martes, junio 28, 2005

Dos anuncios dos
Mañana, miércoles 29 de junio, después de las 12:00 horas estaré en el noticiero de Memo Ochoa, en el 88.9 de la FM.

Por otro lado, Sergio González Rodríguez escribió un generoso texto sobre Tiempo de alacranes en su columna Escalera al cielo del suplemento dominical "El Ángel" del periódico Reforma. Reproduzco un fragmento:

Con el fin de estimular la escritura y la recepción de la narrativa de
suspenso, la Editorial Planeta y su sello Joaquín Mortiz convocó su Premio
de Novela Una Vuelta de Tuerca 2005, en el que resultó ganador el joven
escritor Bernardo Fernández con Tiempo de alacranes, un relato que se ubica
entre Nuevo León y Coahuila hacia la frontera con Estados Unidos. En
realidad, se trata de una novela que es al mismo tiempo una road movie plena
de ingredientes generacionales que incluyen los cómics, las películas
hiperviolentas, la música de rock y el lenguaje vernacular. Tiempo de
alacranes entrecruza dos relatos: el primero corresponde al punto del vista
del antihéroe de la novela, un asesino a sueldo; el segundo implica a un
trío de jóvenes nómadas en busca de su propio destino, uno de ellos prófugo
de la violencia en Europa del Este.

Al encontrarse como fragmentos en el mismo imán clandestino, la novela tiene
su motivo central, con el telón de fondo del poder delincuencial, la
corrupción judicial y policiaca, la existencia de un mundo dividido entre
quienes saben vivir de las transgresiones y quienes asumen una normalidad
que tiende a marginarlos de toda aventura. El dominio del espacio por la
propia itinerancia le da un rumbo especial a Tiempo de alacranes, y
reinventa una geografía imaginaria que cumple un papel idóneo como
plataforma hacia el suspenso primordial. La novela, que fue elegida por
unanimidad en un jurado compuesto por Federico Campbell, Ignacio Padilla y
Eduardo Antonio Parra, trae consigo también un sentido del humor que se
beneficia de las ventajas de la metaparodia, ejemplarizada sobre todo por el
cine de Quentin Tarantino o Robert Rodríguez.

Una crítica brillante de lo alrevesado de nuestra farsa colectiva.


Muchas gracias, maestro.

Más sobre el Papayo en el siguiente post...

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