Estoy sorprendido de las reacciones que provocó la imagen que coloqué en el post anterior. Creo importante puntualizar varias cosas:

1) Como bien señaló mi amiga Sumi, la imagen me la mandó mi ex alumna Danny Flores, a la que le di clase en la Ibero. Nunca dije que estos sujetos eran mis alumnos (no conozco a ninguno de ellos). Danny no aparece en la foto (entre otras cosas porque no está en París, sino en el DF haciendo un curso de verano en la Universidad).

2) La imagen me parece patética, expresa la nula politización y compromiso de estos chicos. Ya en otras ocasiones he hablado de lo frustrante que es enfrentarse a este tipo de alumnos.

3) Sin embargo, pese a la pobreza de sus ideas, y mientras no lastimen o violenten a nadie, tienen todo el derecho de expresarlas (mi amiga Ira Franco hablaba sobre los riesgos de esta posición voltaireiana en un reciente post de su blog, es un debate que sigue pendiente, me parece).

4) Durante toda mi vida adulta he sido de izquierda moderada y simpatizante del PRD. Pero veo con desconfianza a AMLO y la gente que lo rodea. Eso no me convierte en un facho.

5) Lo que realmente me preocupa es la polarización de nuestra sociedad, la intolerancia que convierte a quien no está de acuerdo conmigo en lo político en alguien despreciable, en un enemigo. Recuerdo gente muy inteligente que militaba en el PAN, como Castillo Peraza, y gente despreciable que militaba en el PRD, como Gustavo Ponce.

6) Cualquiera de los dos candidatos que quede triunfador el 2 de julio tendrá necesariamente que conciliar con las otras fuerzas políticas y corrientes de pensamiento, no hacerlos sus enemigos. Eso es la democracia (por eso la imagen que ilustra este post, tomada de Drawn!).

7) Creo que lo único bueno de todo esto fue dar con el blog de Malintzin, una extraordinaria bitácora sobre su vida como extranjera en España.

8) Me parece que hace falta un poco de sentido del humor a nuestra izquierda. Si los simpatizantes de AMLO son tan solemnes, temo que tendremos un sexenio muy complicado.

9) Finalmente agradezco a todas las personas que dejaron un comentario junto con su e-mail, incluso a aquellas que expresaron su desacuerdo conmigo (incluso en forma violenta). A quienes dejan insultos anónimos, sin responsabilizarse de su opinión, como dijo un gran clásico, ni los veo ni los oigo.

Saludos...