no me gustó la película. Quizá tenga algo que no logro ver.

FIL Guadalajara
Estaré junto con Paco Haghenbeck firmando ejemplares de nuestros libros en el stand de Planeta el sábado 2 de diciembre. Apenas tenga los datos concretos los publico por acá.

martes, noviembre 14, 2006

Algunas postales (2)

Hispacón 2006
Sé que es un poco tarde para hacer una reseña sobre la Hispacón, asunto que ha sido ampliamente comentado en los blogs de los colegas españoles. Justificando un poco la tardanza, quisiera aportar una visión externa, de invitado extranjero.

Este año asistí para presentar mi novela, Gel azul dentro de las actividades de la convención anual de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT).

El asunto es que la convención originalmente iba a celebrarse en Córdoba, Andalucía, y faltando mes y medio los responsables se rajaron, dejando a la mesa directiva de la Asociación metidos en un problemón.

Haciendo gala de un gran amor y profesionalismo altruista (nadie cobró un centavo por ello) la mesa directiva se metió a organizar una convención emergente en el pueblo de Dos Hermanas, en las cercanías de Sevilla.

Por supuesto, todos temían por los resultados. Entre otros, Víctor y Gabriella, presidente y secretaria respectivamente de la AEFCFT.

Afortunadamente, con la colaboración desinteresada de todos los involucrados, el evento salió mejor de lo que esperaban. Asistimos varios autores extranjeros, entre los que se incluían los ingleses Ian Watson y Richard Morgan, el ruso Kiril Yeskov, el portugués Joao Barreiros y yo.

No quiero profundizar mucho en las actividades. Como es de esperarse, son pláticas de total friquismo que fascinan a los nerds como yo pero que pueden aburrir a la gente normal de allá afuera. Lo que quiero destacar es la envidia que me provoca lo organizado del fandom español.

A pesar de haber sido una convención pequeña, me sorprende la gran cantidad de títulos del género que se publican DE AUTORES LOCALES. Hay al menos media docena de editoriales especializadas en la CF, todas ellas con espacio para autores locales y con ediciones profesionales, distribuidas en los circuitos comerciales y conseguibles en cualquier Corte Inglés (cadena omnipresente de tiendas que son una cruza entre nuestros Sanborn's y Liverpool, a la sazón el mayor vendedor de libros en España).

No pude sino recordar con nostalgia nuestras antiguas convenciones en Tlaxcala, y aquellas que no asistí en Nuevo Laredo y Monterrey, sin dejar de ver las distancias que hay entre el primer y el tercer mundo.

Durante el evento, volví a encontrarme con viejos conocidos como Rafa Marín, Edu Vaquerizo, Santiago Eximeno, Rodolfo Martínez, entre otros y conocí a nuevos amigos como el gran Alfonso Merelo y Juaki Revuelta, este último un tipazo al que adoré de inmediato. Seguro olvido a más de uno, les pido perdón de antemano.

Nuestro fin de semana en Dos Hermanas transcurre en medio de la vorágine de la convención. Mi presentación transcurre con suavidad, siento que hay buena recepción para la novela (más de lo que había hace 6 años cuando fui con Pepe Rojo a la Asturcon). Por la noche del sábado vamos a la cena de gala donde se hace entrega de los premios Ignotus, uno de los cuales va a manos de la gran Gabriella Campbell por mejor obra poética, otro para Alfonso Merelo por mejor ensayo y uno más para el libro Idios Kosmos: Claves para Philip K. Dick, de Palbo Cappana, publicado por Raúl Gonzálvez, editor de Grupo Ajec --quien por cierto tiene un catálogo al que vale la pena echar un ojo.

El domingo, exhaustos volvemos con los chicos a Granada, de donde Rebeca y yo tomamos un vuelo al día siguiente que nos lleva de vuelta a Madrid, en la última fase del viaje, donde mi amiga Sumi nos recibe junto con Fausto, Giovanni y demás roomies durante dos noches.

Finalmente volvemos a México, exhaustos y felices.

Uf. Y ahora, a trabajar, que ya fueron muchas vacaciones...

lunes, noviembre 13, 2006


En la foto, Rebeca y un colado, con el Sena al fondo.

Algunas postales de viaje (1)

Muchas gracias desde aquí a todos los amigos que nos dieron asilo durante este viaje a Rebeca y a mí, en Barcelona a Cinthya y Flavio, en Madrid a Vicente y Bea y a Sumi y Fausto, en París a la princesa Maud y a Luis, así como a mi compa Améziane, y en Granada y Dos Hermanas a Gabriella y Víctor . Sin ustedes no habríamos podido viajar tanto. Los queremos.

Barcelona
En Barcelona, generosos como siempre, Cinthya y Flavio nos reciben en su apartamento, donde también le han dado refugio temporal a Marco Sandoval, amigo de Cinthya de tiempos de la escuela, con el que hacemos buenas migas de inmediato.

Estamos aquí para asistir a la boda de mi prima Elena, que vive en Barcelona hace algunos años y ahora se casa con Marco, su novio italiano. Josefina, madre de Elena y hermana menor de mi papá también vive aquí. Habemos representantes de las cuatro ramificaciones de la familia de mi papá.

Mientras, Rebeca y yo aprovechamos para chancletear esta ciudad, hermosa e inagotable. Es inevitable visitar los edificios de Gaudí y el Parque Güell, caminaro por el barrio gótico y la rambla.

La boda transcurre espléndidamente, re-descubro a mis tres tías, ahora con ojos de adulto y encuentro tres personas magníficas (si bien no podían ser más diferentes entre sí). En la fiesta, habemos mexicanos, italianos, catalanes, un mariachi multinacional y hasta un gringo que pasaba por ahí. Sólo nos faltó un invitado de honor. Pero sabemos que estuvo ahí.

Me sorprende ver que la obra de Sagrada Familia efectivamente ha avanzado un poco. Y que ahora se ven más carteles y señalizaciones en catalán que hace seis años, cuando anduve por acá.

Aprovecho para tomarme un café con mi amigo Juanma Santiago, quien hasta hace poco era editor de la revista Gigamesh y que me ha escrito un generoso prólogo para Gel Azul. Nos conocimos en Gijón en el 2000 y, como dice él, hemos crecido juntos. Un tipo magnífico.

Y no me queda duda, la catedral de la Sagrada Familia, mezcla imposible de un pastel de XV años con el casco de Darth Vader que resulta sorprendentemente hermosa, es uno de mis edificios favoritos del planeta.

La última noche coincidimos con Eric Nava, del Taller de gráfica del Museo Felguérez, quien viaja con su novia y su cuñada. Todos (Flavio, Cinthya, Marco, Eric y sus acompañantes, Rebeca y yo) vamos a cenar a un restaurante a todo trapo.

Madrid
Nos recibe en el aeropuerto mi amigo Vicente Vargas, al que conozco desde que somos niños (su amistad es de lo poco bueno que me dejaron las escuelas maristas). Pasamos unos días con él y Bea, su linda esposa, en su departamento del barrio de Moratalaz.

Madrid no me gusta. Mi abuelo decía que era una ciudad de la que te enamorabas apenas la pisabas (quizá por ello la visitó más de 20 veces), pero a mí no me entusiasma tanto. A cambio de ello, me gusta mucho su gente.

Visitamos el Parque del Retiro (aunque nunca di con la estatua del Ángel Caido) y el Museo Thyssen-Bornemisza. El Prado lo dejamos para otra ocasión y preferimos el Reina Sofía, donde además de sentirnos orgullosos de ver un Diego Rivera, el Guernica nos deja mudos. No había podido verlo las otras dos ocasiones que estuve en Madrid.

Sumi Matsumoto, amiga mía desde la universidad, nos invita a comer un día. Comparte un departamento con varios amigos y se ofrecen a recibirnos cuando volvamos de Granada, pues para entonces Vicente estará en México. Aceptamos gustosos.

París
Luis Pérez, bautizado en Gijón "El Tiburón" por Juanito Hernández Luna, nos recibe en el aeropuerto Charles De Gaulle. Nos quedamos con él y su esposa, Maud, durante varios días en su céntrico departamento, apenas a dos cuadras de Notre Dame.

La primera noche coincide con una cena con José Manuel Fajardo y su esposa. Luis cocina estupendamente y durante estos días nos sorprenderá todo el tiempo con platillo magníficos.

Nacido en El Salvador pero criado en Estados Unidos, Luis es Doctor en el letras por la universidad de Princeton, es uno de los especialistas más respetados en literatura cubana y ahora el amor lo ha traido hasta la Sorbona, al lado de su amada Maud, quien también es académica, especialista en arte medieval. Conocí a Luis en Gijón en el verano e hicimos amistad de inmediato. De tiburón no tiene nada, al contrario, nos recibe como marqueses y durante nuestra estancia nos mima y consiente como no merecemos.

París debe ser sin duda la ciudad más hermosa de Europa, el caminarla es un deleite.

El sábado, por invitación de Luis, participo en unas jornadas académicas en la Sorbona sobre literatura y violencia. El encuentro reúne a varios académicos y escritores latinoamericanos. Yo hablo sobre la tradición "sicaresca" en México, tomando como ejemplos tres novelas de tres generaciones diferentes, El complot mongol de Rafael Bernal, Un asesino solitario de Elmer Mendoza y, ejem, Tiempo de alacranes, en las que los asesinos toman la palabra en primera persona para hablar de su entorno inmediato, la primera transcurrida en pleno régimen revolucionario, la segunda durante el derrumbe del priísmo y la tercera en los primeros años del nuevo régimen. Me va muy bien.

