Muchas gracias
Quiero agradecer a todos aquellos amigos que hicieron de la presentación de Pulpo Comics un éxito. con más de 250 asistentes abarrotando la SAPS la noche del viernes.
Muchas gracias a Irma Butze, Julia Palacios, Itala Schemlz y Armando Bartra por presentar el libraco en sociedad. A toda la banda del museo por su apoyo generoso, a los medios --pocos pero efectivos-- que asistieron, a mi familia por el apoyo incondicional en esta y todas mis locuras y sobre todo al público asistente, a las caras conocidas y desconocidas.
Parece que habrá otras presentaciones, quizá una firma de autógrafos y una serie de eventos en provincia, pero nunca más habrá de nuevo una primera presentación.
Gracias a todos de nuevo.
lunes, octubre 25, 2004
viernes, octubre 22, 2004
Los niños...
En días recientes, la terrible noticia de un niño de nueve años que disparó a su amiguito con un rifle sacudió nuevamente a la opinión pública.
Lo grave, muy grave, es que de acuerdo al Diario Monitor, en lo que va del años, once niños (incluyendo a Édgar, el último de esta lista infame) han sido heridos por amiguitos portadores de armas.
Once. Más de uno por mes.
Lo más grave, cabe señalar, es que pese a la indignación que ha producido el caso (he escuchado montón de gente llamar por teléfono a los radio noticieros para exigir la cabeza del pequeño criminal), pareciera que poco a poco habremos de irnos acostumbrando a este fenómeno de la violencia de nuestra megaciudad hasta que no provoque escándalo.
En un círculo vicioso interminable, la situación económica genera desempleo que a su vez produce inseguridad que en su turno eleva los índices de criminalidad lo que anima a los ciudadanos comunes a armarse para defenderse y cuando el niño da con el arma, deformado por la nueva niñera en que hemos convertido a la televisión y pensando que al igual que en los videojuegos, todos tienen tres vidas antes de felpar, le dispara al amiguito o se la lleva a la primaria y mata a algún compañerito durante el recreo (eso, si el retroceso de la arma no le disloca el hombro o le arranca el dedo).
¿Qué hacer? Los cínicos propondrían que les enseñaran a los niños a tirar (y a los papás, desgraciadamente hay una gran desinformación respecto al uso de las armas que suele devenir en tragedia).
Crecí en un hogar donde siempre hubo armas. Una de las pasione juveniles de mi papá fue el tiro. Cada que adquiría un arma nueva, llegaba a casa, no las mostraba, podíamos tocarla, y luego la guardaba, pero nunca, NUNCA, cargada.
Hoy no quedan pistolas en casa de mis papás, pero temo que si bien esa fue la solución en mi casa, lo que hace falta aquí es una solución de fondo, y lo que esta moda macabra revela es el profundo estado de descomposición social en el que está inmersa la sociedad mexicana.
El horror, el horror...
Índigo Blues
Hace poco oí por primera vez sobre los niños índigo en un programa de radio. Movido por la curiosidad, quise profundizar en el tema. Pero cuando busqué información sobre la persona a la que escuché hablar del tema, di con una página en la que la mujer decía ser contactada OVNI, haber tenido percepción de presencias sobrenaturales desde adolescente (espíritus, ¡ángeles!) y una sarta de supercherías similares que me desanimaron.
Luego leí la columna La ciencia por gusto de Martín Bonfil en Milenio Diario, de la cual soy asiduo, y en ella echó por tierra los flacos argumentos a favor de los famosos niños índigos, que son llamados así por que supuestamente de ese color retrata su aura (!).
Lo malo no es que haya charlatanes. El problema es la necesidad de la gente de creer en algo, y lo jodido es que se lucre con ello con riesgos graves. Leí en un foro sobre una mamá que detectó comportamiento muy extraño en su bebé y concluyó que era índigo. A la postre no sólo resultó que los gurús de la indiguez eran unos estafadores, además se descubrió que el origen del extraño comportamiento del niño era un tumor cerebral, pero en lo que la pobre mujer, con necesidad de ver en su hijo a un ser especial, perdía tiempo con esos chalatanes, la enfermedad avanzó más allá de lo fácilmente tratable y ahora su hijo está en grave riesgo de morir.
