miércoles, agosto 20, 2003

Un soplo de esperanza para los muertos

"There must be some way out of here," said the joker to the thief,
"There's too much confusion, I can't get no relief.
Businessmen, they drink my wine, plowmen dig my earth,
None of them along the line know what any of it is worth."

"No reason to get excited," the thief, he kindly spoke,
"There are many here among us who feel that life is but a joke.
But you and I, we've been through that, and this is not our fate,
So let us not talk falsely now, the hour is getting late."

All along the watchtower, princes kept the view
While all the women came and went, barefoot servants, too.

Outside in the distance a wildcat did growl,
Two riders were approaching, the wind began to howl.


All along the Watchtower, del maestro Bob Dylan,
para conmemorar el 20 de agosto, d’a de San Bernardo
de Valleclaro, promotor de las cruzadas.

martes, agosto 19, 2003

Hablan Philip Roth y Milan Kundera

Roth:ÀCree que llegar‡ pronto la destrucci—n del mundo
Kundera: Dependo de lo que entienda usted por pronto.
Roth: Ma–ana o pasado.
Kundera: La idea de que el mundo se precipita hacia su perdici—n es muy antigua.
Roth: Entonces, no hay de quŽ preocuparse.
Kundera: Al contrario. Si este miedo lleva desde hace tant’simo tiempo en la mente de los hombres, por algo ser‡...

domingo, agosto 17, 2003

To die alone, unloved, unmourned

Raphael Aloysius Lafferty (1914Ñ2002) fue una de las mentes m‡s brillantes que ha generado la tradici—n norteamericana de la ciencia ficci—n.

Ingeniero electricista, comenz— a escribir ya entrado en sus cuarentas. Muy pronto llam— la atenci—n de la cr’tica y los lectores por su extra–o sentido del humor y el agudo ingenio punzocortante que poblaba sus historias.

Autor de m‡s de 200 cuentos cortos y unas 20 novelas, se desenvolv’a mejor en los trabajos de corto aliento. As’, entre sus casi 20 recopilaciones de cuentos cortos destaca Novecientas abuelas, publicada por Edhasa, me parece, en algœn momento de los 70.

Lafferty se defin’a como un hombre "gordo y soltero" que gustaba de caminar. "Denme una ciudad y la recorrerŽ en unas horas a pie".

De entre sus muchos cuentos, recuerdo uno especialmente entra–able para m’, incluido por Brian Aldiss en Imperios Gal‡cticos, en donde un ‡ngel comete la impertinencia de introducir el azar en el universo reciŽn creado por dios. Como castigo, es obligado a esperar a que dos simios tecleen las obras completas de Shakespeare golpeando aleatoriamente las teclas de sendas m‡quinas de escribir. A manera de reloj se les pone un cubo de granito de un parsec de arista que es picoteado por un periquito (se asume que los animales son inmortales e incansables).

Cuando el ‡ngel, tras millones de a–os y con el cubo ya bastante desgastado, cree que los changos lo han logrado, descubre que uno de ellos se equivoc— en una l’nea, con un ingenioso juego de palabras que ahora escapa a mi memoria y que obliga a los tres a volver a su puesto, esperando a que los simios lo hagan bien.

En 1980 un infarto oblig— a Lafferty a dejar de escribir y guardar reposo. En 1994 un segundo infarto lo mand— a la cama en un asilo de ancianos en un lugar atinadamente llamado Broken Arrow, en Oklahoma.

Ocho a–os despuŽs, olvidado por el mundo y sin esposa o hijos que lo llorararan, R.A. Lafferty muri— silenciosamente en su cama de hospital.

Si no lo has le’do, ÀquŽ esperas?

viernes, agosto 15, 2003

Te vas porque yo quiero que te vayas

Hace unos días, Eneas, uno de mis room mates, compró un disco llamado Pero sigo siendo el rock, en la que una serie de grupos de rock hacen covers de canciones de of all people José Alfredo Jiménez.

Siempre me ha parecido un poco triste que la música que más se identifica con lo mexicano sean las rolas rancheras de un alcohólico perdido como el tal J.A.

Una vez, una amiga de mi mamá, al vernos a Alfredo y a mí de arete y cabello azul, nos preguntó: "¿A poco ustedes si son muy roqueros? Porque cuando a mis hijos les da el mal de amores, sí ponen sus canciones de José Alfredo..."

