viernes, septiembre 24, 2004

La Aldea, de M. Night Shyamalan

Como aún no logro que, como a mi querida Eugenia Robleda me inviten al cine de gorra de manera permanente, a veces no voy con la frecuencia que desearía.

Sin embargo, ayer pude romper el ayuno cinematográfico en compañía de Cynthia y Eneas. Nuestros pasos nos llevaron al Cinemark Polanco (debo decir que prefiero los Cinemex) a ver la última cinta de M. Night Shyamalan.

El cineasta, nacido en la India pero inmigrado a un suburbio de Filadelfia desde muy niño, ha construido su prestigio a través de una serie de películas cudadosamente escritas por él mismo, todas de corte fantástico. Su filmografía incluye Sixth Sense, Unbreakeable (para mí, la más raboncita) y Signals, todas ellas éxitos de taquilla, además de dos cintas previas hoy olvidadas.

Hitchcockiano hasta la médula, M. Night parece querer construir su filmografía alrededor de una serie de obsesiones circulares a las que regresa en cada película, igual que el genial gordo inglés. E igual que éste, hace un cameo en todas sus cintas.

The Village no es la excepción. Todos sus elementos distintivos están aquí: una historia situada en Pennsilvania en un entorno afectado por una presencia sobrenatural con un final inesperado.

Así, asistimos a la vida cotidiana de una comunidad rural a finales del siglo XIX, aislada del resto del mundo por un bosque que la rodea, habitado, se dice, por seres malignos y sanguinarios: los inmencionables ("those we don't speak of").

Tras una larga tregua pactada con aquellos seres, éstos parecen regresar a asolar la pequeña aldea, sembrando el miedo entre los aldeanos, siempre auspiciados por las penumbras.

Reiteradamente, un joven valeroso, interpretado por Joaquin Phoenix, pide permiso para cruzar el bosque en aras de abastecer a su comunidad de medicinas, ante el reciente deceso de un niño que murió, se entiende, por una vulgar infección.

Poco a poco, el director desgrana ante nosotros el complejo microuniverso del pueblo, gobernado por un consejo de mayores que parecen guardar un secreto "en cada rincón de la aldea".

La fotografía es soberbia en su frugal elegancia, acompañada de una música incidental bellísima que nos sume en la fría melancolía que envuelve a este pueblo en la medida que el verano agoniza para dar paso al otoño.

Al igual que en el guión de Vertigo, de Hitchcock, la compleja estructura de la historia ve develando poco a poco un secreto oculto que permite dos vueltas de tuerca inesperadas y sorpredentes, que algunos críticos han acusado de jaladas y poco plausibles.

Me parece, sin embargo, que la historia es redondita, sólida, y se mantiene firme y coherente hasta el final. Creo, sin embargo, que no es una cinta para todos los gustos. Los enemigos de las sorpresas deben abstenerse, al igual que aquellos incapaces de suprimir voluntariamente su incredulidad durante dos horas.

En fin, una gran historia bellamente fotografiada en la que muchos han visto una elegante alegoría al gobierno de Bush y su paranoia frente al terrorismo.

No la dejen pasar...


jueves, septiembre 23, 2004

Sólo 4 palabras sobre Gloria Trevi

Nuestra justicia da asco.
Son tiempos de cambio en mi vida. Pero las cosas no están tan mal. Verán...

Presentación de Pulpo Comics

Orgullosamente anunciamos la presentación en sociedad de Pulpo Comics, antología de historietas mexicanas de ciencia ficción.

La cita es el próximo 22 de octubre, viernes, a las 19:00 horas en la Sala de Arte Público Siqueiros, en la calle de Tres Picos # 29, Polanco, cerca del metro Auditorio.

Los presentadores, a confirmar, son Armando Bartra, Rafael Barajas El Fisgón Y un servidor. Modera la mesa Itala Schmelz, directora del museo.

Se espera la presencia de gran número de autores participantes.

Están todos invitados.