Campechaneo la turisteada con un par de visitas de negocios, visito a mi presunto agente en Europa, Alexandre Civico de la agencia literaria de Lora Fontain, quien es nada menos que la esposa de Gilbert Shelton, el autor de los Freak Brothers, y también representa a Robert Crumb y Alan Moore. Pero no serán mis agentes hasta que no se logre colocar la traducción de alguno de mis libros.

También tomo una copa con Judith Vernant y Marc Fernández, que acaban de iniciar una editorial especializada en policiaco y que tienen interés en publicar mi novela. Ojalá.

Y finalmente con Odile Boutry, traductora especializada en cómics que buscará un editor para mis monos.

La última noche la pasamos en el loft de Améziane, mi colega monero que está adaptando la novela "Cuatro Manos" de Taibo al cómic, quien nos cede su espacio y se va a dormir con su novia Sybille (un gran sacrificio).

Dejamos París encantados con tantos amigos nuevos y viejos. La nota discordante es que por estar pajareando, perdemos el vuelo de regreso a Madrid. Por ser comprado con una línea de bajo costo, no hay manera de que nos lo repongan y tengo que comprar de emergencia unos boletos de 600 euros que dan al traste con nuestro presupuesto. Ni modo, tendremos que pasar el resto del viaje bastante restringidos y sin poder comprar regalos. Chale.

Granada
Tras una noche en Madrid, volamos a Granada donde nos reciben mis editores, Gabriella Campbell y Víctor Miguel Gallardo. Resultan ser una pareja magnífica con quienes hacemos amistad de inmediato como si nos conociéramos de muchos años. Rebeca y yo aprovechamos para pasear por las calles de Granada durante el jueves para salir todos juntos, junto con la magnífica Mamen, amiga de ellos. Tras ciertas dificultades técnicas con su auto, rentamos una camioneta (furgoneta, en buen castizo) y enfilamos hacia Dos hermanas, a la Hispacón, de la cual me encargaré en el siguiente post, pues me parece que vale la pena dedicarle un post entero.

lunes, noviembre 06, 2006



De vuelta

Esto ha sido la locura. Tres semanas viajando con Rebeca, yendo de la boda de mi prima Elena a la presentación de mi nueva novela en la Hispacón de Dos Hermanas. En el ínter, hemos sido recibidos generosamente por varios amigos en Barcelona, Madrid, París, Granada y de nuevo Madrí. Una vorágine que me ha mantenido lejos del blog. Ahora que lo pienso, no me había tomado unas vacaciones desde que estuve en Canadá en el 2001.

Me hacía falta.

Recién desempacado del avión, y con jet lag aún, les dejo esta foto con Rebeca, frente a la librería Negra y Criminal de Barcelona, propiedad de Paco y Montse Camarasa. Ya abundaré sobre los detalles en el próximo post. Saludos.

lunes, octubre 09, 2006

Dos palabras: Gel Azul



Si todo sale bien y la imprenta en España no tiene retrasos, el próximo sábado 4 de noviembre, en el marco de la Hispacón, convención nacional de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT) que se llevará a cabo en un lugar con el pintoresco nombre de Dos Hermanas, cerca de Sevilla, se presentará mi libro Gel Azul.

El volumen, publicado dentro de la colección Vórtice de Ediciones El Parnaso, incluye dos novelas cortas, la que da título al libro, finalista del premio Vid de novela del género en 2002 y El estruendo del silencio, que ganó una mención honorífica en el premio UPC de novela corta en 2004.

Por lo pronto sólo se distribuirá en España, pero me parece que se puede pedir en la página de la editorial. Lo cierto es que soy uno de los invitados internacionales de la Hispacón, junto con mi admirado Ian Watson, entre otros, así que presentaré el libro en la convención junto a mis editores, Gabriella Campbell y Víctor Manuel Gallardo.

El libro cuenta con dos generosas colaboraciones de amigos, fue prologado por Juanma Santiago y su portada fue ilustrada magistralmente por Bachan, el magnífico. Muchas gracias, carnales.

Por supuesto, salto de felicidad. Se los quería compartir.

martes, octubre 03, 2006

De volón pimpón

Contesto rápidamente el cuestionario que me envío mi médico de confianza, el Doctor Neón. Utilizo puros títulos de canciones de los Pixies:

¿Eres hombre o mujer?:

Here Comes Your Man

Descríbete:

The Sad Punk

¿Qué sienten las personas cerca de ti?:

Oh My Golly!

¿Cómo te sientes?:

Gigantic

¿Cómo describiría su anterior relación sentimental?:

Wave of Mutilation

Describe tu actual relación con tu novio/a o pretendiente:

La La Love You

¿Dónde quisieras estar ahora?:

Space (I Believe In)

¿Cómo eres respecto al amor?:

Monkey Gone to Heaven

¿Cómo es tu vida?:

I'm Amazed

¿Qué pedirías si tuvieras sólo un deseo?:

Trompe Le Monde

Escribe una cita o frase famosa:

Keeping low doesn't make no sense

Ahora despídete:

Head On


Gracias, Doc.

UPDATE Cinthya Cronopio me recordó que había olvidado reenviarlo, como buen MeMe. Le paso la bolita a Caribou, al Chícharo Sifuentes, a Miguel Cane, a Yola y a Benito Taibo.

sábado, septiembre 30, 2006

Bruce Sterling built my Hot-Rod



Axxón. legendaria revista electrónica argentina de Ciencia ficción publicó en su más reciente número una entrevista a Bruce Sterling, escritor fundacional del ciberpunk y uno de mi héroes personales.

Apenas hace un par de posts comentaba que en el Barnes and Noble de El Paso sólo había comprado tres libros, uno de ellos la última compilación de cuentos de Mr. Sterling.

Nacido en Brownsville en 1954, Bruce Sterling es una de las voces líderes de la ciencia ficción actual, periodista colaborador de medios como Wired y un extraordinario cuentista (nunce me he conectado con sus novelas).

Además de publicar, con una excelente traducción, uno de los cuentos de su más reciente antología, los argentinos le hacen una serie de preguntas de las que destaca la siguiente, sobre la visión de un norteamericano universal sobre lo que hacemos sus colegas al sur del Río Bravo:

Axxón: Usted ha vivido en la India y ha estado en contacto con otras realidades, confiesa leer a escritores de ese país, de Turquía, europeos y participa en foros multinacionales. ¿Cuál es su visión, si tiene opinión formada, de lo que se intenta hacer en América Latina en materia de literatura especulativa? ¿Cree que es posible que alguna vez el mercado norteamericano, aunque sea en pequeña escala, se haga receptivo a lo que se escribe fuera de su área lingüística?

Bruce Sterling: Siempre es interesante ver cuáles son las obras que logran saltar la barrera de la traducción.

De la mayoría de los escritores extranjeros que conozco, los que parecen muy ansiosos por que los lean en EE.UU. no quieren hablarles a los lectores norteamericanos. No les interesa la sociedad norteamericana per se. En su mayor parte, solamente quieren entrar de alguna manera mágica en un mercado literario verdaderamente grande, global, en donde hay cierta posibilidad de que les paguen por su trabajo.

Esos escritores no se sientan y dicen "Hoy voy a escribir algo que un extranjero tendría que leer... algo que realmente les importe a esos extranjeros, algo que sea crucial para su bienestar". Si intentaran hacerlo, tendrían que "entender" a esos extranjeros calbalmente, leer sus libros, mirar sus películas, incluso hasta casarse con alguno de ellos. Hay muy pocos escritores con esa ambición. Quieren que el mundo repare en ellos y en lo maravilloso que hacen. No quieren perjudicar su ecuanimidad y enterarse de que el mundo está lleno de miles de millones de personas que no tienen ningún buen motivo para leerlos.

El mercado literario de América Latina tiene muchos problemas, incluso, con su "propia" zona lingüística; por ejemplo, es difícil encontrar escritores brasileros que estén seriamente interesados en los escritores mexicanos. Si hubiera un solo mercado literario Latinoamericano, un mercado unificado, ustedes estarían entre los escritores más ricos y más leídos del mundo. Comparados con los noruegos, los daneses o los checos, son una enorme zona lingüística.

La gente de todo el mundo mira culebrones brasileros y mexicanos. No los miran porque son brasileros o mexicanos. Nadie está corriendo de aquí para allá para tratar de hacer que los televidentes de todo el globo sean "más receptivos" con la TV mexicana. Todos miran TV mexicana porque allí hacen lo mismo que en todos los demás culebrones, pero lo hacen, de alguna manera, todavía más "aculebrado".


Wow.

Pueden leer la entrevista completa aquí. Incluye un link para leer la versión original en inglés.

miércoles, septiembre 27, 2006

Publiqué el siguiente artículo en la revista de la Ibero. Ahora se los comparto, antes de que septiembre expire.

Acerca del inconveniente de ser mexicano
Notas al pie de página de un artículo imposible de escribir.


¿Conoce usted la historia de México? Bien, no hay mucho que saber.
Todo es polvo y sangre.

Alan Moore


¿Qué significa hoy ser mexicano? Quizá antes de responder esto es necesario contestarnos qué es lo mexicano. Busco una respuesta que se vuelve elusiva como pocas, sólo para descubrir que no es empresa que pueda abordar. No en cuatro mil caracteres. Apenas puedo bocetar algunos balbuceos, notas al pie de un ensayo inexistente (en franco plagio a Vila-Matas), parafraseando un título de Cioran. No tengo respuestas. Sólo más preguntas que acaso permitan atisbar algunas certidumbres.

