viernes, julio 22, 2005

Queremos tanto a Alan (2)

Atención: cuando lo acabé de escribir, me di cuenta de que este era un post MUY clavado en el mundo de los cómics. Vaya este aviso a modo de advertencia...

Generoso como siempre, mi amigo Pepe Rojo me prestó el libro Alan Moore: Portrait Of An Extraordinary Gentleman.

Tan peculiar volumen es la compilación de una serie de textos e ilustraciones hechos por gran número de moneros --básicamente europeos-- en homenaje a Moore, con motivo de su cumpleaños 50, publicado en el 2003.

Destacan entre los textos una biografía en forma de cómic del famoso guionista --en donde me enteré de montón de detalles extraños de su vida-- y una carta abierta, escrita por el dibujante Steve Bissette. El resto del libro es casi prescindible (puras loas a lo grandioso que es Alan, pero vamos, de tanto decirlo da flojera).

Como sea, es precisamente la carta de Bissette la que me ocupa ahora. Quienes estén familiarizados con el mundillo del cómic lo ubicarán como uno de los grandes dibujantes de cómics de horror de los 80, quien al lado de su amigo John Tottleben ilustraron los casi 60 números que escribió Alan Moore para la serie Swamp THing de la DC cómics.

Fue precisamente Swamp Thing o La Cosa del pantano el título que originó en los ochenta el subsello Vertigo de cómics para adultos. Como escribí en el post anterior, fueron Moore, Bissette y Tottleben los creadores de John Constantine, el Hellblazer, personaje llevado recientemente a la pantalla e interpretado por Keanu Reeves.

Pero me estoy desviando.

Como decía, casi todas los textos e imágenes del libro nos hablan de lo grandioso que es Alan, lo creativo que es y lo importante que ha sido su obra en el mundo de los cómics. El único que difiere, la voz disonante en este coro que canta Happy Birthday es Bissette.

El dibujante escribe lo que me parece una conmovedora carta de amor entre colaboradores. Quienes hayan tenido un socio creativa, al estilo de Goscinny y Uderzo, Oesterheld y Breccia, Muñoz y Sampayo o similares entenderán a qué me refiero. Se desarrolla una suerte de relación de pareja intensa pero asexual.

Por ello, el texto de Bissette es, como bien me decía Pepe, una carta de amor a Alan, a quien Steve no ha visto desde hace años, cuando tuvieron su ruptura.

Los hechos:

Bissette y sus amigos John Tottleben y Rick Veitch fueron parte de la primera generación de la escuela de moneros del legendario Joe Kubert, graduados en 1978.

Eran en aquel tiempo jóvenes impetuosos, tan amantes de los cómics como de la contracultura. Stephen Bissette señala como gran influencia el trabajo de los artistas underground de los 60. Con ellos compartía la fascinación morbosa por los EC Comics. famosas historietas de horror que incluían títulos como Tales from the Crypt, editados por William Gaines en los 50 (también editor de MAD).

Desde luego, estos camaradas querían hacer algo diferente con su trabajo, no se sentían contentos con la sosa escena de cómics de superhéroes de la época. Por ello, eran cazadores de material europeo. Así es como dieron con la revista inglesa Warrior, donde Alan Moore publicaba por episodios laas series de Miracleman y V for Vendetta, ambas piezas fundamentales de la revolución de la historieta en los 80.

"Wow", pensaban este par de gringuitos, "imagínate trabajar con este cuate."

Ambos habían pedido chamba en DC Comics, concretamente para hacer Swamp Thing, personaje de historias de terror que habían creado Lein Wein y Berni Wrightson a inicios de los 70. No sólo se las dieron (no sin batallar un poco) sino que además al poco tiempo el editor les iunformó que el nuevo guionista de la serie sería precisamente Alan.

Alguna vez Stephen King dijo que el Dark Knight de Fran Miller es la pieza más fina de arte cómic jamás disponible para las grandes masa. Yo me permito diferir del maestro: estoy convencido de que ese honor le corresponde a los cómics mensuales de Swamp Thing hechos por este equipo, vendidos a 75 centavos de dólar durante mediados de los 80.