Alimenta a mi monstruo
Anoche, en la presentación de la revista Blanco Móvil dedicada a la ciencia ficción mexicana, Paco Ignacio Taibo II dijo que mi cuento, La bestia ha muerto, era uno de los mejores de la selección (junto con el de Libia Castro). Además lo dijo en el momento en que entrábamos, tarde, Cynthia, Segio Flores (monero regio de visita en el DF) y yo.

Me lo creí durante 15 minutos y fui muy feliz. Y de haber llegado temprano, hubiera escuchado también buenos comentarios de Pepe Rojo y Gerardo Porcayo, presentador y compilador del número, respectivamente (además de amigos muy queridos).

Ah, es bonita la vida...

Presentación
El próximo domingo 26 de septiembre, en el centro cultural Jaime Torres Bodet del Instituto Politécnico Nacional, presento junto con Miguel Ángel Fernández y Gonzalo Martré un catálogo razonado de la ciencia ficción mexicana, en el marco de las actividades del la Feria Internacional del libro del Poli. La onda es las 11 de la mañana, espero no estar muy devastado porque el día anterior toca...

Mamá Pulpa en el Bulldog
Sábado 25, en el famoso congal de avenida Revolución. Me parece que hay barra libre, que las chicas no pagan pero que el cover para los caballeros es elevado. Yo, afortunadamente soy hermano del que canta y novio de la mánager...

lunes, septiembre 20, 2004

Todavía me acuerdo

Era temprano. Yo vivía lejos de la secundaria. Muy lejos, por lo que tomaba el metro o un pesero que se iba por todo Tlalpan y me dejaba, junto a Raúl Tirado --mi amigo en aquellos años-- frente al Estadio Azteca. Luego cruzábamos un puente que nos dejaba frente al colegio, en la calle de Bordo esquina con Acoxpa.

¿Haría frío? No lo recuerdo. El tiempo ha borrado los detalles poco importantes. Qué ropa llevaba, de qué veníamos hablando. Lo que sí recuerdo es que venía alguien más, algún otro loco que también iba de lejos a la misma escuela. ¿Paquito González Soto? ¿Carlos Mota?

No importa ya.

Lo que importa es que veníamos cruzando el puente. Que íbamos temprano a clases, porque entrábamos a las 8, y que justo a la mitad, comenzó a temblar.

La estructura se sacudió violentamente. El concreto es un material de cierta elasticidad, pero aquello fue espeluznante. Sobre todo los cables eléctricos, que latigueaban sobre nuestras cabezas. Yo recuerdo haberme abrazado a un poste.

El puente, sin embargo, no se colapsó. Cuando pasó todo, los tres seguimos caminando hasta la escuela. Entramos y tomamos clases normalmente.

¿Qué veríamos en clase? ¿Qué nos enseñaría Pepe Romero en Historia? ¿O Morita en inglés? ¿De qué hablaríamos en los descansos?

Llegó la hora de la salida. Lo que más me sorprendió fue ver a mi papá en la puerta de mi salón. Él nunca iba por mí a la escuela. Pero ahí estaba Bernardo con Virginia. En ese momento no pude ver la tranquilidad que exhalaron sus rostros cansados.

Llegamos a casa por todo Tlalpan. Lo primero que me sorprendió fue ver los vagones del metro detenidos en las estaciones. Luego, a medida que nos acercábamos al centro, empezaron a verse los edificios derrumbados. Cuando llegamos a la esquina de San Antonio Abad y Taller (sí, ahí donde murieron cientos de costureras) parecía que habían bombardeado la ciudad.

Hasta entonces supe lo que sucedió. Sólo en ese momento supe que habían evacuado a mi papá de una oficina de la Comisión Federal de Electricidad que no tenía vías de escape para emergencias. Que mi mamá estaba en misa cuando sucedió (aún era católica) y que Alfredo, mi hermanito, había sido atrapado por el sismo a unas cuadras de la primaria, en la colonia Roma. Que pasaron varias horas de angustia antes de saber que estaba bien, que había huido de los derrumbes y salvado la vida de milagro.