Es una mala época para ser niño, me parece...
En días recientes, la terrible noticia de un niño de nueve años que disparó a su amiguito con un rifle sacudió nuevamente a la opinión pública.
Lo grave, muy grave, es que de acuerdo al Diario Monitor, en lo que va del años, once niños (incluyendo a Édgar, el último de esta lista infame) han sido heridos por amiguitos portadores de armas.
Once. Más de uno por mes.
Lo más grave, cabe señalar, es que pese a la indignación que ha producido el caso (he escuchado montón de gente llamar por teléfono a los radio noticieros para exigir la cabeza del pequeño criminal), pareciera que poco a poco habremos de irnos acostumbrando a este fenómeno de la violencia de nuestra megaciudad hasta que no provoque escándalo.
En un círculo vicioso interminable, la situación económica genera desempleo que a su vez produce inseguridad que en su turno eleva los índices de criminalidad lo que anima a los ciudadanos comunes a armarse para defenderse y cuando el niño da con el arma, deformado por la nueva niñera en que hemos convertido a la televisión y pensando que al igual que en los videojuegos, todos tienen tres vidas antes de felpar, le dispara al amiguito o se la lleva a la primaria y mata a algún compañerito durante el recreo (eso, si el retroceso de la arma no le disloca el hombro o le arranca el dedo).
¿Qué hacer? Los cínicos propondrían que les enseñaran a los niños a tirar (y a los papás, desgraciadamente hay una gran desinformación respecto al uso de las armas que suele devenir en tragedia).
Crecí en un hogar donde siempre hubo armas. Una de las pasione juveniles de mi papá fue el tiro. Cada que adquiría un arma nueva, llegaba a casa, no las mostraba, podíamos tocarla, y luego la guardaba, pero nunca, NUNCA, cargada.
Hoy no quedan pistolas en casa de mis papás, pero temo que si bien esa fue la solución en mi casa, lo que hace falta aquí es una solución de fondo, y lo que esta moda macabra revela es el profundo estado de descomposición social en el que está inmersa la sociedad mexicana.
El horror, el horror...
Índigo Blues
Hace poco oí por primera vez sobre los niños índigo en un programa de radio. Movido por la curiosidad, quise profundizar en el tema. Pero cuando busqué información sobre la persona a la que escuché hablar del tema, di con una página en la que la mujer decía ser contactada OVNI, haber tenido percepción de presencias sobrenaturales desde adolescente (espíritus, ¡ángeles!) y una sarta de supercherías similares que me desanimaron.
Luego leí la columna La ciencia por gusto de Martín Bonfil en Milenio Diario, de la cual soy asiduo, y en ella echó por tierra los flacos argumentos a favor de los famosos niños índigos, que son llamados así por que supuestamente de ese color retrata su aura (!).
Lo malo no es que haya charlatanes. El problema es la necesidad de la gente de creer en algo, y lo jodido es que se lucre con ello con riesgos graves. Leí en un foro sobre una mamá que detectó comportamiento muy extraño en su bebé y concluyó que era índigo. A la postre no sólo resultó que los gurús de la indiguez eran unos estafadores, además se descubrió que el origen del extraño comportamiento del niño era un tumor cerebral, pero en lo que la pobre mujer, con necesidad de ver en su hijo a un ser especial, perdía tiempo con esos chalatanes, la enfermedad avanzó más allá de lo fácilmente tratable y ahora su hijo está en grave riesgo de morir.
Es una mala época para ser niño, me parece...
martes, octubre 19, 2004
Bef en Radio Ibero
Este miércoles 20, a las 13:00 estaré en el programa Obladí Obladá de Radio Ibero 90.9 de la FM, programa a cargo de Julia Palacios, hablando sobre comics en general y la presentación de Pulpo Comics en particular.
Julia, a quienes algunos quizá recuerden de la etapa a mediados de los 90 en que daba los horóscopos en TV Azteca, es historiadora y locutora de radio, pionera de los estudios de género en México, experta en rock y una apasionada de los comics.
