El Chivo vs. el Gabo
Ahora, en lo que sería el equivalente literario de un tiro entre el Santo y Blue Demon, Mario Vargas Llosa arremete contra Gabriel García Márquez, llamando al colombiano cortesano de Fidel Castro.

Dice don Mario: García Márquez es un escritor cortesano de Fidel Castro al que la dictadura muestra como una coartada en el campo intelectual, y él se ha acomodado hasta ahora muy bien con todos los abusos, los atropellos a los derechos humanos que ha cometido la dictadura cubana, diciendo que, en secreto, él consigue la liberación de algunos prisioneros políticos. Ah, jijos.

Creo que la enseñanza de todo este triste episodio, que dudo esté cerca de concluir, es la referente a la necesaria lejanía de los intelectuales frente al poder. Es imposible vincularse a los poderosos sin salir manchado del pantano de la política.

Por supuesto, Gabo no es el primero ni el último de los intelectuales que acuden al canto de las sirenas del poder. De momento me vienen a la memoria la amistad de Carlos Fuentes y Ricardo Garibay con el tenebroso presidente Luis Echeverría, o la buena relación de Octavio Paz con Salinas de Gortari, Carlos Monsiváis con Cuahutémoc Cárdenas y finalmente la del controvertido "güero" Castañeda con Fox, para no ir más lejos.

Claro, debe ser muy tentador que los poderosos busquen tu amistad nada más por ser tú.

Mmmmh...

Pensándolo bien, declaro públicamente: si algún político poderoso desea la amistad sincera de un incipiente escritor de ciencia ficción y monero, no dude en mandarme un mail. Nomás le pido que no ande matando adversarios políticos porque siempre es muy gacho que a uno de llamen gato, aunque sea de angora.

"El que se mueve no sale en la foto"...
...dijo el legendario Fidel Veláquez. Ahora que estoy leyendo El dedo de oro de Guillermo Sheridan, casi extraño al célebre lechero de la CTM. Ésos eran políticos, señores y damas, no las tristes cenizas del gato Félix, como dijo Menem, que dejó al morir el mítico líder obrero (léase Leonardo la güera Rodríguez Alcaíne).