Entonces las historias, las tragedias, se multiplicaron. Que fulano estaba en el Hotel Regis, que mi tía se quedó entre los escombros de los edificios de Tlatelolco, que la Rana Godínez que vivía en el centro se quedó sin casa.

Asistimos incrédulos a la espantosa tragedia. Vimos de cerca los edificios derrumbados y los voluntarios levantando escombros. Cada tanto se oía en las noticias que un sobreviviente más había sido rescatado.

Después de la confusión inicial vino la organización espontánea de los ciudadanos. Las brigadas de rescate. Los donativos a los albergues.

Han pasado 19 años y no quedan en la ciudad rastros del siniestro. Sin embargo, la cicatriz no cierra. Yo mismo, que salí ileso, que no perdí a ningún familiar, siento que se me cierra la garganta al escribir estas líneas.

Por ello, y en memoria de todos los miles de muertos --nunca hubo cifra oficial creíble--, aplastados no sólo entre los escombros sino entre la monstruosa consecuencia de años de construcción caciqueada y chacaleada, de sexenios de saqueo y corrupción, por ellos, digo, no olvidemos que hace casi 20 años la tierra aulló.

Y en su alarido nos demostró, una vez más, que somos menos que polvo.

viernes, septiembre 17, 2004

Antes que nada, muchas gracias a todos los que han escrito en el Tagboard. Un saludote a quienes no conozco y besos y abrazos a los que sí. Me hacen sentir importante, pero sobre todo, querido.

Fiestas patrias
En sus años punk, Alfredo, mi hermano menor, solía decir que en septiembre le daba tanta vergüenza ser mexicano que se hacía pasar por venezolano.

Algo similar siento a veces ante mi país. México me duele.

A veces siento que somos una nación de gente floja, deshonesta e ignorante que está orgullosa de serlo. Y si no me creen, revisen el humor de Adal Ramones, que se basa en el orgullo de ser esas tres cosas.

Hace unos días llevé al ciudadano Winston Smith al castillo de Chapultepec. Lo habían enviado de la escuela.

"¿Estos son los niños héroes?", me preguntaba, emocionado, ante cada retrato que veíamos. Y mientras le veía fascinado ante las armas antiguas en exhibición, recordaba mi propia niñez.

En aquellos años, pensaba que la historia de la humanidad se dividía en cuatro fases consecutivas: la edad de piedra (donde dinosaurios y personas se mezclaban), la edad media (donde todos éramos caballeros de la mesa redonda), el viejo oeste (mi favorita, todos eran cowboys) y la época actual. También pensaba que el número más grande que podía existir era el veinte.

Como sea, tras el castillo llevé a Winston al museo del caracol, al que nunca había ido yo.

Qué bello lugar. La historia de nuestro país está representada en una deliciosa colección de maquetas cuidadosamente elaboradas. Una maravilla.

Lo triste, y vuelvo a mi punto central, es que si se observa con cuidado, se verá que las historias representadas son la mayoría de las veces historias de pillaje, traiciones y estafas.

Hace algunos años hice la biografía de Fidel Velázquez en forma de cómic. De nuevo, el siglo XX mexicano estuvo sembrado de pillos y traidores a los que les levantamos estatuas y monumentos.

"No amo mi patria", se lamenta José Emilio Pacheco en Alta traición. Algo similar me sucede a mí.

Y sin embargo, no puedo evitar sentir una profunda emoción cuando escucho entonar el himno nacional (himno compuesto por gachupines, propiedad de una editora gringa y cuyo premio jamás fue pagado a Jaime Nunó).

En fin, felices fiestas patrias a todos. Es nuestro Thanksgiving.



viernes, septiembre 10, 2004

El shock del futuro

"Vientos de cambio soplan a nuestro favor", solía decir Carlos Salinas de Gortari al referirse a la inminente firma del TLC, a inicios de los 90.

Alvin Toffler ha dicho, en resumidas cuentas, que lo único que no cambia es el cambio, y que debemos estar listos para que no nos sorprenda (o peor, nos quedemos al margen).

Vienen cambios en mi vida. Se acaba un romance mientras inicio otro (calma, calma, las cosas con Cynthia van bien, ya daré detalles de lo que se acaba de sanseacabarse).