1. Definir lo mexicano es tratar de enjaular en palabras la nada y el todo simultáneamente.

2. Quizá la dificultad de tal empresa resida en la relativa juventud de nuestro país. Apenas doscientos años (recordemos que antes de eso, pasamos por trescientos años de colonia y previo a ello, no existía nuestra nación como tal).

3. Casi me atrevería a parafrasear a Gardner Dozois y decir que lo mexicano no existe, pero hay imitaciones.

4. ?No amo mi patria?, se lamenta José Emilio Pacheco en su poema Alta traición. ?Su fulgor abstracto/ es inasible?, continúa. ¿Cómo amar setenta años de dictadura priísta? ¿Cómo creer en sus instituciones? ¿Cómo enorgullecerse de su mediocre selección nacional de futbol? ¿Cómo amar a nuestros líderes? Y sin embargo, cada uno de nosotros lleva al igual que el maestro Pacheco diez lugares suyos, cierta gente por la que daríamos la vida.

5. Ser mexicano, entre otras cosas, es ser multicultural. Herencia indígena, sangre española, raíces árabes, presencia judía, influencia anglosajona.

6. Definir nuestra nación como una nación mestiza de madre india y padre español es hacer un reduccionismo miope. Ambas raíces se bifurcan como fractales: mexicas, otomíes, yaquis, huicholes, tlaxcaltecas, zapotecas, mixtecos entre muchos otros por un lado y celtas, vascos, moros, andaluces, catalanes entre muchos más por el otro.

7. Recuerdo una canción de los Churumbeles de España escuchada de niño en casa de mis abuelos: ?Manito, manito, manito/ nos tomamos un tequila/ yo te invito/ manito, mano, hermano/ qué lindo debe ser/ ser mexicano?; y tienen razón.

8. México no es un águila devorando una serpiente sobre un nopal, ni es la virgen morena apareciendo sobre el Tepeyac sobre un antiguo santuario prehispánico ni son las coloridas máscaras luchadores ni las películas de Pedro Infante ni mariachis borrachos de tequila cantando a José Alfredo Jiménez hasta el amanecer en la Plaza Garibaldi ni son los imponentes cielos de Gabriel Figueroa ni los cerros de José María Velasco ni los aguerridos murales revolucionarios de Diego Rivera ni los chistes repetidos hasta la náusea del Chavo del ocho ni los albures de carpa ni los dulces tradicionales ni todos los tonos de verdeazul que se pueden ver en el mar Caribe ni los burros pintados de cebras de la avenida Revolución de Tijuana ni los callejones de Guanajuato ni el gusano que flota en la botella de mezcal ni los volkswagen pintados de verde para ser taxis ni los tacos de suadero, longaniza y tripa que chisporrotean en aceite del taquero de la esquina ni las ruinas mayas, oaxaqueñas o mexiquenses?

9. Es la suma de todo lo anterior, y más. Y al mismo tiempo no lo es.

10. Soy producto de una generación de crisis, he padecido, como toda la gente desde principios de los setenta para acá, los estertores mortuorios de una dictadura. He asistido al nacimiento de nuestra incipiente democracia. Participo día a día en la construcción de un país que no pocas veces parece mal cimentado. Pero continúo poniendo ladrillos hacia arriba.

11. En la escuela laica me enseñaron a adorar a Morelos e Hidalgo. En el colgeio católico me dijeron que Juárez era el anticristo y Maximiliano, un güerito bienintencionado. Aprendí que Porfirio Díaz era un dictador para después enterarme que no ha habido otro presidente con mayor afán modernizador. Una historia compleja, mucho más que polvo y sangre, que no acabamos de asimilar.

12. Dice Octavio Paz que el mexicano se avergüenza de su pasado indio y reniega del español. Me gustaría rebatirlo, pero no puedo. Lo que sé es que España es cada vez más lejana en la medida que se integra a Europa. Y que nuestras raíces indias se diluyen cada vez más, ya sea integrándose al mestizaje o desapareciendo, aisladas. ¿Seremos capaces de bailar por nuestra cuenta?, como se preguntaba Café Tacvba.

13. Se imita demasiado, y la salvación está en crear, escribió José Martí. En crear nuestra mexicanidad todos los días. Este vino nuestro no es agrio, sino agridulce, pero afortunadamente, es nuestro.

lunes, septiembre 11, 2006

Ciudad Juárez: 25 polaroids

Perdón por tardar tanto en escribir esto, pero me tomó unos días asimilar la experiencia juarense. Va por ahí...

1. Me toca volar del DF a Juárez al lado de un cholo auténtico. Con sus pantalones bombachos, los tatuajes y lentes oscuros. A cada pregunta quele hacía su familia contestaba sólo "simón". No le oí decir otra palabra.

2. Situada en medio del desierto, Juárez no es una ciudad acostumbrada a la lluvia. Los aguaceros recientes, cortesía del calentamiento global tienen desquiciada la vialidad. Ha habido inundaciones y ríos desbordados. Por otro lado, los pocos jardines están verdísimos, lo cual resulta prodigioso para los juarenses.

3. Igual que a Tijuana, Juárez es precedida por su leyenda negra. "Los del Paso piensan que acá todas somos prostitutas y todos asesinos de mujeres", me dice Clara Eugenia Rojas, académica de la UACJ y esposa del ingeniero Armando Gándara, amigo de mi papá desde hace más de 20 años. La realidad es, al menos para mí, una agradable sorpresa. Se trata de una ciudad moderna, llena de vialidades rápidas estilo texano, con gran actividad comercial y gente amistosa y trabajadora.

4. Se come mejor en Juárez que el El Paso. De aquel lado, todo son McDonald's, International House of Pancakes, Wendy's y anexas. Se alcanzan a medio salvar los restaurantes chinos, pero ninguno se compara al Shangri-La juarense, por ejemplo.

5. Las mujeres son muy guapas. Es buena la combinación de las chihuahuenses con lo texano.

6. En el encuentro coincido con varios camaradas escritores, algunos viejos amigos y otros nuevos. Veo con gusto a Armando Alanís, Rocío Cerón, Magali Velasco, Moisés Zamora (con quien comparto habitación), a los magníficos Enrique Romo y Epigmenio León de Tierra Adentro, conozco a los locales José Juan Aboytia y César Silva, entre otros. Hay chance de platicar con Toño Ramos, Glafira Rocha, Monserrat Hawayek,Eve Gil, Luis Jorge Boone (con el que hablé largo y tendido sobre Lovecraft), entre muchos otros. Sé que estoy olvidando mencionar a muchos, les ruego me disculpen la memoria de teflón en este momento...

7. Me toca leer en la biblitoteca central del UACJ y en el Colegio Teresiano. La primera es un recinto magnífico, pero apenas asiste un puñado de gente. En la escuela, leemos ante un grupo de chamaquitos de prepa que preferirían, es evidente, estar en otro lado. Ahí topo a los hermanos Arce, comiqueros locales del proyecto 656 Comics que me regalan un par de los cómics que están produciendo.

8. Sólo en Juárez: Al Cereso (Centro de Readaptación Social) le dicen aquí "el Cherry."

9. Acaso compitiendo con los malls de El Paso, hace unos cuantos se inauguró el centro comercial Las Misiones, gigantesco complejo con todo tipo de comercios que incluyen una tienda Sanrio y una agencia Swatch. Hay quien dice que hasta los Paseños, como los llaman, vienen a comprar aquí.

10. Acá todo mundo tiene una troca o un coche gringo fronterizado. Al igual que el Chuco (que es como llaman los locales a El Paso) Juárez no está hecha para caminar. El servicio de transporte público y los taxis son caros y malos. Se ven pocos peatones.

11. Una aportación juarense a la posmodernidad: la imagen de una tarahumara pidiendo limosna en una esquina con una playera de The Gap.

12. En Misiones conozco a mi colega monero GeMó y su esposa Susy, así como a los muchachos de 656 Cómics, quienes me dan un respiro dentro del encuentro para hablar de mi tema favorito, los cómics. Los chicos me llevan su trabajo, y el alto nivel de su chamba me deja agradablemente sorprendido.

13. No pude probar los burritos, maldita sea.

14. Después de diez años de no visitar los Estados Unidos (sin tomar en cuenta un par de escalas en aeropuertos gringos), visito El Paso. GeMó y Susy me invitan a desayunar al International House of Pancakes para después ir a comprar unos libros al Barnes and Noble.

15. La pasada del puente es tardada. Ya una vez en la caseta, mostramos nuestros pasaportes que un funcionario con cara de mexicano revisa indiferente. "¿A dónde van?", pregunta. "De compras", como todo mundo. Se detiene en mi pasaporte, revisa mi flamante visa. "Pásele."

16. Apenas pasas la caseta, hay bloques de concreto retorciendo el carril para que tengas que avanzar en zigzag, lentamente. La idea es que no puedas salir disparado de la caseta.

17. Al 90 % de los libros de las estanterías de las megalibrerías gringas se les puede aplicar a tábula rasa la ley de Sturgeon, que dice que ese porcentaje de todo lo publicado es basura. Miles y miles de libros sin sustancia, mucho ruido y pocas nueces. Best sellers de choque y frivolidades al por mayor. De entre todo, compro tres libros, controlando mi compulsión bibliómana: dos antologías de cuentos de Joe R. Lansdale y de Bruce Sterling (por cierto, ambos autores texanos) y una novela policiaca, Stalking The Angel de Robert Crais. Los tres libros me tienen fascinado.