Ella, junto con Armando Bartra, historiador y autor del libro Puros Cuentos, historia de la historieta mexicana en varios tomos, presentarán nuestro libro junto con Itala Schmelz, direcotora del museo, y un servidor.
Ojalá oigan el programa y vayan a la presentación...
Este miércoles 20, a las 13:00 estaré en el programa Obladí Obladá de Radio Ibero 90.9 de la FM, programa a cargo de Julia Palacios, hablando sobre comics en general y la presentación de Pulpo Comics en particular.
Julia, a quienes algunos quizá recuerden de la etapa a mediados de los 90 en que daba los horóscopos en TV Azteca, es historiadora y locutora de radio, pionera de los estudios de género en México, experta en rock y una apasionada de los comics.
Ella, junto con Armando Bartra, historiador y autor del libro Puros Cuentos, historia de la historieta mexicana en varios tomos, presentarán nuestro libro junto con Itala Schmelz, direcotora del museo, y un servidor.
Ojalá oigan el programa y vayan a la presentación...
lunes, octubre 18, 2004
Este viernes
Presentación de Pulpo comics, antología de historieta mexicana de ciencia ficción, en la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), Tres Picos 29, col. Polanco, a las 19:30 horas. Más noticias conforme se acerque la fecha. Por lo pronto, los compas de Zonar.tv nos hicieron una nota que se puede leer aquí.
Están todos invitados.
Presentación de Pulpo comics, antología de historieta mexicana de ciencia ficción, en la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS), Tres Picos 29, col. Polanco, a las 19:30 horas. Más noticias conforme se acerque la fecha. Por lo pronto, los compas de Zonar.tv nos hicieron una nota que se puede leer aquí.
Están todos invitados.
jueves, octubre 14, 2004
"¡¡¡Están despedidos!!!
A estas horas es oficial, a mi hermano Alfredo y el Chipotes los corrieron de Telehit por desnudarse frente a las cámaras.
Así, el último programa de Guaguarones, s.a. se transmitirá este viernes; será un show grabado un día antes, para evitar que estos dos se vuelvan a pasar de lanza a cuadro.
Cuando lo supe, por labios del Prims, que además de productor del programa es nuestro primo y roomate, no supe qué pensar, pero cuando vi a Alfredo le dije: "Güey, si te corren de Teleshit por pasarte de verga, voy a estar super orgulloso de ti."
Y perdón que use una palabra tan fuerte, pero Paquito Barrios El Mastuerzo, que en algún momento fue nuestro gurú personal, solía decir que siempre hay que pasarse de verga, carnalito.
Alf y el Chipo siempre tuvieron problemas con un tal Lalo Marrón, burócrata de televisa a cargo del canal con una visión tan estrecha como lo que cabría esperar para dirigir Telehit. Claramente, mis dos hermanos, el menor y el portizo, no pertenecían a ese ambiente (vean a los demás conductores).
Su aspiración no era ser parte del canal de las estrellas, sino tener un foro masivo, llegar a más gente. "We're not selling out, we're buying in", solía Michale Stipe de REM cuando su grupo firmó con una transnacional.
Y no es que fueran una opción inteligente de entretenimiento, a veces francamente rayaban en la oligofrenia, pero lo que me queda claro es que tampoco vivían en el planeta Televisa (un lugar muy jodido, por donde se le vea).
Sé, por ejemplo, que alguna vez se negaron a invitar a Alejandra Guzmán. En otra, presentaron un reportaje sobre la marcha pro legalización de la mota. Una más llevaron a un rapero que se puso a decir obscenidades de tal tono que no les permitieron pasarlo en la repetición. Y finalmente, burlándose de los propios clichés de la televisión, y en un acto que hubiera por lo menos divertido a Buñuel, Dalí y García Lorca en su juventud, se desnudaron frente a las cámaras "para subir el rating", después de haber pasado unos videoclips con mujeres de grandes senos.
Alfredo es un punk nato, un subversivo. No podía ser de otra manera, con el papá que tuvimos, siempre a la izquierda, siempre corrosivo. Cuenta la anécdota que una vez, hace años, en una reunión, alguien con pretensiones snob dijo "Ya viene la temporada de ópera, deberíamos comprar nuestro abono". Mi papá le contestó "no, mejor deberíamos irnos a las luchas". Aplausos.