Ah... Qué sería de nosotros sin el cambio.

(No podríamos tomar el camión, por ejemplo... Duh!).

En fin.


Sci-Fi
Deséenme suerte. Hoy mandé por FedEx mi novela al Premio UPC de Barcelona. Le tengo fe. Me gustaría ganar, como a los otros 120 participantes.

He trabajado duro en ella, casi un año, y he contado con la ayuda de Alberto Chimal y José Luis Zárate. No hay duda, tiene buenos padrinos.

Además, ya me quiero ganar un premio.

Justo hace un par de días, Miquel Barceló, artífice del premio UPC y catedrático de la misma universidad, dio una conferencia en el Orfeo Catalán.

Fue grande mi sorpresa al llegar con Cynthia y encontrarme a Alfredo y Chipotes, que iban a proyectar un par de cortometrajes que han hecho sobre viajes en el tiempo. Para que vean lo comunicativos que somos mi hermano y yo, que compartimos el departamento.

La proyección fue un éxito, aunque ellos no se quedaron a la plática.

La conferencia fue interesante, aunque a la hora de las respuestas el señor Barceló, que es más editor y fan profesional que autor, me parece, no pudo evitar dejar entrever esa displicencia con la que la mayoría de los autores de CF española ven a latinoamérica.

Claro, cuando cierta persona que no escribe pero se la vive en los eventos de ciencia ficción le preguntó que cómo veían en España a la CF mexicana, a mí me dio pena ajena.

Imaginen que llegara un fulano de Honduras o Panamá y nos preguntara a los mexicanitos que cómo vemos la ciencia ficción de su país.

Nos reiríamos en su cara. Como se ríen los españoles.

Y sin embargo, cabe la posibilidad de que tanto los gachupas como nosotros, en ese desprecio ojete, nos estemos perdiendo de algo. Algo interesante.

Conozco poca CF de Colombia, pero lo que he leído es bueno. Los cubanos me gustan menos pero en el cono sur son MUY buenos (sin contar a José Luis Borgues).

¿Porqué la CF tendría que ser exclusiva del primer mundo?

(ahora imaginen a un africano llegando a preguntarnos que cómo vemos la CF zulú...)

lunes, septiembre 06, 2004

Retroalimentación

Muchas gracias a todos los que me han escrito algo en el Tagboard. Contesto rápidamente a todos:

Berny: De nuevo, muchas gracias por el aliviane técnico. Te debo una...

Luis Felipe: Gracias por comprar Pulpo Comics y por los comentarios. Espero vernos pronto en la Ibero. Un saludo también a tu sobrino, a todas luces un sujeto sensible e inteligente...

Eric: No sé si se va a distribuir en Zacatecas, pero más abajo pongo los datos para pedirlo fuera del DF. Un saludo a Plinio y la banda.

Camila: Gracias, esto del pizarrón fue tu idea. Un beso.

Armando: Gracias por los comentarios. La única relación entre Pulpo Comics y Mamá Pulpa (más allá del nombre) es que Alfredo es mi hermano (y roomate). Y que hace 8 años yo le sugerí ese nombre para su banda. Será que de niños nos daban de comer muchos pulpos a la gallega. Saludos.

Felipe: No, no estoy muy seguro de que haya habido informe...

René: ¿Qué le vamos a hacer?

Elena: Hermosura, qué gusto saber que lees este blog. Si hay suerte, andaré por Barça a finales de año. De cualquier manera, un beso a mi prima favorita. Y a ti, ¿cómo te va de amores?

Ira: Igual que con Eric, más abajo van las indicaciones para comprar el libraco. Ojalá te guste, me interesa tu opinión. Un saludo.

Zárate: Hola!

Sope: Sí, ya vi lo de los archivos, deja veo qué sucede. Un Guanatos nos fue bien.