18. Una de mis actividades es leer en el consulado mexicano en El Paso, junto con César Silva, Montserrat Hawayek, Héctor Carreto y Dana Gelinas. Ahí me encuentro con Mónica Sánchez Escuer, hermana de Sonia y cuñada de Bachan, que estudia una maestría en creative writing en la Universidad de Texas en El Paso, y con mi tocayo Bernardo Jáuregui. Bernardo es bibliotecario en El Paso y me regala un ejemplar de Dead Eye Dick, novela de Kurt Vonnegut que no tenía, desechada del acervo de la biblioteca del que, me entero, periódicamente se eliminan libros. Horror.

19. Bernardo nos lleva de paseo por su ciudad. Amablemente ofrece su camioneta para ir a buscar tiendas de cómics y una tienda de materiales de dibujo, donde compro unos pinceles de Faber-Castell y un par de cuadernos de dibujo. Después comemos en el Grand China Buffet, restaurante de comida oriental (china, mongola y japonesa) donde me doy vuelo con los nigiri sushis. Yummy.

20. Bernardo vive en un barrio histórico de exiliados porfiristas que huyeron a Texas, lleno de preciosas casas antiguas (una de las cuales habita). Dato curioso, su hogar está en la esquina de las calles Porfirio Días y Miguel Miramón (!).

21. Es tan difícil entrar a los USA y tan fácil regresar a México. Al volver, ni siquiera nos revisan el auto. Podríamos haber venido con la cajuela repleta de drogas o cargando un cadáver...

22. ¿Qué hacen los moneros juarenses un sábado por la noche? Pues graban su podcast, Changolión, al que nos invitaron a GeMó y a mí. Un saludo, muchachos.

23. "Estamos hartas de la gente que viene a hacer turismo académico", me dice durante el desayuna Clara Eugenia. Como decía líneas arriba, es académica de la UACJ, especialista en teorías feministas, con comunicóloga con maestría y doctorado. Cuando le comento que un periodista francés periodista francés amigo mío. "Han lucrado mucho con nosotras", dice refiriéndose a las mujeres de Juárez. "No son muertas", acota, "son asesinadas. Y si no se hubieran muerto, nadie las hubiera volteado a ver." Dato curioso, el comité de las madres de las muertas no participa activamente con las organizaciónes de mujeres. Go figure.

24.Me voy con el deseo frustrado de haber recorrido un poco más la frontera, de ambos lados del río. No cabe duda, como bien dice Barry Gifford, la frontera es un estado mental. Inevitable, evocar la frontera de Canadá con los USA, donde el lado canaca era notablemente más limpio y ordenado, o la de Suiza e Italia, en la que pasando al lado helvecio el pasto parecía como hecho con bloques de Lego.

25. Me voy, esperando regresar pronto. Juárez, una ciudad de contrastes, hermosa y esperpéntica a la vez. A land of confusion. Perseguida por su mito, con el fantasma de la violencia acechando todo el tiempo. Un lugar fascinante.

martes, septiembre 05, 2006

American Visa
No me había dado cuenta de que hace diez años que no visito los Estados Unidos. Creo que fue 1996 la última vez que estuve allá (debe haber sido una Comic Con o un viaje a Houston, donde mi papá tuvo negocios un tiempo).

Lo cierto es que en ese tiempo me dediqué a ir a otros lugares. En una de esas idas, camino a Canadá en 2001 hice una escala en Newark. Ahí, el agente de migración, amables como son los agentes de migración de todo el mundo, canceló mi visa permanente.

De regreso de Canadá, al traer la visa cancelada fui merecedor de una poca más de amabilidad de la que se prodiga a un leproso. Fui mandado todas las horas de espera de mi escala a un cuartito lleno de paisanos del tercer mundo (entre otros unos africanos y unos japo-brasileños) y cada vez que iba al baño llevaba un gorila de seguridad escoltándome.

(Es de hacer notar que la destrucción de las Torres Gemelas tenía apenas un mes, los aeropuertos gringos estaban llenos de soldados y la paranoia iba a la alta o-- y yo con esta cara entre indio y árabe).

"Jijos de su repepín chamaco", pensé y decidí no volver.

No fueron pocas las veces que lamenté no tener la visa. Me perdí, por ejemplo, de poder ir a ver tocar a los Pixies en el festival Coachela. De ver la magna exposición de maestros del cómic en el MOMA de Los Ángeles. De conocer Nueva York, que es una forma extraoficial de virginidad que aún mantengo. O sencilla y llanamente de ir a fayuquear unos cómics a San Antonio.

Hace un par de meses recibí una invitación a un encuentro de escritores organizado por el Instituto de Cultura de Chihuahua en Ciudad Juárez. "Muy bien", pensé. "Me quedaré del lado nacional."

"Nos encantaría que pudiera acompañarnos en una lectura que habrá en el Consulado de México en el Paso", abundaba la invitación.

Shee-it.

"No tengo visa", escribí por mail. "Déjeme ver que puedo hacer."

"Ojalá la obtuviera", respondió el Ichicult, "pues su boleto de avión lo paga el Consulado."

Mothahfuckah.

Así que apliqué. Pagué mis cien dolarucos en Banamex e hice mi cita por teléfono. "Favor de presentarse el 23 de enero, a las 8 y media de la mañana."

23 de enero.

Fuck.

Fue cuando vi que podía aplicar a una visa urgente. Uno de los motivos era la asistencia a un congreso. Mandé el mail correspondiente. Dos días después recibí una respuesta. Tenía una cita el lunes 28 de agosto con el cónsul del día.

He oido tantas historias de terror sobre gente a la que le han negado la visa... Dos amigas mías muy cercanas hicieron su trámite en balde. "Tienes todo para que te la den", me decían los cuates. Lo que quiere decir "no representas ningún peligro para los intereses norteamericanos". Casi casi "eres un aliado del imperio."

Como sea, tuve los papeles pertinentes en un par de días. Me rasuré mi piocha de cholo, me compré un saco gris y ese día me fui a la embajada sin piercing. Llegué puntual a la cita y al indicar que iba con el cónsul del día fui formado en una fila considerablemente más corta.

Ahí, un empleado al que parece que le pagan por regañar a la gente que le hace preguntas tontas revisó mis documentos. Todo en orden, conmigo fue bastante amable.

Pero con la gente que llegaba a hacerle preguntas idiotas ("oiga, tengo cita mañana, ¿usté cree que me puedan atender hoy?" "oiga, joven, ¿a poco tenía que pagar en el banco?") parecía disfrutar el maltratarlas.

"He aquí un trabajo que haría con gusto", pensé.

Con todos los documentos en regla hice mi fila durante casi una hora. Pude entrar a la embajada a las 9 y media tras pasar por los puntos de seguridad (detector de metales y rayos X incluidos, mi celular fue recogido para ser devuelto a la salida).

Al entrar se me asignó un número con el que debía esperar mi turno como si fuera un banco. Tras una primera revisión de documentos con una funcionaria mexicana, ésta me tomó una foto digital y me pasó, con el mismo número, al fondo, donde me entrevistaría con un funcionario norteamericano (ventanilla blindada de por medio).

Ahí, sentado en una silla como si fuera una sucursal bancaria, esperé mi turno. Había más de cien números antes del mío. Me dediqué a leer Grey, el nuevo libro de cuentos de Alberto Chimal. Creo que me dio suerte (por cierto, es un libro magnífico que lo confirma como el mejor cuentista de mi generación, pero le dedicaré un futuro post al asunto).

Mientras leía, escuchaba cómo a montón de gente les negaban la visa. "¿Pero por qué"?, gritaba una señora. "Lo sientou, aplique en unos meses", contestaba el funcionario.

Curioso. El trámite, pese a lo que digan algunos, no tiene nada de humillante. Creo que tienen derecho a dejar pasar a su territorio a quien consideren conveniente (México lo hace y me parece que sus políticas migratorias son igual de estrictas, ¿porqué creen que no hay migrantes de Asia o África aquí?).

Sucede que es un proceso en el que nuestra ancestral cultura ritual se enfrenta de lleno a su joven cultura pragmática. Un choque de trenes.

A punto de que tocara mi turno, el 365, apareció en la pantalla el número 5005. "Ah, qué suerte, pensé." A los dos minutos marcó mi turno.

Me tocó una mujer. Pidió mis papeles. Le expliqué que era escritor. Que me habían invitado a un encuentro en la frontera, que que por ello aplicaba a una visa urgente.

"¿Usted trrabaja en Bísami Muchou?", preguntó como si no me hubiera escuchado. "Es mi empresa. Traigo las escrituras, ¿quiere verlas?"

"No es necesarriou. ¿Tiene un estadou de cuenta?", hablaba acento de gringo de chiste mexicano.

Se lo mostré. Revisó mi solicitud unos minutos. "Su visa ha sido aprrobada. Le llegará en una semana", remató, entregándome un papelito naranja. En ese momento hasta bonita la vi (y conste que no me fascinan las güeras).

Yes!

Eso fue todo, apenas cinco minutos. Poco después estaba afuera, caminando por mi amado Paseo de la Reforma, ahora presa de una embolia. No me importaba. Me habían concedido la visa, era un pequeño triunfo para mí.

Dos días después llegó el documento a mi oficina.

Salgo el jueves por la mañana a Juárez al VI Encuentro de Escritores. No tengo horarios definidos de las mesas donde participo, sólo sé que estoy en una lectura en el Consulado Mexicano el sábado al mediodía.

Mmm. Quizá haya una buena librería en El Paso.

O tiendas de cómics...


Una editorial en cuatro palabras
Tenemos presidente pero, ¿país?

miércoles, agosto 30, 2006


No, no es ninguna estrella pop, es Maya Beiser (¡mamita!), cellista de música contemporánea. Estoy enamorado.