Desde aquí, una porra para los Guaguarones, por haber construido su propio pedestal para después dinamitarlo. Lo siento, a la mejor soy un hermano cuervo, pero sé que el impacto de su show no fue pequeño. Ellos no están hechos para el jodido star system mexicano, donde cabe cualquier muchachita en minifalda o grupito de playback. Y para cerrar, como dato de trivia, en su programa nadie tocó nunca con pista, todo fue interpretado en vivo.
Poca gente en la telera mexicana puede decir lo mismo.
Alfredo, Chipo, los quiero. Los admiro.
A estas horas es oficial, a mi hermano Alfredo y el Chipotes los corrieron de Telehit por desnudarse frente a las cámaras.
Así, el último programa de Guaguarones, s.a. se transmitirá este viernes; será un show grabado un día antes, para evitar que estos dos se vuelvan a pasar de lanza a cuadro.
Cuando lo supe, por labios del Prims, que además de productor del programa es nuestro primo y roomate, no supe qué pensar, pero cuando vi a Alfredo le dije: "Güey, si te corren de Teleshit por pasarte de verga, voy a estar super orgulloso de ti."
Y perdón que use una palabra tan fuerte, pero Paquito Barrios El Mastuerzo, que en algún momento fue nuestro gurú personal, solía decir que siempre hay que pasarse de verga, carnalito.
Alf y el Chipo siempre tuvieron problemas con un tal Lalo Marrón, burócrata de televisa a cargo del canal con una visión tan estrecha como lo que cabría esperar para dirigir Telehit. Claramente, mis dos hermanos, el menor y el portizo, no pertenecían a ese ambiente (vean a los demás conductores).
Su aspiración no era ser parte del canal de las estrellas, sino tener un foro masivo, llegar a más gente. "We're not selling out, we're buying in", solía Michale Stipe de REM cuando su grupo firmó con una transnacional.
Y no es que fueran una opción inteligente de entretenimiento, a veces francamente rayaban en la oligofrenia, pero lo que me queda claro es que tampoco vivían en el planeta Televisa (un lugar muy jodido, por donde se le vea).
Sé, por ejemplo, que alguna vez se negaron a invitar a Alejandra Guzmán. En otra, presentaron un reportaje sobre la marcha pro legalización de la mota. Una más llevaron a un rapero que se puso a decir obscenidades de tal tono que no les permitieron pasarlo en la repetición. Y finalmente, burlándose de los propios clichés de la televisión, y en un acto que hubiera por lo menos divertido a Buñuel, Dalí y García Lorca en su juventud, se desnudaron frente a las cámaras "para subir el rating", después de haber pasado unos videoclips con mujeres de grandes senos.
Alfredo es un punk nato, un subversivo. No podía ser de otra manera, con el papá que tuvimos, siempre a la izquierda, siempre corrosivo. Cuenta la anécdota que una vez, hace años, en una reunión, alguien con pretensiones snob dijo "Ya viene la temporada de ópera, deberíamos comprar nuestro abono". Mi papá le contestó "no, mejor deberíamos irnos a las luchas". Aplausos.
Desde aquí, una porra para los Guaguarones, por haber construido su propio pedestal para después dinamitarlo. Lo siento, a la mejor soy un hermano cuervo, pero sé que el impacto de su show no fue pequeño. Ellos no están hechos para el jodido star system mexicano, donde cabe cualquier muchachita en minifalda o grupito de playback. Y para cerrar, como dato de trivia, en su programa nadie tocó nunca con pista, todo fue interpretado en vivo.
Poca gente en la telera mexicana puede decir lo mismo.
Alfredo, Chipo, los quiero. Los admiro.
miércoles, octubre 13, 2004
Adiós, Superman...
Gran revuelo mediático ha levantado la muerte de Christopher Reeve, quien viviera sus quince minutos de fama intepretando a Kal-el, único sobreviviente del planeta Kryptón en Superman (Donner, 1978).