Pendeja.

Como sea, cuando escuchábamos el disco, el propio Alfredo señaló lo patético de las letras. "Imagínate, a este sujeto lo deja su mujer y lo que le dice es que se va por que él es el que quiere que se vaya".

Bueno, pues algo similar pasa con la salida de Rosario Robles del Perredé.

Al ser entrevistada por Carmen Aristegui, la ex lideresa dijo que "probablemente" había sido víctima del fuego cruzado entre el Sietecampañas Cárdenas y el Pejelagarto López Obrador.

Como sea, fue la propia Rosario quien prometió llegarle en caso de no llegar al 20% de votos. Es una pena, porque independientemente de todo la mujer me cae muy bien, pero se quedó en el 19%.

El propio Leonel Godoy, sucesor de Robles, ha dicho que ella aún tenía mucho que darle al partido.

Pero es que, si las promesas no las cumplen ni los chicos buenos de la izquierda, ¿quién lo hará?

jueves, agosto 14, 2003

Heatwave

La ola de calor que azota a Europa no sólo ha azotado con decenas de incendios los bosques, sino que ha cobrado tan sólo en Francia 3000 vidas.

El asunto se torna aún más grave dado que fueron los médicos de emergencias quienes alertaron sobre la gravedad del asunto sin que les hicieran caso. Recordemos que los europeos se toman muy en serio el asunto de las vacaciones, por lo que el continente prácticamente descansa en julio y agosto.

Las víctimas más vulnerables son los ancianos. Imagínate toda una vida en la campiña francesa, bebiendo Beuajolais y tragando queso, para morirte de calor.

Si eso me pasara, pediría que en mi epitafio pusieran ¡Merde!

martes, agosto 12, 2003

El buen gobierno

Platicando con Alfredo, mi hermano, sobre los territorios autónomos zapatistas, él me cuestionaba si era importante la validez legal de estas reservaciones cuando las leyes han fallado de manera centenaria a los pueblos indígenas.

Es verdad, todavía en los años cuarenta cierta ley chiapaneca prohibía a los indígenas circular por las banquetas, debían hacerlo por las calles como animales de carga.

Aquí la pregunta pendeja sería la siguiente: ¿acaso por ser indígena, una persona es mejor que alguien que no lo es? Es decir, ¿serán mejores gobernantes los propios indígenas?

Claramente se acabaron —o deberían acabar— los abusos que sufrieron durante siglos. Al menos en esos territotios. Pero, ¿tendrán la sabiduría y la ecuanimidad para no repetir los errores del pasado? ¿Serán capaces de no caer en abusos, autoritarismos y cacicazgos entre iguales? ¿Compartirán solidariamente el dolor de haber sido explotados durante siglos, o querrán desquitarse con el prójimo más cercano (incidentalmente, otro indio)?

Me gustaría pensar que sí. No quisiera presenciar otra Rebelión en la granja a la Orwell.

sábado, agosto 09, 2003

Cajas chinas

Ahora resulta que el EZLN ha creado una especie de estado independiente que aglutina a 33 municipios bajo el nombre genŽrico de buen gobierno, contrapuesto al llamado por ellos mal gobierno, muy en la l’nea de los malosos del presidente Zedillo.

Mi relaci—n sentimental del EZLN ha sido ambivalente. Desde el miedo que nos provoc— a todos saber que hab’a un levantamiento armado en Chiapas, los d’as de incertidumbre, la terrible racha que vivimos del 94 hasta m‡s o menos mediados del sexenio de Zedillo, pasando por la emoci—n que nos dieron los primeros comunicados del Subcomandante Marcos hasta la decepci—n de verlo convertido en una vedette enferma de poder y luego el silencio, las pl‡ticas ded paz empantanadas, la posici—n siempre cambiante del tal Sub hasta este nuevo resurgimiento.

Amodio al EZLN.

DespuŽs de todo, vino a sacudir nuestras conciencias para luego herrumbrarse en sus propias incoherencias.

Lo incre’ble es que han pasado casi diez a–os.

La pregunta, y es lo que los cr’ticos m‡s agudos del EZLN han hecho desde hace mucho, es si es v‡lido crear un estado dentro de otro sin la menor sustentaci—n legal.