WOW

Muchas gracias a todos los que pusieron comentarios al post anterior, y a los que salieron de sus respectivos clósets aquí o en sus blogs. No cabe duda, la música mueve montañas...

Bob

Robert Zimmerman, mejor conocido como Bob Dylan, declaró recientemente en una entrevista para la revista Rolling Stone (cuya versión mexicana me parece tan lamentable) que nadie ha hecho un buen disco en los últimos 20 años, y que bajar rolas de internet no está mal si se toma en cuenta que lka música de cualquier manera no vale nada.

La nota de Reuters:

LOS ANGELES (Reuters) - Bob Dylan says modern recordings sound "atrocious," and even the songs on his new album sounded much better in the studio than on disc.

"I don't know anybody who's made a record that sounds decent in the past twenty years, really," the 65-year-old rocker said in an interview with Rolling Stone magazine.

Dylan, who released eight studio albums in that time, returns with his first recording in five years, "Modern Times," next Tuesday.

Noting the music industry's complaints that illegal downloading means people are getting their music for free, he said, "Well, why not? It ain't worth nothing anyway."

"You listen to these modern records, they're atrocious, they have sound all over them," he added. "There's no definition of nothing, no vocal, no nothing, just like ... static."

Dylan said he does his best to fight technology, but it's a losing battle.

"Even these songs probably sounded ten times better in the studio when we recorded 'em. CDs are small. There's no stature to it."


Justo recordaba, trayendo a colación a Tom y Jerry, que Robert Crumb dijo una vez que no se ha hecho un dibujo animado decente en Norteamérica desde 1940.

Hay momentos en que comparto esa opinión. No cabe duda, estoy envejeciendo. Me di cuenta el fin de semana pasado, cuando fui a ver dos veces a la cellista Maya Beiser. La escuchaba embelesado interprestar obras de Arvo Part y Steve Reich, entre otros, en una sala Miguel Covarruibias semivacía, y pensaba "seguro, los boletos para el concierto de los Strokes están agotados."

Oh, well...

miércoles, agosto 23, 2006

Sólo porque hace mucho que no subo una lista, aquí van diez canciones que me avergüenza disfrutar... pero que me gustan mucho

En completo desorden:

1. Aserejé, de las Catsup.
2. Dime, de José Luis Perales
3. Last Resort, de Papa Roach
4. Plowed, de Sponge
5. Rocket, de Def Leppard
6. Vamos a la playa, en la versión de los Joao (¿qué fue de ellos?)
7. Ay, soledad o como se llame, de Juan Gabriel
8. No hay nada más difícil que vivir sin ti, del Buki mayor (en versión mix).
9. Dame un beso, de Yuri
10. Desde la trinchera, de Flans

Grupos de los que me enorgullece no disfrutar ni una rola: Timbiriche, Pearl Jam, Maná...

martes, agosto 22, 2006



Al gato y al ratón/ jugabas con mi amor...

En este momento no me preocupa el complicado escenario poselectoral, ni el endurecimiento de las posiciones de la izquierda y la derecha ni la violencia desatada en Oaxaca ni el hecho de que la APPO haya sido declarada guerrilla urbana por la Secretaría de Gobernación ni la intervención militar de Israel en Líbano ni el Hezbollah ni mucho menos el destino del Tigrillo Arellano Félix...

Lo que me quita el sueño en este momento son las caricaturas de Tom y Jerry. Me explico:

Resulta que el canal Boomerang ha decidido censurar casi 1500 caricaturas clásicas de Hanna Barbera debido a que en varias de ellas los personajes aparecen fumando. La queja de un padre de familia, que considera ello inadecuado para el público infantil generó la observación a Boomerang por parte de Ofcom, la oficina clasificadora de los medios ingleses.

"Esta es una medida voluntaria que hemos tomado a la luz de los cambios de los tiempos", declaró Yinka Akindele, vocera de la caadena Turner en Europa, propietaria también de canales como CNN y Turner Classic Movies.

El asunto es preocupante, y mucho. Si bien hay gente que considera las caricaturas de poca importancia, la realidad es que las consecuencias de esta acción censora son terribles.

Adaptar una obra de arte (quien dude que el cine animado lo es está leyendo el blog equivocado) a "los cambios de los tiempos" implica la destrucción total de la tradición cultural de un pueblo.

Ello implicaría, por ejemplo, eliminar completo el capítulo 22 del Génesis en la Biblia, en el que Abraham se dispone a sacrificar a su hijo Isaac debido a que los tiempos cambian y ahora es mal vista la violencia intrafamiliar. O lanzar una cubetada de aguarrás a "La maja desnuda" debido a que es sexista. O censurar "El mercader de Venecia" de Shakespeare porque da una mala imagen de los judíos (y por lo tanto es racista). O desaparecer todas las grabaciones de Carmina Burana de Carl Orff porque se estrenó en la Alemania nazi, o...

La lista puede continuar ad infinitum.

Una obra de arte es el reflejo del contexto en el que fue creada.

Debo ser claro: soy ex fumador y me parece que no debe promoverse el tabaquismo. Además, estoy convencido de que las caricaturas tienen una altísima penetración en su público y que sus contenidos (la mayoría de las veces altamente politizados) deben ser moderados.

Pero estoy en contra de que se censure una obra generada hace más de 60 años, en un contexto sociocultural diferente donde TAMPOCO SE DEJABA FUMAR A LOS MENORES pero en que no era mal visto que lo hicieran los adultos (recordemos que las proporciones de Tom son más adultas respecto a las claramente infantiles de Jerry, quien apuesto que jamás aparece fumando).

Este puritanismo jodido, de corrección politica se vuelva al final un fascismo velado. ¿Porqué no recorrer los horarios de Tom y Jerry más tarde? Estoy seguro de que su público es más de adultos nostálgicos que de niños, más ocupados con las caricaturas japonesas.

Lo peor es que si algo censurable tienen los cortos de Tom y Jerry no es el hecho de que a veces Tom aparezca fumándose un puro, sino la extrema violencia que aparece en pantalla. Y nadie ha dicho nada al respecto. Me parece una doble moral funesta.

Todo lo anterior dicho en virtud de que no soy entusiasta de Tom y Jerry, sus caricaturas me parecen repetitivas y aburridas, pero sí del derecho de un creador (en este caso los directores Bill Hanna y Joe Barbera) de que su obra se mantenga intacta sesenta años o más después de haber sido producida. Y si debe modificarse, que sea en función de una decisión autoral y no por la disposición corporativa de una multinacional.

El horror, el horror...

lunes, agosto 14, 2006



Julio Galán (1958--2006)

Murió Julio Galán hace más de una semana, y me dolió.

La información, escueta, habla de un derrame cerebral que le sobrevino yendo de Zacatecas a Monterrey.

Desde luego, los suplementos y secciones culturales de los periódicos se llenaron de notas sobre el llamado enfant terrible de la pintura mexicana.

Controvertido y contradictorio, transgresor y no pocas veces transgredido, pocas veces comprendido pero siempre sorprendente, Julio Galán supo fusionar sus obsesiones temáticas y plåsticas en una obra que era a la vez atípica en nuestra plástica y profundamente enraizada en la tradición nacional. Hay quien le ha vinculado con Frida Kahlo, lo que me parece incorrecto. En todo caso sería el nieto punk de Remedios Varo.



Onírico y surrealista, el corpus de Galán transita por imágenes inquietantes de fuertes resonancias gay que sin embargo jamás cayeron en el activismo barato. Sus cuadros solían explorar la soledad, la alienación y no pocas veces la perturbación producida de un aislamiento que el artista nunca pudo superar respecto a quienes le rodeaban,

Conocí la obra de Julio (perdonen que hable con tanta familiaridad de un muerto al que no conocí) en una de las primeras exposiciones que hubo en el Marco de Monterrey. Se trataba de una exposición retrospectiva de arte latinoamericano en los ochenta. Ahí, en la misma ocasión en que vi por primera vez el Santo que pintara Alejandro Colunga, se exhibía el cuadro "Me quiero morir" de Julio. En él, un pálido personaje --acaso un autorretrato-- vestido de púrpura muestra sus manos cadavéricas al observador bajo unos manteles de papel picado donde se lee la frase "Me quiero morir."

Desde entonces quedé enganchado a su obra.



Nunca lo conocí personalmente. Se dice que era un sujeto impredecible y extravagante. El Carcass, quién más, sabía que alguna vez había encerrado a su amante en turno en una habitación a la que le encendió fuego. Javier Marín me contó de una fiesta a la que Galán llegó disfrazado, sobre un carrito con ruedas que remolcaban enganchado a su pene.

Para bien o para mal, Julio ya no está aquí. No habrá más imágenes ni extravagancias. Su presencia en internet es escasa, lo que me parece bien. Espero que ahora que está en el veliz, como dijera Chava Flores, su trabajo tenga la difusión que siempre mereció.

"Considero que quien o quienes me han comparado con Frida, no conocen mi pintura o la pintura de Frida", dijo Julio. Creo que tenía razón. Descanse en paz.

Cuatro palabras sobre el sobadísimo tema de las elecciones

Sólo nos queda esperar...

viernes, agosto 04, 2006

Esto ya me tiene hasta el cepillo pero considero importante lo siguiente...

1. Hemos llegado a un callejón sin salida. En este momento, la única solución que me parece viable para legitimizar al próximo gobierno es el recuento de todos los votos, pese a que va contra las leyes electorales aprobadas por todos los partidos (incluido, qué curioso, el Perredé).