Aún recuerdo cuando mi mamá nos llevó a Alfredo y a mí, de unos cinco y siete años respectivamente, al cine Venustiano Carranza a ver la cinta de Superman. Estaba tan lleno que tuvimos que sentarnos en las escaleras (tiempos pre-Cinemex). A la fecha, cuando veo esa película me vuelvo a sentir niño, con todo y que es bastante mala y que yo siempre preferí a Batman, pese a que lo interpretaba un Adam West panzón y que la versión darkie de Tim Burton estaba a unos diez años de filmarse.
No ha pasado desapercibida la extraña coincidencia entre don Christopher y su antecesor en el papel, el actor George Reeves, de apellido casi idéntico y que interpretara al superhéroe en la serie televisiva de los años 50 (algunos de los de mi generación para atrás la recordarán en su repetición en blanco y negro en el desaparecido canal 8 de televisa).
Reeves apareció muerto de un tiro en la alberca de su casa a fines de los 50, sin que jamás se esclareciera el crimen. Lo cierto es que nunca pudo sacudirse el estigma de haber interpretado a Superman.
Creo ya haber hablado aquí de la tragedia de Jerry Siegel y Joe Shuster, creadores del personaje, quienes tras varios intentos infructuosos de venderlo como una tira cómica de periódico acabaron reacomodando los cuadros para hacerlo un comic book, que les fue comprado a costa de sus derechos de autor por una cantidad irrisoria. Nunca pudieron recuperar a su creción y murieron décadas después, sumidos en la pobreza y el olvido.
Fue Jerry Robinson, asistente de Bob Kane (creador de Batman) y a quien se le atribuye la paternidad del Guason, quien logró que en los 70 --a raíz de la filmación de la película protagonizada por Reeve-- la DC diera una compensación vitalicia a los dos viejitos, una bicoca junto a los millones de dólares que el personaje y sus licencias producen al año.
Uf, por lo visto este superhéroe sólo va dejando una estela de dolor a su paso...
Válgame...
Mucho han criticado a Santiago Creel por acuñar el término sospechosismo. Hace unas horas leía el periódico, mi fuente de información junto con el radio ya que no tengo TV, para toparme con esta joya, una declaración de un dueto de pendejitas cantantes llamadas Hash (¡sí, igualito que la droga!): "Hemos comprobado que los adultos también se identifican con el positivismo de nuestras canciones..."
¿Positivismo? ¿Serán lectoras de Augusto Comte? No sé porqué lo dudo. Es más, no creo que jamás hayan oído hablar de él.
Debería una ley que protegiera al espectador-lector-consumidor de los rebuznos de cantantitos y actorcetes. Sucede que basta darle un micrófono a un asno para que se convierta en profeta.
Positivismo. Yeah, right...
Gran revuelo mediático ha levantado la muerte de Christopher Reeve, quien viviera sus quince minutos de fama intepretando a Kal-el, único sobreviviente del planeta Kryptón en Superman (Donner, 1978).
Aún recuerdo cuando mi mamá nos llevó a Alfredo y a mí, de unos cinco y siete años respectivamente, al cine Venustiano Carranza a ver la cinta de Superman. Estaba tan lleno que tuvimos que sentarnos en las escaleras (tiempos pre-Cinemex). A la fecha, cuando veo esa película me vuelvo a sentir niño, con todo y que es bastante mala y que yo siempre preferí a Batman, pese a que lo interpretaba un Adam West panzón y que la versión darkie de Tim Burton estaba a unos diez años de filmarse.
No ha pasado desapercibida la extraña coincidencia entre don Christopher y su antecesor en el papel, el actor George Reeves, de apellido casi idéntico y que interpretara al superhéroe en la serie televisiva de los años 50 (algunos de los de mi generación para atrás la recordarán en su repetición en blanco y negro en el desaparecido canal 8 de televisa).
Reeves apareció muerto de un tiro en la alberca de su casa a fines de los 50, sin que jamás se esclareciera el crimen. Lo cierto es que nunca pudo sacudirse el estigma de haber interpretado a Superman.
Creo ya haber hablado aquí de la tragedia de Jerry Siegel y Joe Shuster, creadores del personaje, quienes tras varios intentos infructuosos de venderlo como una tira cómica de periódico acabaron reacomodando los cuadros para hacerlo un comic book, que les fue comprado a costa de sus derechos de autor por una cantidad irrisoria. Nunca pudieron recuperar a su creción y murieron décadas después, sumidos en la pobreza y el olvido.
