lunes, agosto 30, 2004

Dos obituarios

Adiós, Graphis, adiós.

La librería Graphis, sita en la calle de Gutemberg desde hace casi treinta años, cerró el sábado.

¿A quién le importa?, dirán algunos.

Bueno, a mí y me imagino que a todos los que alguna vez fuimos clientes asiudos de la primera librería especializada en imagen de este país, probablemente de latinoamérica.

En ella se podían conseguir desde hace tres décadas libros de arte dedicados a los temas más diversos: manuales de aerografía, libros de cine, arquitectura, decoración, fotografía, caricatura y una muy buena selección de comics.

En 1984 acompañé a mi tía Bertha, hermana de mi papá y en aquel tiempo periodista del Universal, a hacerle una entrevista al caricaturista Helio Flores (uno de mis héroes desde entonces).

Él fue el que nos dijo que si el niño quería comprar libros de caricatura, fuera a Graphis, en el 60 de Gutemberg.

Llegar a ese lugar, siempre en semipenumbra y atendido por un clon de Orson Welles reveló la existencia de un mundo que para mí era desconocido:

En alguna parte, alguien se tomaba en serio eso de los comics y la caricatura.

El primer libro que compré ahí fue una historia mundial de los comics, de un tal Dennis Gifford, libro que me costó trescientos mil de aquellos pesos. Tuve que ahorrar casi un año para comprarlo y a la fecha lo tengo en perfecto estado.

Desde entonces fui cliente más o menos consuetudinario. Curiosamente, cuando me mudé a Anzures, a una cuadra de la librería, que ya se había pasado al número 18-A de la calle, fue cuando la visité menos.

Y aún así, compré montones de libros en estos últimos años.

Sin embargo, librerías como Gandhi y Tower Records empezaron a traer los mismos libros a mejores precios. Pronto ahogaron a la que por décadas fue la única fuente de información visual para los voraces chilangos que de no existir este changarro, nos hubiéramos sentido aislados del mundo. Y me consta que éramos legión.

Imaginen mi sorpresa el sábado, cuando casi por casualidad de la vida pasé con Cynthia a buscar un manual de aerografía que me encargó mi mamá para un ahijado suyo, y toparme con el dueño sacando la última caja con sus últimos libros, cerrando toda una época de la gráfica en México.

Casi se me bota la lagrimita.

Si lo que le hace falta a este maltrecho país son más librerías y menos discotecas...

En fin.

Carta abierta a don Enrique Alonso

Maestro,

Ud. no me conoció, pero yo tuve la fortuna de sí conocerlo a usted.

Para 1977 ó 78, usted ya era una leyenda. Nada menos que el pionero de la televisión infantil en México. Qué cierta era para mí aquella frase de que Cachirulo le gustaba "a los papás de los niños y los papás de los papás de los niños". Verá, Bernardo y Virginia, mis papás, habían sido fans suyos (y de Cri-Cri) de niños.

A la fecha, Virginia recuerda el miedo que le daba la Bruja Escaldufa, archienemiga de Cachirulo, caracterizada por una actriz ¡Con una nariz de cartón!

Ello me lleva a mi punto medular: en esta época de efectos digitales y franquicias televisivas, ¿qué niño se podría interesar en los cuentos clásicos de Teatro Fantástico?

En su novela Barbazul, Kurt Vonnegut se adueña de la voz del pintor Rabo Karabekian (sé que ud. era muy culto, ¿alguna vez leyó a Vonnegut?). El artista, hijo de migrantes armenios que sobreviven el holocausto turco, escribe su autobiografía desde su casa en Cape Cod, a la orilla de la alberca de su mansión, ahora ocupada por la hija de su ama de llaves y sus amigos adolescentes (todos hijos de trabajadores de otras mansiones.

En algún momento en que Karabekian/Vonnegut hace una metáfora con las gorgonas, se pregunta si estos chicos bronceados sabrán qué son tales monstruos mitológicos, sólo para llegar a la conclusión de que no sólo lo ignoran, además les vale un pepino.