2. El problema, y realmente me preocupa, es qué va a pasar si en el recuento AMLO (que no el PRD) vuelve a perder.

3. El partido está mejor que nunce, es la segunda minoría en el congreso y tiene el control del DF.

4. Hay dos evidencias que me parece que echan por tierra la teoría del fraude, ya sea cibertnético o a la antigüita. La primera de ellas es justo la conformación del congreso. De haber sido el responsable de un fraude cibernético (es decir, si yo fuera cuñado de Felipillo) le hubiera dado al PAN una mayoría significativa en el congreso. De otro modo, la maniobra legislativa se vuelve muy estrecha (y si este país no se convirtió en el rancho de Marta Sahagún fue entre otras cosas por que el congreso no era mayoritariamente panista).

5. La otra es el triunfo aplastante del PRD en el De Efe. De nuevo, de haber sido el orquestador de un fraude, hubiera minimizado el triunfo de la izquierda en el DF, la principal plaza política del país. Es más, se la hubiera dado a Sodi. O qué, ¿sólo hay fraude donde el PRD pierde? ¿Porqué no hay impugnación en el DF?

6. El liderazgo de AMLO se debilita incluso entre sus seguidores. Muchos de los que votamos por él lo vemos ahora en su verdadera dimensión: un hombre ensoberbecido, dispuesto a lo que sea por quedarse con el poder (silla por silla, como bien apunta Ira Franco.

7. No me queda duda, al PRD lo derrotó la campaña de descalificaciones e inducción del miedo del PAN. Pero eso sucede en todo el mundo. Es una CAMPAÑA electoral.

8. Por otro lado, Andrés Manuel no ayudó mucho, con su actitud beligerante. Estoy seguro de que el PRD la tenía ganada, pero hubo dos momentos clave que asustaron a los electores: (1) Cuando enrojecido y con las venas del cuello saltadas le gritaba al presidente "Cállese, Chachalaca." No me simpatiza Fox, pero lo menos que esperaba de AMLO era un poco de mesura, una pequeña dosis de categoría. (2) La otra, su ausencia desdeñosa en el primer debate.

9. Me siento huérfano político, Votar por la cúpula que ahora corona el PRD ha sido como votar por el viejo PRI (AMLO, Monreal, Ebrard, Camacho Solís, Muñoz Ledo...), robándole otra idea a Ira .

10. Pero lo que en este momento me da más miedo es que se haga el recuento de votos... y gane el nuevo PRI. Perdón, el Perredé...


Clément, Rictus el al

Mi siempre admirado Édgar Clément, uno de los mejores moneros de este país, ha iniciado en su blog un apunte para poner en perspectiva histórica el despelote en el que estamos metidos. Empieza con un análisis sobre las castas en la Nueva España y poco a poco va concluyendo que básicamente no hemos avanzado nada del siglo XVII para acá. Poco a poco avanza hacia el siglo XIX, con el conflicto entre liberales y conservadores. El asunto promete y vale la pena leerlo. Un saludo al Dément.

Rictus, talentoso y joven monero acaba de inaugurar su blog, que promete tener buenas imágenes todo el tiempo.

Recomendabilísimo, el blog del artista previamente conocido como Luis Fernando, quien ahora responde al nombre de Hilus Anendorf, a quien conocí hace casi 20 años, cuando el ganó el primer --y único-- concurso de historieta experimental que convocó el museo de culturas populares y yo, junto con el maestro Pepe Quintero, gané una mención especial en la categoría "infantil.:

Finalmente, hay cositas nuevas aquí. Ojalá les gusten.

Saludos y buen fin de semana.

jueves, agosto 03, 2006




El cielo se vino abajo

Iba con mi amiga Karen Chacek.

Estábamos en la Librería Rosario Castellanos, del Fondo de Cultura Económica, en la colonia Condesa. Karen escribió una novela (muy buena, por cierto) y me pidió que la leyera. Siempre es un honor ser un lector beta.

Había pasado por ella a su casa en la calle de Aguascalientes. Fuimos a tomarnos un café a la cafetería del lugar.

Al llegar había un tumulto.

"¿Está firmando libros Carlos Fuentes?", dijo Karen.

Así era. Había una cola gigantesca para ver al maestro. Nosotros pasamos directo al café.

Karen pidió un té. Yo, coca light.

"La novela me gusta mucho en términos generales, creo que hay que hacerle algunos cambios...", le iba diciendo cuando se desató la lluvia.

Ensordecedora.

El granizo azotaba furioso el falso plafón del edificio, formado por unas placas de vidrio en las que se imprimió una obra monumental de Jan Hendrix.

Yo estaba de espaldas a los libros, pero la gente comenzó a pararse, inquieta. Volteé.

El agua se estaba metiendo.

Una voz al micrófono comenzó a decir que no pasaba nada, que la gente guardara la calma.

El estruendo seguía. Vimos pasar a Carlos Fuentes acompañado de una comitiva.

"Tiene casi ochenta años", le dije a Karen.

"Se ve muy bien", y es cierto.

Fuentes parecía huir. Esa impresión nos dio.

Como siguiera el estruendo, creció la inquietud. La luz se fue. Gritos. Sólo quedó el brillo del monitor de mi ibook en toda la librería.

Volvieron las luces para apagarse de nuevo. Comenzó a oler a quemado.

Guardé mis cosas. Volvió la luz. El agua caía del techo. La voz del micrófono nos invitaba a salir con calma, ordenadamente.

Fuimos al estacionamiento a pedir mi coche. La calle era un río, con grandes bloques de hielo flotando. El estacionamiento, que es subterráneo, parecía inundado.

"Hola. Yo te conozco de algún lado", dijo un señor a Karen.

"Sí, volamos juntos a Londres. Hace tiempo. Ibas a ver a tu hijo."

"Ah, sí, es cierto, Mira, aquí anda, éste es mi hijo."

Señaló a alguien como de nuestra edad.

"Ese es mi coche", dije al verlo venir.

El valet estaba empapado, como si lo hubieran lanzado a una alberca.

"¿Ese no era Federico Campbell?", le pregunté a Karen al arrancar.

"Sí. ¿Lo conoces?"

"No, pero fue mi jurado el año pasado."

"Ah, te lo hubiera presentado..."

En ese momento, el granizo sobre el auto terminó con la plática. La calle estaba inundada, avanzábamos sobre un río de agua sucia y granizo. No había luz.

"Esto es el apocalipsis", dijo Karen.

Tuve miedo.

Avanzamos en la oscuridad, yo intentando manejar con calma. No se veía nada.

Los peores imágenes pasaron por mi cabeza. Cables sueltos. Que el auto se apagara. Que el agua nos llevara.

"Da vuelta en la que sigue, y luego a la derecha", dijo ella. Afortunadamente es muy orientada.

Salimos de la oscuridad. Pudimos llegar a su casa. La calle no estaba tan inundada. Subí el coche a la banqueta, en la entrada de un taller mecánico, para que estuviera por encima del agua. El foco del aceite se había encendido.

"¿Me das asilo en lo que baja la lluvia?"

"Claro."

Bajamos. Karen me tomó del brazo. Caminamos buscando cruzar por donde hubiera menos agua. Imposible no mojarnos.

Después me diría que tenía miedo. Que la imagen de las calles inundadas le causan mucha inquietud. Yo también iba muerto de miedo. Su tranquilidad me calmó, y la mía a ella.

Karen temía que su departamento, en una planta baja, se hubiera inundado. No fue así. Se cambió de ropa. Me prestó unos calcetines. "Lo bueno que traemos botas los dos", bromeamos.

Encendimos la tele. La ciudad estaba enloquecida.

Karen puso té. Platicamos un par de horas. De su novela. De motos con sidecars. De libros infantiles.

A las doce la lluvia había amainado. Salí a revisar el coche con unas bolsas de plástico en los pies. Todo estaba bien, el foco del aceite se había apagado.

"Ya me voy, muchas gracias por darme asilo."

"Por favor, mándame un mensaje al teléfono cuando llegues."

El circuito interior estaba paralizado. Un trayecto de cinco minutos me tomó una hora. Había tonelas de granizo obstruyendo las calles.

Llegué a bañarme y ponerme algo seco.

Al día siguiente, supe en el periódico que el plafón de la librería finalmente se vino abajo.

Han pasado veinticuatro horas, estoy en mi oficina. El cielo está nublado. No me atrevo a salir.


Campamentos

Considero importante siempre tener una perspectiva desde el otro lado.

Me opongo al bloqueo sobre Reforma. Como vecino de la zona he sufrido los estragos viales. Sin embargo, mi amigo Andrés Tonini (¡espero que todavía me quieras, Andrés!), quien no está de acuerdo con mi punto de vista, hizo un recorrido por los campamentos, llevando su cooperación solidaria y tomando una serie de fotos que además de darnos una idea de lo que sucede ahí, desmitifican lo que los medios han estado publicando.

Pongo el link en aras de la pluralidad y de que quienes están lejos, dentro de la misma ciudad o fuera de ella puedan darse una idea.

Bien dijo Clément en un comentario al post anterior que solemos vernos sólo el ombligo, sin conciencia de que México y el mundo son tan grandes.

miércoles, agosto 02, 2006

CARTA A LOPEZ OBRADOR

Estimado Andrés Manuel López Obrador: El plantón emprendido por la coalición Por el Bien de Todos, declarado por usted, es una protesta justa, pero no puede ni debe convertirse en un agravio para la ciudad de México al transformarse en un bloqueo de vialidades públicas y afectar a tantos. El bloqueo, no el plantón, es un hecho de insensibilidad profunda que lastima una causa que es de muchísimos. ¿Cómo se puede presionar a los poderosos con algo que en primera y última instancia perjudica a las clases populares? ¿Cuál es la lógica de estos campamentos sobre el arroyo vehicular que provocan tanta indignación?

