Hay que leer más, don Vicente

El problema de no saber historia, y perdón por caer en el lugar común, es que pareciera que es irremediable cometer los errores del pasado.

Algo me hace pensar que don Vicente Fucks nunca ha leído un libro de historia (y creo que de ningún otro tipo). Miren ustedes:

-) De haberlo hecho, don Vicentico sabría que el estado mexicano es una entidad laica donde hay cabida para todos, católicos, protestantes, budistas, satanistas, shintoistas y ateos y que tradicionalmente los presidentes han relegado su vida religiosa a la intimidad. Por lo anterior, y de saber un poco de historia, insisto, jamás habría besado la mano de Juan Pablo II ni haría tanta alharaca de sus idas a misa con su mujer.

-) Asimismo, nuestro culto presidente entendería la complicación y retroceso histórico que imploca la devolución del Palacio del Arzobispado. No leyó nada al respecto, y tenga su escándalo.

-) Del mismo modo, sabría que el petróleo, patrimonio nacional que históricamente se ha convertido en botín de un grupúsculo de bandidos (saludos a Romero Deschamps) no puede prometerse a los gringos durante la campaña ¿porqué no sanearlo desde dentro? ¿o seremos tan bestias que necesitamos de la capacitación de los senadores republicanos para manejar nuestro petróleo que, ojo, sólo está garantizado por 12 años más?

-) Y finalmente tan bruto personaje entendería que el único legado real de la triste revolución mexicana fue la no reelección (ya que en 70 años jamás hubo sufragio efectivo) y que promover a su vieja para la grande es por lo tanto un retroceso histórico (y no es que a este país le haya salido barata la pantomima sexenal, pero era la única manera de tener más dictadores al estilo latinoamericano).