Fue Jerry Robinson, asistente de Bob Kane (creador de Batman) y a quien se le atribuye la paternidad del Guason, quien logró que en los 70 --a raíz de la filmación de la película protagonizada por Reeve-- la DC diera una compensación vitalicia a los dos viejitos, una bicoca junto a los millones de dólares que el personaje y sus licencias producen al año.
Uf, por lo visto este superhéroe sólo va dejando una estela de dolor a su paso...
Válgame...
Mucho han criticado a Santiago Creel por acuñar el término sospechosismo. Hace unas horas leía el periódico, mi fuente de información junto con el radio ya que no tengo TV, para toparme con esta joya, una declaración de un dueto de pendejitas cantantes llamadas Hash (¡sí, igualito que la droga!): "Hemos comprobado que los adultos también se identifican con el positivismo de nuestras canciones..."
¿Positivismo? ¿Serán lectoras de Augusto Comte? No sé porqué lo dudo. Es más, no creo que jamás hayan oído hablar de él.
Debería una ley que protegiera al espectador-lector-consumidor de los rebuznos de cantantitos y actorcetes. Sucede que basta darle un micrófono a un asno para que se convierta en profeta.
Positivismo. Yeah, right...
viernes, octubre 01, 2004
Felicidades
Tras dos semanas de mucho trabajo, vuelvo al Blog con muchas noticias y cosas qué contar. Quizá lo más notable sea la boda de Rax y Alberto, el pasado sábado. Ambos, amigos muy queridos, tuve el honor de diseñar la invitación de la boda, que fue una emotiva ceremonia en un templo metodista (jamás había entrado a uno) seguido de una recepción cerca de ahí.
Estoy seguro de que han tomado la mejor decisión y desde aquí, los mejores deseos a ambos para que continúen con su trayectoria de éxitos y que la vida sea siempre generosa con ustedes.
Tragedia
El viernes, camino a una cita en Santa Fe escuché por la radio una historia espeluznante: un chamaco de 17 años, trepado en un Ford Mondeo, perdió el control del auto por ir a exceso de velocidad y atropelló a tres mujeres que trabajaban en las obras de los puentes de Santa Fe, concretamente el llamado "Octavio Paz".
Aterrorizado, el chico se dio a la fuga sólo para ser atrapado un poco después por un operativo policiaco que lo halló escondido en la calle Cerrada de duraznos.
Dos de las mujeres, que ondeaban banderas para indicar que había hombres trabajando, eran madres solteras, dejando en total a tres niños huérfanos, todos menores de cinco años.
"Shakespeare puro", diría el poeta cuyo nombre lleva el puente.
Mi hermano, la estrella de rock
Alfredo y Chipotes me acompañaron a mi clase de la ibero, ya que mis alumnos trabajaron en un proyecto sobre el futuro disco de Mamá Pulpa.
Me sorprendió ver cómo se les acercaba la gente a pedirles autógrafos, desde un mesero de la cafetería hasta alumnos y maestros.
Es un fenómeno curioso ese de la fama. Yo no lo soportaría, no estoy hecho para eso. Ellos parecen disfrutarlo.
Lo extraño es que no deja de ser mi hermanito menor, alguien tan normal como cualquiera, y su amigo de la prepa.
Lo cual demuestra el gran fenómeno de la televisión: pon a alguien en la pantalla y se vuelve especial, independientemente de que sea una buena persona o un canalla.
Alfredo y el Chipo, debo decirlo, son buenos chicos...
¡Feliz, feliz, alegre, alegre!
Mi amigo Alberto Cué de Tierra Adentro me mandó la portada de mi libro. El llanto de los niños muertos ya tiene cara, y pese a mis temores, la verdad es que quedó bastante guapa, con una pintura muy apropiada de Estrella Carmona. Aún no hay fecha de salida, se supone que será a final de año, pero como buen megalómano ya lo cacarearé con bombo y platillo.
Por cierto, algo se está cocinando con otro de mis libros, pero ya lo escribiré cuando se concrete, porque si se ceba nomás queda uno como hocicón. Pero estoy muy emocionado también.