Como dice muy bien el editorial de La Jornada, "esta forma de lucha sería inobjetable y legítima si la presencia de los manifestantes se limitara a aceras, camellones y áreas no vehiculares, y no impidieran el libre tránsito a los ciudadanos. Pero la colocación de los campamentos en las vialidades constituye, además de un error político que dará munición a los críticos del movimiento y les enajenará voluntades y simpatías ciudadanas, un atropello a los derechos de terceros que deben ser tutelados y garantizados por el gobierno capitalino".

Si no quieren desvirtuarse, las causas legítimas y legales no deben imponerse sobre una ciudad y sus habitantes, y es injusto lastimar primero a los capitalinos, y sus autoridades, y dejar para más tarde la confrontación con los responsables de ese magno fraude que se inició con el desafuero. No le hallamos sentido a esta agresión deliberada a los derechos de trabajadores, automovilistas, pasajeros y choferes de autobuses y taxis. No vemos de qué modo se avanza en la justicia electoral si en el camino se ofende sin razón a una sociedad. No se puede reducir un movimiento nacional a un problema grave de vialidad. No se puede dejar en segundo plano la marcha más grande de la historia de la ciudad de México.

Insistimos: el plantón no es la afrenta, sino el estrangulamiento de calles y avenidas.

Atentamente:

Rolando Cordera, Carlos Monsiváis, Adolfo Sánchez Rebolledo y Jenaro Villamil


Tomado de la sección "El Correo ilustrado" del periódico La Jornada. Martes 1 de agosto, 2006

lunes, julio 31, 2006

"No soy un ambicioso vulgar. No me mueve el interés al dinero y siempre he sostenido que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud, cuando se pone al servicio de los demás"

Escuchen bien, amigas y amigos, lo que les voy a decir, quiero una respuesta de ustedes, sincera. Les propongo que nos quedemos aquí, en Asamblea Permanente, hasta que resuelva el Tribunal.

Les propongo que aquí nos quedemos, que permanezcamos aquí, día y noche, hasta que se cuenten los votos y tengamos un Presidente Electo con la legalidad mínima que nos merecemos los mexicanos.

Les aseguro que no será en vano nuestro esfuerzo y sacrificio.

Si decidimos quedarnos, nos organizaremos de la siguiente manera:

Aquí, en el Zócalo, se quedarán los que provienen de los 31 estados del país, y a lo largo de Madero, Juárez y todo el Paseo de la Reforma hasta la Fuente de Petróleos, se establecerán los habitantes de las 16 delegaciones del Distrito Federal.

Lo aclaro más. Aquí en el Zócalo organizaremos 31 campamentos, uno por estado y habrá 16 más, uno por cada delegación, desde el Zócalo hasta la Fuente de Petróleos.

Estamos hablando de 47 campamentos. En cada campamento habrá una coordinación integrada por senadores y diputados electos, jefes delegacionales electos, dirigentes de los partidos de la coalición, es decir del PRD, PT y Convergencia, de todos los estados y de las delegaciones. Y habrá un representante de las Redes Ciudadanas en cada campamento.

El campamento de la delegación Cuauhtémoc ?esa es la propuesta-- estará en la calle de Madero hasta Motolinía. El de Venustiano Carranza, desde la esquina de Madero y Motolinía hasta el Eje Central.

El de Iztacalco, en la avenida Juárez, del Eje Central hasta Revillagigedo. El de Iztapalapa, también en avenida Juárez, de Revillagigedo hasta Reforma. El de Benito Juárez, de Reforma y Bucareli hasta Donato Guerra.

El de Gustavo A. Madero, sobre Reforma, de Donato Guerra a Insurgentes. El de Tláhuac, de Reforma e Insurgentes a Niza. El de Coyoacán, de la glorieta de la Palma al Ángel. El de Miguel Hidalgo, del Ángel a la Glorieta de la Diana Cazadora.

El de Álvaro Obregón, de la Diana Cazadora a Lieja. El de Magdalena Contreras, de Lieja al Museo de Arte Moderno. El de Tlalpan, del Museo de Arte Moderno a la puerta principal del Bosque de Chapultepec. El de Milpa Alta, de la entrada al Lago a la entrada al Zoológico.

El de Xochimilco, de la puerta del Zoológico a la pantalla del Auditorio Nacional. El de Cuajimalpa, de la pantalla del Auditorio a Alejandro Dumas. Y el de Azcapotzalco de Alejandro Dumas a la Fuente de Petróleos.

En todos los campamentos tiene que haber disciplina, respeto y limpieza.

Vamos a cuidar los jardines, los monumentos históricos, no se van a pintar espacios públicos y evitaremos cualquier tipo de provocación. Toda nuestra actuación se sujetará a la idea de la resistencia civil pacífica, en el marco de la no violencia. Legalmente, vamos a hacer uso pleno de nuestro derecho de manifestación que nos otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Durante el tiempo que estemos en Asamblea Permanente, en todos los campamentos y en todas las plazas públicas, del Zócalo hasta la Fuente de Petróleos, habrá eventos artísticos y culturales.

Llamo a intelectuales, artistas y a trabajadores de la cultura, a organizar talleres, a organizar exposiciones culturales, foros de lectura de poesía, eventos musicales, torneos de ajedrez, obras de teatro, talleres infantiles. Con este propósito, diariamente se dará a conocer una cartelera cultural.

También llamo a los médicos que están a favor del movimiento para que nos ayuden a organizar brigadas de salud que atiendan a enfermos y a la gente necesitada de atención especial.

Yo también viviré en este sitio mientras estemos en Asamblea Permanente.

Sé, amigas y amigos, que no es sencillo ni fácil lo que les estoy proponiendo, pero es lo que sentimos más conveniente para nuestra causa.

De nueva cuenta les pido su atención, porque voy a poner a consideración de ustedes esta propuesta. Les pregunto: ¿Nos quedamos? ¿Sí o no?

(La gente contesta con un sí)

Voy a volver a preguntar de otra forma. Los que estén porque nos quedemos que levanten la mano.

(La gente levanta en alto la mano)

Bájenla.

Ahora, los que no estén de acuerdo, que levanten la mano.

(La gente no levanta su mano) Bájenla.

Abstenciones

(La gente no levanta su mano)

Nos quedamos.

(del discurso pronunciado por Andrés Manuel López Obrador el domingo en el Zócalo)


La ciudad secuestrada

Escribí, sin publicar, un post furioso contra la actitud de López Obrador. Decía que igual que Roberto Plancarte, voté por él pero ya me había arrepentido.

Reproduzco un fragmento del artículo publicado por Blancarte el pasado 11 de julio en Milenio Diario:

Andrés Manuel López Obrador está cumpliendo la profecía de sus principales adversarios. Está apareciendo en este proceso electoral, luego de haber perdido en las urnas, como la persona peligrosa, intolerante, autoritaria y antidemocrática que anunciaron. En muy poco tiempo le ha dado razón a quienes predecían que si perdía no aceptaría los resultados y a todos aquellos que pronosticaron su poco respeto a las instituciones democráticas del país y su desprecio por las leyes, cuando éstas no le favorecen. Al hacer esto, el candidato de la Alianza Por el Bien de Todos no sólo está acabando con sus posibilidades de ganar una futura elección y el destino de su propio partido, sino que está minando, sin que le importe mayormente, las todavía frágiles instituciones que garantizan elecciones limpias y creíbles en el país.

Hasta la Rayuela del periódico La Jornada de hoy citaba la máxima juarista: "El respeto al derecho ajeno es la paz."

Antes de que me acusen de facho y reaccionario, aclaro que no voté por Calderón ni me simpatiza el PAN. Veo con alarma que uno y otro están desbordados, que han rebasado los límites de lo racional. Y que quienes pagan la factura somos nosotros, los ciudadanos de a pie.

¿Es fascista pedir que éste sea un país de leyes? ¿Que ambos candidatos esperen el recuento de las casillas impugnadas para escuchar el fallo definitivo del TRIFE? ¿Es mucho pedir que ni Calderón exija al IFE que lo nombre presidente electo ni que AMLO paralice la ciudad?

La cosa se está poniendo muy fea. Si nadie hace un llamado a la razón, vamos a tener el país secuestrado durante un tiempo indefinido. Y los únicos perjudicados no son los del PAN o el PRD, sino todos los mexicanos.

Detengamos la polarización. Seamos racionales. Discutamos, debatamos. No como trogloditas.

El colmo

El peor argumento que he escuchado contra Felipe Calderón, muestra de la irracionalidad que priva en el ambiente:

"Es que no confío en Calderón por que es chaparro."

Yo, que lo soy también, pregunto que qué tiene eso de malo.

"Los peores políticos del mundo han sido chaparros: Hitler, Napoleón..."

(Don Adolph, por cierto, tenía la estatura promedio de un alemán principios del siglo XX).

Cuatro palabras sobre la llamada Asamblea permanente sobre las calles de Refotma...

Es digno de Kafka.

Y, con toda honestidad, no sé qué más decir. Me siento rebasado.

miércoles, julio 19, 2006

Resaca

A medio camino sobre el Atlántico escribo estas notas breves, una especie de crónica informal de mi viaje, que ahora les comparto.

Siempre al bajar del avión después de un viaje largo me da una sensación de irrealidad, como si no supiera muy bien a dónde llegué (y por qué quería estar ahí). Después de unos minutos, se difumina.