Aquel día, en los 70, en el Polyforum, apareció usted, con su atuendo de arlequín gay, con el cabello color zanahoria. No cabe duda, el primer punk que vi fue Cachirulo. Presentó una obra infantil, para deleite de los enanos, en el que hacía el papel de un duende llamado Triki-Trake. ¿O era Pinocho, donde hacía el papel de Pepe Grillo? ¿O iríamos varias veces a verlo?

Como sea, cuando acabó la función --de la que no recuerdo nada--, fuimos con mi tía al camerino a entrevistarlo. Bertha sacó su libreta y apuntaba sus respuestas mientras Alfredo y yo le observabábamos fascinados (¿te acuerdas, Alfresa?), pues aún tenía el maquillaje puesto.

Han pasado casi treinta años. A inicios de los ochenta, usted regresó a la tele con una temporada magnífica de Teatro Fantástico (¿o tenía otro título?) en el canal trece del estado mexicano. Yo no me lo perdía. Me gustaba mucho más que las repeticiones en blanco y negro del viejo show, que repetía el canal 4 de Televisa.

Recuerdo especialmente la puesta de Scherezada, la de los hijos del capitán Grant y un cuento japonés en el que todos los monbres parecían expresamente bromas verbales (el príncipe era Sumoto, la princesa --creo-- Michiko, y así).

La serie se acabó casi al mismo tiempo que mi niñez. Yo me hice hombre, o lo intenté, y me olvidé de usted por completo. ¿Dónde andaría usted mientras yo me fumaba mi primer cigarro, escondido en el gran campo de fut de la secundaria? ¿Cuando compramos Roque, Vicente y yo nuestra primera Playboy? ¿Cuando el chofer de Roque nos metió a nuestra primera película para adultos? ¿Cuando cumplí 18 años y me puse mi primera borrachera? ¿Cuando le entré por primera vez al slam o me hice mi piercing? ¿Cuando perdí mi virginidad escuchando música de los Van-Van?

Quizá en algún momento nos volvimos a cruzar. Recuerdo haberlo visto haciendo al Chuti de don Juan Tenorio en una puesta de Gonzalo Vega. Magnífico, por supuesto.

Pero la vida da muchas vueltas, y en una de ellas me hice escritor y en otra me hice esritor de libros infantiles. Mi primer libro, una variación del mito de Scherezada protagonizada por un robot niñera, habla fundamentalmente de nuestra sed insaciable de historias. Aquella sed que usted, maestro, mitigó durante tanto tiempo.

Lo triste del asunto es que quizá los niños de hoy, en estos tiempos de guerra y videojuegos, seguramente hallarían aburridísimas sus historias. Prueba de ello fue el fracaso de la última encarnación de su show en TV Azteca.

En fin, creo que me extiendo en exceso. Intentaré ser conciso.

Maestro, ahora que nos ha dejado, muere con usted la era de piedra de la TV infantil de este país. Pero también muere un pedacito de la niñez de los que ahora son (o somos, aunque no tengo hijos) los papás de los niños, de los papás de los papás de los niños y los pocos papás de los papás de los papás de los niños que aún quedan.

Es una pena que lo hallamos archivado en el olvido, Cachirulo. A los niños y jovencitos de hoy no les caería mal saber quiénes son las gorgonas.

Espero que duerma usted tranquilo. Cualquier año de estos lo alcanzo.

Un saludo,

B.

miércoles, agosto 25, 2004

Un día sin mexicanos

"Deja de buscar, y encotrarás", dice la máxima zen.

Tiene razón.

Ya sabía que tus brazos eran un buen lugar para estar. Lo que no conocía (pero alguna vez imaginé) fue lo dulce de tus labios.

Qué me iba a imaginar que Un día sin mexicanos, tremendo bodrio heredero de La risa en vacaciones iba a ser el pretexto para ir juntos al cine. Que lo malo de la cinta del Arau iba a enmarcar en la oscuridad de la sala el primer beso. Y el segundo y tercero.

La película me gustó porque lo que vi fue la eternidad reflejada en tus ojos durante un segundo.