Siempre he sentido que el horror es el patito feo de los subgéneros, por la dificultad de renovarse. Sin embargo, la labor de estos sujetos inyectó, hum, sangre fresca al género, sobre todo en un medio tan reacio a los cambios como el cómic. Mes a mes, Swamp Thing se enfrentaba a situaciones tan extrañas como inquietantes, en los que habría de convertirse en un tour de force a los más profundos miedos de la Norteamérica de los 80. Nada mal para un inglés que jamás había pisado Estados Unidos.

Afortundamante todas esas historias, publicadas originalmente en papel corriente ("papier merdique". lo llamó Moebius) están recopiladas en 6 tomos editados por Vertigo.

Bissette recuerda esta época con la nostalgia con que se ve el esplendor: "Era el principio de algo sin precendentes para nosotros y, como resultó ser, para los cómics como una comunidad. un medio y una industria", escribe el dibujante.

Ellos terminarían su etapa en Swamp Thing y se moverían a otros proyectos.

Sería larguísimo y estéril intentar resumir el texto de Bissette. Baste resaltar dos cosas. Dice que el gran talento de Alan Moore es el poder interactuar creativamente con su dibujante en turno, involucrándose en su estilo narrativo e intereses creativos, de ahí el éxito de piezas como Watchmen y From Hell. Incluso cuando trabajó con Jim Lee para escribir unos guiones de Wildcats.

Desgraciadamente las cosas no estaban destinadas a salir muy bien. Bissette fundó una editorial, Spiderbaby Graphix, que habría de publicar una antología de terror llamada Taboo, que incluía entre otras las series From Hell en su primera edición y Lost Girls, ambas escritas por Moore. La antología fue un éxito entre los críticos especializados (si es que tal cosa existe en los cómics) pero un fracaso de ventas.

"Mi relación con Alan se fue detriorando en la medida que era más de negocios que creativa", recuerda Bissette con tristeza. Taboo terminó naufragando. En un intento por salvar a la editorial, Bissette planeaba publicar el guión entero de Alan (aún no se había terminado de dibujar la serie) en coedición con otra editorial. Desgraciadamente Alan y Eddie Campbell, el dibujante, ya habían vendido los derechos de la película. Las cosas se pusieron tensas. Hubio abogados de por medio.

Lo anterior aunado al hecho de que Alan, tras colaborar con Jim Lee inició una serie llamada 1963, en la que hacía una recreación nostálgica de los superhéroes de la Marvel de aquella época. A ella invitó al propio Bissette, Rick Veitch y John Tottleben. Era una chamba bien pagada y todos estaban muy contentos... hasta que Alan la suspendió sin mayor explicación.

La relación comenzó a desmoronarse.

La gota que derramó el vaso fue una entrevista dada por Bissette al Comics Journal, revista especializada en el medio, una de las más serias, en la que daba su versión tanto del incidente con el libro de los guiones de From Hell como de 1963. Habiendo tanta gente implicada, Bissette pidió al editor mandar la entrevista a sus amigos mencionados, entre otros Alan Moore, para que la revisaran.

No recibió ni una palabra de Alan, pero al poco tiempo, Neil Gaiman le llamó. Acababa de regresar de Inglaterra donde había visto a Moore, que estaba furioso por la entrevista.

Bissette le llamó, sólo para recibir una frase cortante como navaja: "Bien, Steve, seré breve. No me vuelvas a llamar, no me vuelvas a escribir. En lo que a mí concierne, se acabó. Adiós." Y colgó. Sin derecho de réplica.

Al poco tiempo, Steve Bissette se divorció. Poco después se retiró de los cómics.

Ahora sólo se aproxima al trabajo de Alan Moore como lector. El maldito inglés jamás le volvió a dirigir la palabra.

Debo confesarlo, el texto de Bissette me conmovió profundamente, no sólo por la crónica de lo que considero una de las mejores colaboraciones que ha habido en los cómics gringos, sino por la honestidad con la que habla de su relación con Moore, relación de amor-odio que con toda objetividad desnuda a Alan para bajarlo del pedestal en que lo colocan todos los demás colaboradores del libro.

En fin. Perdonen la clavadez, pero quería sacar esto de mi sistema.

Un poco (prometo ser más breve) sobre Alan Moore en un post futuro.

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