Me acompaña Eder, mi asistente y brazo derecho en el estudio de diseño. ?¿A dónde te gustaría ir en Madrid??, le pregunto en México, poco antes de salir. Sin dudar contestó que al estadio Santiago Bernabéu. Cuando fuimos, casi bajando del avión, estaba en éxtasis. Más, cuando nos tomamos una cerveza dentro del bar del estadio.

El madrileño Paseo de la Castellana, se ha dicho tantas veces, es un equivalente español de nuestro Paseo de la Reforma. Lo que lo hace grandioso son las torres Kio, gemelas inclinadas en las que Álex Delaiglesia sitúa el nacimiento del anticristo en la fenomenal película El día de la bestia.

Al día siguiente salimos en el famoso tren negro hacia Gijón, con la delegación de escritores que han acudido de montón de países. Durante el trayecto de seis horas los autores damos una conferencia de prensa. Cada quien habla un poco de su trabajo. Pero se respira un aire de camaradería poco común en los encuentros literarios. Pese a ello, un par de narradores gringos, Barry Eisler (quien dice haber sido agente de la CIA) y Jason Starr nunca terminan de integrarse. Allá ellos.

A mitad del trayecto hacemos un alto en un pueblo llamado Mieres del Camino donde somos recibidos por un batallón de gaiteros que escoltan a los invitados de la SN a una espicha, comilona compuesta por sidra, quesos, jamones y dulces de la región. Una delicia.

En la delegación viene Germán Robles, el actor, acompañado de Ana María, su esposa. Es asturiano, hijo de Germán Horacio, importante pintor republicano al que se le hace un homenaje en la SN. Aunque me impone al principio, resulta ser una persona adorable. Y qué voz tan increíble.

La Semana Negra no es una Disneylandia para rojos, como la definieron sus creadores. Es más cercana a una Comic Con de izquierda. Como dije ya, es una especie de feria de verano, llena de puestos donde se venden comida y toda clase de chucherías que se despliega al lado de un parque, cerca del estadio de Gijón. Al fondo se ponen los puestos de las librerías, que suman más de treinta.

Paco Camarasa y Montse, su mujer, son dueños de ?Negra y Criminal?, librería barcelonesa especializada en género policiaco. Cinthya Cronopio, que se ha convertido en mi manager en Barcelona ya les había llevado mi novela, de modo que a la distancia apalabramos que ellos la vendieran aquí. Traje algunos ejemplares y se agotaron. Estoy contento.

Corrijo lo dicho arriba, hay un par de sujetos bastante mamones y pesados por aquí. Pero no vale la pena hablar de ellos.

Quizá sabiendo cómo son los escritores, las actividades empiezan a las 17:00 horas, después de la siesta, y terminan a la media noche. Presentaciones, mesas redondas, tertulias. Me toca participar en una tertulia sobre el panorama actual de la narrativa y otra sobre los límites del género negro.

Luis O. Pérez, crítico salvadoreño especialista en literatura cubana y el escritor Eugenio Aguirre se vuelven nuestros compañeros de viaje. Ambos personas extraordinarias, generosos y adorables.

También rolamos con Juan Hernández Luna, mi alma gemela asimétrica, y Sebastien Rutes, jovencísimo escritor francés.

Entre los libros que me llaman la atención por acá destaca Cowboys From Hell, testimonio de Jimmy Massey, ex marine gringo que narra su vida como soldado en la guerra de Irak. Escalofriante. Jimmy resulta ser a toda madre (no como sus compatriotas).

Otro con el que hice amistad fue con Santiago Roncagliolo, reciente ganador del premio Alfaguara. Con él y Miguel Cane, escritor y periodista, cené mientras se disputaba la final de la copa del mundo (que francamente me valía sorbete).

Juan Ramón Biedma, finalista del mismo premio que yo, y Rosaura, su pareja, son dos andaluces adorables de Sevilla. Su novela, El manuscrito de dios se sitúa en una Sevilla apocalíptica y según me dijo Benito Taibo, mata a cientos de curas en sus páginas. Ya la leeré.

Pude ver a viejos amigos con los que trabé amistad hace seis años: Rafa Marín, Juanma Santiago, Juan Miguel Aguilera, Ángel de la Calle entre otros y conocer nuevos como Santiago Eximeno, Fran Ortiz, Alejandro Caveda, Jorge Iván Argiz, Marina Taibo y muchos más.

Procuré comprar pocos libros. Varios colegas, como Fernando Marías, me regalaron generosamente sus libros. Y no pude resistir la tentación de comprar un par de cómics. El resultado, un maletón que pesaba treinta kilos.

Durante todo el encuentro, mucha gente me dijo que mi novela era la favorita para el premio, incluyendo mis otros contendientes. No quise hacerme ilusiones, así que el viernes, a la hora del anuncio, cerré los ojos. Cuando escuché mi nombre simplemente no lo creía. Tiempo de alacranes ha sido un libro generoso. Espero que ahora sea más fácil moverlo en España.

Una editora francesa se interesó en la novela. Pongo changuitos, ya les platicaré si se hace (los tiempo editoriales son tan largos que es mejor esperar sentado).

No nos quedamos a la ceremonia de premiación. Eder y yo tomamos un tren a Madrid un día antes, para poder aprovecharlo ante la imposibilidad de cambiar nuestro boleto de avión para poder viajar por Barcelona y Valencia.

En Madrid dormimos en el Hotel Chamartín, sede oficial de la SN. Al día siguiente, mi amigo Vicente Vargas pasó por nosotros. Probablemente sea mi amistad más antigua, nos conocemos desde la primaria, si bien seguimos caminos muy diferentes, él es internacionalista y ahora estudia un doctorado. Yo le quedé a deber la asistencia a su boda, así que ahora cubría mi deuda.

Bea, esposa de Vicente, es una chica encantadora. Nos recibió en su casa como si nos conociéramos de toda la vida (de algún modo era así, gracias a Vicente) y nos preparó una paella de rechupete. Por la tarde fuimos a pasear un poco, a chancletear el barrio de Lavapiés y comer unos pinchos apenas a tiempo para tomar nuestro vuelo de regreso.

Mi prima Elena se casa en octubre en Barcelona. Espero poder regresar para ir a la boda. España es inagotable, como comprobé en esta segunda visita.

Aunque, no se lo digan a nadie, ya me estaba dando el síndrome del Jamaicón Villegas. Ya extrañaba mi ciudad.

viernes, julio 14, 2006

Ganamos

No es la copa del mundo pero...

El jurado del premio Memorial Cañadas a la mejor primera novela policiaca presentada a la Semana Negra de Gijón otorgó por unanimidad el galardón a la novela Tiempo de alacranes, escrita por su servidor y amigo.

Todavía sigo brincando de gusto.

Ya festejaremos al volver.

Ajúa, raza...

lunes, julio 10, 2006

Gijón

Esto es la locura.

Lo que empezó como un sueño alrededor de la mesa de una cena en casa de los Taibo se ha convertido en uno de los festivales literarios más sui generis del mundo.

Combinación de feria de verano con encuentro literario, la Semana Negra es el evento más concurrido del verano en la pequeña ciudad de Gijón.

El festival, desde luego, gira alrededor de la figura de Paco Ignacio Taibo II, sin duda el alma de la SN quien se ha rodeado de un equipo de entusiastas que han ido convirtiendo de una tranquila ciudad a las orillas del Cantábrico en el escenario donde se dan cita casi 150 escritores de todo el mundo.

No puedo, en medio de esta fiesta, dejar de ver con gran inquietud la prensa nacional. Por acá se comenta el asunto de nuestras elecciones. "Pero si era claro que iba a haber un fraude", me dijo una Marisa Cuyás, una periodista española que vivió unos años en México y que forma parte del comité organizador de la SN.

En el diario El País se destaca el descontento de la izquierda mexicana con el presidente Rodríguez Zapatero por mandar una felicitación oficial a Felipe Calderón. "Nosotros los recibimos en el exilio, ¿ya lo olvidaron?", "Ya se parece a Aznar", son algunas de las frases que recopila el rotativo, temerosa de una creciente hispanofobia mexicana.

El sábado, casi dentro de una semana, se darán los resultados de los concursos de la Semana Negra. Espero paciente. Aún no sé si los cuentos de mis amigos son finalistas o no.

Samuel R. Delany y Christopher Priest no vinieron. Me daba ilusión conocerlos.

La lista de los que andan por acá es larga y variada. He platicado con gente como Fernando Marías, Rafael Marín Trechera, Juan Miguel Aguilera, Miguel Cane, Santiago Rocangliolo, Benito Taibo, el monero Angel de la Calle (quien publicó una preciosa biografía en cómic de Tina Modotti), mi amigo Juan Hernández Luna, Eugenio Aguirre (con el que he hecho buenas migas) y muchísimos más.

Estuve en una mesa de blogueros con varios autores locales. Fue divertido. En los siguientes días participo en unas mesas redondas sobre narrativa y novela negra.

No cabe duda, esto es un Disneylandia para rojos.

Por otro lado, una huelga de Iberia ha dado al trasto con mis planes de ir a Barcelona. Sale casi tan caro cambiar mi fecha de regreso como volver en temporada baja. Chale.

Bueno, acaban de inaugurar un acuario en Gijón...


Una disculpa

Gracias a todos los que han escrito comentarios en las últimas dos entradas. Lamentablemente el tiempo de conexión aquí es muy caro y no puedo responderlos individualmente, como acostumbro. Ya lo haré cuando esté de vuelta. Por ahora, saludos a los parroquianos de esta bitácora. Me tomaré una sidra asturiana a su salud.

Update:Efectivamente, escribí hipanofilia en lugar de hispanofobia. Muchas gracias a mi amiga Rax por hacérmelo ver.