Así son mis días (2)

1) Auspiciados por la generosidad de José Luis Zárate y Ernes, su esposa, Cynthia y yo pasamos el fin de semana en su casa, en Puebla. La idea era ir a corregir con él la novela que acabo de escribir. No pudo haber mejor tutor para este libro, sin duda José Luis es el mejor escritor de ciencia ficción de este país, y se conectó de inmediato con el libro, corrigiéndolo como si fuera de él. Desde aquí, un gran agradecmiento a los Zárate y Pepe, su hijo de 8 años. Y doble gracias a Cynthia y Ernes por soportar estoicamente la nerdez de sus parejas mientras Zárate y yo hablábamos de robots y naves espaciales.

2) Pulpo Comics, antología de historieta mexicana de ciencia ficción compilada y editada por un servidor está lista. Casi 40 autores, 6 mujeres moneras y más de 100 páginas de comics de ciencia ficción que habrán de distribuirse pronto por las librerías de todo el país. El proyecto contó con la beca de co-inversión para proyectos culturales del Conaculta. Ya volveré sobre ello.

3) "Ahora que estás tan feliz vas a poder escribir menos", me dijo hace rato Juanito Hernández Luna. "Le pasó a Dylan, le pasa a todos. Espera la ruptura para que regrese la inspiración". Mmm.

4) Aunque algo de cierto dice Juan.

5) Así que disculpen si ando de un cursi subido en estos días.

6) Lo cierto es que en estos momentos poco me importa la política nacional, ni los pobres resultados olímpicos ni nada que no tenga nada que ver con Cynthia.

Yo, robot
La publicidad promete una cinta de muchos tiros, y cumple. Afortunadamente, para los que lo detestamos, la película no tiene nada que ver con las nerdeces de Asimov, como no sea el planteamiento de las famosas tres leyes de la robótica (atribuidas aquí a uno de los personajes de la cinta).

En una sociedad donde hay un robot por cada 5 humanos, un detective que desconfía de las máquinas (Will Smith) ?por un pasado traumático vinculado con ellos? no duda en atribuirle el asesinato de un brillante científico (adivinaron, el que inventa las 3 leyes).

Nadie le cree, lo cual ayuda a encubrir una siniestra conspiración de las máquinas para dominar a la humanidad. Punto. El resto son balazos y persecuciones.

Los efectos visuales son impecables, la visualización del mundo futuro es de lo mejor que he visto en años (no es Blade Runner pero deja muy atrás a la fallida Minority Report de Spielberg).

El director Alex Proyas ya había dado muestras de su buen oficio con El cuervo ?tristemente famos por la muerte accidental deBrandon Lee durante el rodaje? y la deslumbrante Dark City, en la que por cierto se utilizaron un mínimo de efectos digitales.

No pasa lo mismo con I, robot, cuya pirotecnia audiovisual sería impensable sin la tecnología digital.

Para terminar, mis 5 razones puntuales para adorar esta cinta y uno para aborrecerla:

1) Porque el héroe es un negro.

2) Por el énfasis puesto en la aquitectura y ambientación de la ciudad (Chicago en 2035), lo que convierte al escenario en otro más de los personajes.

3) Porque los robors NS-5 están basados en el diseño de las iMac.

4) Porque hará rabiar del coraje a los fans del arrogante doctor Asimov.

5) Y porque Will Smith usa tennis Converse.

Lo que no me gustó incluye también este último punto: los creadores no pudieron ceder a la tentación de hacer del personaje principal un adorador del pasado, que es nuestro presente, un nostálgico de cacharros como la música funk y los Converse, lo cual es un cliché muy manoseado por la ciencia ficción, en lugar de arriesgarse a imaginar los gustos futuros. En fin, un negrito en el arroz.

Fanáticos de Tarkovsky y Greenaway, favor de abstenerse.

lunes, agosto 16, 2004

Perdón por no haber escrito...

Pero estoy estrenando un nuevo amor...

(Qué bonita es la vida!).

Nos leemos pronto.

martes, agosto 10, 2004

De vuelta al colegio (como Rodney Dangerfield)

Ayer lunes 9 de agosto fue mi primer día de clases, como prof, en mi alma mater.