4 palabras sobre los diputados tomando la cámara
Esos cuates dan güeva.
Aliens vs. Depredador
Tras la boda, un grupo compuesto por Chema, Eugenia, Zárate y yo decidimos ir al cine. Cinthya y Flavio no pudieron alcanzarnos pero a cambio se nos unieron Alfredo, mi hermano, y Sybilla, su chava. Caímos a ver el churro de referencia, del cual sólo tengo algo qué decir: es tan malo que ni a mí me gustó. Una pena.
Skatalites
Simultáneamente, Cinthya, mi novia, sufría la accidentada gira de los Skatalites en México. Ella es su local manager en nuestro país, y en esta ocasión tuvo que enfrentarse a cancelaciones, empresarios irresponsables y hasta gangsteriles. Hasta a mí me tocó sufrirla, pero afortunadamente ya terminó, con tan sólo una presentación en el salón Tarará. Lástima, son muy buenos músicos, una leyenda en el resto del mundo (ellos inventaron el Ska y dice la leyenda que le enseñaron a tocar la lira a Bob Marley).
Se murieron
Janet Leigh, esposa de Tony Curtis y madre de Jamie Lee Curtis, murió el pasado domingo, en California. La actriz, de 77 años, se inmortalizó por la inolvidable secuencia de la regadera de Psicosis, del maestro Hitchcock.
Del mismo modo, Rodney Dangerfield, legendario comediante norteamericano del género llamado stand up. Algunos lo recordarán como el millonario que vuelve a la universidad en De vuelta a la escuela para ponerle el ejemplo a su hijo güevón, o como el padre abusivo de Mallory (interpretada por Juliette Lewis) de Asesinos por naturaleza.
La nueva prehistoria
Acostumbro llegar temprano a la Ibero antes de dar mi clase de ilustración. Ello me permite pasearme un rato por la biblioteca, que es uno de mis lugares favoritos de la escuela (pasé largas horas ahí, leyendo novelas cortas durante mis horas ahorcadas cuando era universitario).
Pues bueno, hace 15 años, cuando estudiaba, di con una copia del libro La nueva prehistoria y otros cuentos, del colombiano avencidado en México René Rebétez.
Poco sé de este autor, excepto que junto a Alejandro Jodorowsky fundó la revista Crononauta en los 60, la primera dedicada a la ciencia ficción en Latinoamérica, que tiene un ensayo sobre el género en el fondo de cultura económica y que murió hace pocos años (1999) en una isla colombiana.
Hace 15 años, decía, di con este libro en la biblioteca de la ibero y lo pedí prestado. A la hora de hacer el trámite, la empleada se dio cuenta de que el libro no tenía ficha de préstamos, tomó una y se la pegó en la primera página. Justo encima de una dedicatoria autógrafa del autor a los dueños originales del volumen, fechada en 1967.
No me atreví a decirle nada y me lo llevé. Lo leí y lo devolví a las dos semanas. Fin del episodio.
Hoy, tres lustros después, me paseaba por los estantes de literatura mexicana cuando di de nuevo con La nueva prehistoria... sólo para darme cuenta de que no sólo la ficha de préstamo sigue pegada ahí, sino que además nadie lo ha sacado nunca después de mí.
Decidí hacer justicia y lo llevé al mostrador. Cuando me tocó mi turno, le dije al empleado sobre la lamentable pegada de la ficha de préstamo sobre las letras del escritor.
Alguien, una señora, con autoridad en la biblioteca estaba en el mostrador. Me dirigí a ella y le expliqué el caso.
"Sí, es muy triste, pero si lo reparamos ahora, el libro formará parte de nuestro acervo histórico, por tener la firma del autor, y ya nadie podrá sacarlo prestado. Ni siquiera tú", me dijo.
"Me parece muy bien. Prefiero no poder sacarlo a cambio de que le arranquen la ficha", contesté.
Así que mi obra buena del día de hoy, y por la que casi llego tarde a clase, fue dotar de un lugar digno al libro de René Rebétez, en medio de los encunables y manuscritos raros del acervo de la Ibero. Ahora menos lo van a leer, pero puedo estar tranquilo después de no haber dicho nada hace quince años.