Niña insegura: busca en www.tagboard.com o www.haloscan.com


Boletín de prensa

Fusilado de un mail de Miguel Ángel Fernández:

Ya salió Pulpo Comics, antología de historieta mexicana de nuestro
amigo Bernardo Fernández, también conocido como Bef. La antología
contiene una veintena de historias y viñetas de cerca de cuarenta
dibujantes y escritores, incluyendo algunos de los artistas vivos más
conocidos del cómic nacional (como Oscar González Loyo, creador de
Karmatrón) y muchos nuevos talentos.

Publicado en coedición por Molleja Subeditorial, RM y el Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes, el libro costará Mx$150.00 en
librerías y, en ferias y eventos donde se le promueva, directamente
Mx$100.00. Si alguien está interesado en conseguirlo y no da con él
en librerías, puede llamar a RM al 5533 56 58 ó
5533 5659 del D.F. y preguntar por Sofía Bastida, o escribir a
sofia.bastida@reverte.com.mx. También puede dirigirse a las oficinas
de la editorial en Río Pánuco 141, col. Cuahutémoc. RM puede mandar
ejemplares a cualquier lugar del país y del mundo.

Si usted tiene una tienda o librería y le interesa Pulpo Comics puede
contactar a Javier Nicasio Granados, el encargado de distribución de
la misma editorial, en los teléfonos ya mencionados o en el correo
jnicasio@reverte.com.mx.

Nuff said!!!

viernes, septiembre 03, 2004

¡Tocayo!

Por cortesía de don Bernardo Rojas, este blog estrena un pizarrón de comentarios, para recibir sus críticas, acotaciones, réplicas, porras y abucheos. Queda a disposición de todo aquel que visite esta humilde bitácora.

Gracias, Bernal.
Comictlán en Guadalajara
En un par de horas, Bachan y yo, acompañados de mi novia, Cynthia Remolina, saldremos hacia Guadalajara para presentar Pulpo Comics en la feria Comictlán, gracias a la generosa invitación de Jorge Hidalgo.

La conferencia será el sábado a las 3:00 p.m. El evento es en el Salon Nápoli (Plan de San Luis #1486 entre las avenidas Enrique Díaz de Leon y Federalismo). Participan con nosotros Vic Hernández y Gabriel Benítez, dos de los co autores. Si andan por allá, anímense a dar una vuelta.

Seguramente estaremos vendiendo el libro todo el sábado en el stand que amablemente nos han proporcionado.

Un saludo tapatío...

Y sobre el informe de gobierno, editorial de 4 palabras...
Neta, me da güeva.

miércoles, septiembre 01, 2004

Para documentar el ego
El más reciente número de la revista literaria Blanco Móvil, dirigida por Eduardo Mosches está dedicado a la ciencia ficción mexicana. El número, coordinado por Gerardo Horacio Porcayo, incluye textos del propio Lobo, Zárate, Alberto Chimal, Gabriel Trujillo, Pepe Rojo, el Chícharo Sifuentes, Blanca Martínez y un servidor, entre otros autores.

Pero además, todo el número fue ilustrado con imágenes mías --recicladas, por que no tenían para pagar nuevas--, incluida la portada, para la que retomaron la imagen del festival El futuro más acá, del Santo vestido de astronauta.

Tanto amor le tengo a esa imagen que la tengo colgada, tamaño parabús, en la pared de mi cuarto (fue un regalo de mi adorado Hugo García Crespo). Hace poco, en el programa de Guaguarones usaron mi habitación como set para uno de sus segmentos, por lo que la imagen se vio de costa a costa y frontera a frontera.

Bien, hecho el comercial. Ojalá les guste la revista, la verdad es que el contenido es bueno.

Coming soon!
En cuanto logre saber cómo, pondré un pizarrón de comentarios en este blog. Ya me lo han pedido mi lector favorito y la gran Camila. Por cierto, el blog de ella es súper recomendable, cada que lo leo me boto de la risa.

Y perdón, Camila, me mandaste las instrucciones, pero con el HTML en vez de solucionar los problemas más bien problematizo las soluciones...

Por cierto, desde aquí le mando un saludo a Ira Franco, a quien también le dolió que Graphis cerrara. Gracias por compartir tristezas, Ira (y por mencionarme en tu blog).