Resulta, damas y caballeros, que el peor alumno del la historia del departamento de diseño de la Ibero, aquel cuyo director --un tal Tonatihu Navarro-- alguna vez jurara que jamás se titularía (se la peló, ¡ja!) es ahora profesor de Ilustración I.

Y es que es tan extraño de repente estar del otro lado, aquel que tanto desprecié (pese a ser de una familia donde prácticamente todas las mujeres son maestras).

Como sea, me he propuesto ser un perrazo, al estilo de todos aquellos profesores que se deidcaron a deformarnos en los colegios maristas.

Tengo un grupo de 16 pelados. Bueno,15 mujeres y un hombre.

Como me dijo Pepe Rojo, "si llegas perro, puedes terminar el curso buena onda; si llegas buena onda, acabarás humillado."

Por lo pronto, el lunes no dejé entrar a una chica que llegó 20 minutos tarde.

Perrez, güey, perrez...

El hombre indestructible

Todo parece indicar que AMLO saldrá invicto del famoso proceso de desafuero. La bancada priísta no está dispuesta a apoyar al PAN en el proceso del desafuero, además de que resulta que hay antecedentes de que la PGR exoneró a un alcalde panista con los mismos cargos.

Como se sabe, el domingo se organizó una valla humana que pretendió cubrir todo Insurgentes. En la más pura tradición del PRI, la misma fue rellenada de acarreados. Pero lo que más me desconcierta es que Dolores Padierna (la esposa del tal Bejarano) haya encabezado la cantada del himno nacional.

Y no porque cante espantoso, sino porque demuestra la cercanía de AMLO con grupos de dudosa ética encabezados por este tenebroso matrimonio.

Porque si AMLO le pega a la grande, ahí estarán también estos vivales, cobrando la factura de su apoyo lamebotas y lambiscón.

A menos que el tabasqueño tenga un cinismo similar al de Fox, que no le dio al PVEM ni un vaso de agua (que si lo ha hecho, imagínense).

Mini reseñas en 4 palabras

Hellboy: una magnífica adaptación cinematográfica.

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos: Ésta me hizo llorar.

Ya para irnos

Ya viene Pulpo Comics...

lunes, agosto 02, 2004

Tú y tus gurús
Una de las 10 personas más importantes en mi vida fuera de mi familia es Luis Javier García, alias el Carcass.

Compañeros desde la prepa, Luis y yo nos conocimos en el taller de artes gráficas que daba un tal Mario de la Peza. El taller fue básicamente un curso de serigrafía y alguna que otra manualidad, pero ambos supimos reconocer en el otro un freak similar.

Ambos éramos unos marginados. Él, por su afición morbosa al cine gore. Yo, por ser un clavado de los comics y la ciencia ficción. Pronto comenzamos a intercambias material.

Siendo de una generación anterior a mí, Luis decidió de último momento no hacerse ginecólogo y se metió a estudiar diseño gráfico en la Ibero, convencido de que las ciencias de la vida no eran su onda.

La medicina perdió un gran médico, pero nosotros ganamos un grafista extraordinario que desgraciadamente no es tan prolífico como sería deseable.


Dueño de una gran inteligencia y una memoria sorprendente, el Carcass es un erudito cuyo rango de conocimiento va desde el cine basura de Hong Kong y la música grindcore hasta la teoría del arte contemporánea y medios digitales.

Generoso con el conocimiento, ha sido catedrático universitario desde hace mucho tiempo.

Y todo esto no es para pedirle dinero prestado, sino para darle la bienvenida a la blogósfera. Puedes echar un vistazo a sus múltiples referencias contraculturales y posmodernas aquí. Este blog haría las delicias de David Cronemberg, Rob Zombie y Alex Delaiglesia juntos.

Ojalá lo disfruten.

Comercial
¡Bef y Bachan juntos de nuevo! No dejen de checar nuestra parodia de Van Helsing al estilo de Kurrtzman y Elder en el número 2 de Mad, de venta en los puestos de periódicos. Se aceptan comentarios y críticas a mi mail.

Una vez más, una editorial en cuatro palabras
Cancún está que arde.