Orgullo
Soy un hombre afortunado, por muchas razones, pero una de las más importantes es que he tenido el privilegio de estar cerca de mucha gente interesante, de llamarlos amigos.
Pero el más cercano de ellos, por razones en la que abundaré a continuación y sin que por ello los demás sean menos queridos, ha sido desde hace casi veinte años Bachan.
Ello no sólo porque nos conocemos desde adolescentes, sino además que hemos compartido varios vicios que incluyen el dibujo, los cómics y la narrativa gráfica. Y aquí lo vuevlo a decir, estoy convencido de que Bachan es por mucho el mejor monero de ete país.
(Y que quede claro que no le quiero pedir dinero prestado).
Hace unos días me tomé un café con él, lo cual es habitual y no tendría nada de especial si no fuera porque el tío Bachan acababa de regresar cubierto de gloria del festival de cómics de Angouleme, a donde fue invitado por su editor europeo, Humanoides Asociados.
Para contextualizar un poco, es en Francia donde se produce el mejor cómic del mundo, es Angouleme su festival más importante del medio y es Humanoides el editor de más prestigio en ese país (es el editor de Jodorowsky y Moebius, entre otros). Bachan está a minutos de ser una estrella mundial del cómic. Y ya se codea con los grandes.
Este éxito no es gratuito. Cualquiera que lo haya conocido, lo recordará dibujando todo el tiempo, a todas horas, con una velocidad y un talento impresionantes.
Lo anterior aunado a una disciplina y determinación férreas. Cada vez que alguien le dice que dibuja muy bien, que cómo le hizo, él contesta "vil práctica, he dibujado por lo menos unas ocho horas diarias desde que tengo uso de razón."
Después de haber obtenido chamba con la DC comics, dibujar un par de Doom Patrols y mandarlos por un tubo ante la cerrazón de sus criterios editoriales, Bachan comenzó a dibujar su propia revista, El Bulbo, con su personaje de toda la vida.
Tras unos números me invitó a unirme a su equipo de una persona haciendo los guiones y durante un año la revista se publicó y distribuyó en los puestos de revistas con gran éxito (todo el éxito que puede tener una revista independiente).
Fue gracias al Bulbo que invitaron a Bachan a Francia a un festival pequeño de historieta. En esa ocasión, Jean-David Morvan, quien es su guionista en Humanoides, dio con un ejemplar del Bulbo y se enamoró del dibujo de mi amigo. Sin haberse conocido en el festival, Morvan decidió contactar a Bachan para que le dibujara un álbum.
El resto es historia y ahora me uno a los festejos de la salida del segundo volumen de la serie Nirla Omirli. Feliz, feliz, alegre, alegre.
"¿Te acuerdas?", me dijo cuando nos vimos, "cuando éramos adolescentes veíamos con ilusión el cómic gringo. Pensábamos que algún día podríamos dibujar ahí, pero el francés si me parecía inalcanzable. Y ya ves."
Enhorabuena, mi querido Bachan. Estoy orgulloso de ti.
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