A veces siento que la democracia es como la ciencia. ƒsta œltima, con sus defectos, es la mejor manera que la humanidad en su conjunto ha encontrado para explicarse el mundo. La otra ha sido la mejor manera que hemos encontrado para organizarnos socialmente. Ambas llenas de defectos, ambas perfectibles, pero sin duda son mejores que cualquiera de sus alternativas.

ÀQuŽ sentido tiene entonces implantar formas primitivas de gobierno, por muy autogestivas que sean, que f‡cilmente pueden caer en cacicazgos y autoritarismo, eso s’, emanados de los propios ind’genas?

Si al final de todo lo que se pide es justicia, ÀquŽ justicia hay en pasar sobre la ley y finalmente sobre el resto de los mexicanos para imponer sus propias condiciones?

Es como dec’a uno de mis profesores maristas: solicitar excepciones es como pedirle al ‡rbitro que te dŽ chance de tomar el bal—n con las manos. "ÀPor quŽ lo quiere tomar con las manos, si las reglas dicen que se patea? Pus nom‡s..."

Lo preocupante para m’, y es con lo que cierro, es lo siguiente: crear un estado dentro de otro, como cajas chinas, y meter ah’ a los ind’genas zapatistas a que se regulen autogestivamente, Àno es como las reservaciones norteamericanas y canadienses? ÀNo es lanzarlos dentro de una jaula de oro (o en este caso, de caoba)?






(no cabe duda, cada a–o me hago m‡s reaccionario).

viernes, agosto 08, 2003

Premios, antologías y becas

No sólo la historia es escrita por los ganadores, sino que éstos son los únicos que quedan contentos.

El Chícharo Sifuentes fue seleccionado para la beca de jóvenes creadores de este año que corre. Él mismo ha ganado varios premios nacionales y uno internacional de cuento de géneros.

Yo no soy muy bueno para ganar concursos, pero he tenido algunos triunfos en momentos clave. Un premio nacional de periodismo, un par de menciones, una inclusión en una antología.

Pero, ¿cuántas veces he renegado por no ser el ganador de tal concurso? ¿Cuántas repelé por haber sido descalificado de tal otro?

A final de cuentas, todo depende del famoso cristal por donde se mire.

Recuerdo haber leído en la biografía que hiciera José Agustín sobre Parménides García Saldaña cómo éste fue a darle una tunda a García Ponce u Octavio Paz, no recuerdo, por no haberlo incluido en una antología de narrativa joven de los años sesenta. Qué patético.

Pero cuántas veces he deseado darle una madriza a tal o cual juez. Ah, envidia, qué vil; eres. Te alojas en el fonde de nuestro corazón, de donde no sales.

Ahora estoy escribiendo una ambiciosa novela de cienci ficción para el concurso de Minotauro, en España. Sé que se presentarán a concursar todos los freaks profesionales, y por ello me refiero a todos: los mexicanos, los españoles, los argentinos y hasta el ecuatoriano (saludos a Leonardo Wild).

Sólo habrá un ganador.El resto rumiaremos nuestra derrota con amargura resignada.

The horror, the horror...

jueves, agosto 07, 2003

I'm back

¿Y qué se supone que escribe uno después de una ausencia de más de dos semanas en el blog?

¿Cómo te pones al día?

En estas dos semanas me seleccionaron para la antología de Joaquín Mortiz, vendí un proyecto importante para un grupo editorial, vi al lobo Porcayo, se fue uno de mis room mates, me rompieron el corazón, tuve una revelación en el diván de mi psicoanalista y otra frente a una leche malteada en el Toks de Ejército nacional, festejamos el cumpleaños de Chema Hipólito y la inclusión en la antología famosa de textos míos, de Pepe Rojo y Alberto Chimal, comencé a pintar un cuadro para un amigo, comí con Bachan y cumplió años David, mi socio y mejor amigo. Le he ofrecido trabajo a tres diseñadoras, mismas que lo han rechazado, y rechacé una chamba de la Comisión Nacional del Agua. Entré y perd’ un concurso, me cancelaron un curso sobre guionismo de comics y me invitaron a una convención jalapeña sobre literatura infantil. Inauguraron una revista en la que colaboro sin invitarme pero fue mi papá. Hice mi primera ilustración para Quo, mi abuelo cumplió 90 años y conocí a un millonario. Todo ello, prácticamente sin levantarme de mi computadora (o casi). Es muy rápida la vida.

Han pasado muchas cosas.

No importa. Estoy de vuelta.