Tras dos semanas de mucho trabajo, vuelvo al Blog con muchas noticias y cosas qué contar. Quizá lo más notable sea la boda de Rax y Alberto, el pasado sábado. Ambos, amigos muy queridos, tuve el honor de diseñar la invitación de la boda, que fue una emotiva ceremonia en un templo metodista (jamás había entrado a uno) seguido de una recepción cerca de ahí.
Estoy seguro de que han tomado la mejor decisión y desde aquí, los mejores deseos a ambos para que continúen con su trayectoria de éxitos y que la vida sea siempre generosa con ustedes.
Tragedia
El viernes, camino a una cita en Santa Fe escuché por la radio una historia espeluznante: un chamaco de 17 años, trepado en un Ford Mondeo, perdió el control del auto por ir a exceso de velocidad y atropelló a tres mujeres que trabajaban en las obras de los puentes de Santa Fe, concretamente el llamado "Octavio Paz".
Aterrorizado, el chico se dio a la fuga sólo para ser atrapado un poco después por un operativo policiaco que lo halló escondido en la calle Cerrada de duraznos.
Dos de las mujeres, que ondeaban banderas para indicar que había hombres trabajando, eran madres solteras, dejando en total a tres niños huérfanos, todos menores de cinco años.
"Shakespeare puro", diría el poeta cuyo nombre lleva el puente.
Mi hermano, la estrella de rock
Alfredo y Chipotes me acompañaron a mi clase de la ibero, ya que mis alumnos trabajaron en un proyecto sobre el futuro disco de Mamá Pulpa.
Me sorprendió ver cómo se les acercaba la gente a pedirles autógrafos, desde un mesero de la cafetería hasta alumnos y maestros.
Es un fenómeno curioso ese de la fama. Yo no lo soportaría, no estoy hecho para eso. Ellos parecen disfrutarlo.
Lo extraño es que no deja de ser mi hermanito menor, alguien tan normal como cualquiera, y su amigo de la prepa.
Lo cual demuestra el gran fenómeno de la televisión: pon a alguien en la pantalla y se vuelve especial, independientemente de que sea una buena persona o un canalla.
Alfredo y el Chipo, debo decirlo, son buenos chicos...
¡Feliz, feliz, alegre, alegre!
Mi amigo Alberto Cué de Tierra Adentro me mandó la portada de mi libro. El llanto de los niños muertos ya tiene cara, y pese a mis temores, la verdad es que quedó bastante guapa, con una pintura muy apropiada de Estrella Carmona. Aún no hay fecha de salida, se supone que será a final de año, pero como buen megalómano ya lo cacarearé con bombo y platillo.
Por cierto, algo se está cocinando con otro de mis libros, pero ya lo escribiré cuando se concrete, porque si se ceba nomás queda uno como hocicón. Pero estoy muy emocionado también.
4 palabras sobre los diputados tomando la cámara
Esos cuates dan güeva.
Aliens vs. Depredador
Tras la boda, un grupo compuesto por Chema, Eugenia, Zárate y yo decidimos ir al cine. Cinthya y Flavio no pudieron alcanzarnos pero a cambio se nos unieron Alfredo, mi hermano, y Sybilla, su chava. Caímos a ver el churro de referencia, del cual sólo tengo algo qué decir: es tan malo que ni a mí me gustó. Una pena.
Skatalites
Simultáneamente, Cinthya, mi novia, sufría la accidentada gira de los Skatalites en México. Ella es su local manager en nuestro país, y en esta ocasión tuvo que enfrentarse a cancelaciones, empresarios irresponsables y hasta gangsteriles. Hasta a mí me tocó sufrirla, pero afortunadamente ya terminó, con tan sólo una presentación en el salón Tarará. Lástima, son muy buenos músicos, una leyenda en el resto del mundo (ellos inventaron el Ska y dice la leyenda que le enseñaron a tocar la lira a Bob Marley).
Se murieron
Janet Leigh, esposa de Tony Curtis y madre de Jamie Lee Curtis, murió el pasado domingo, en California. La actriz, de 77 años, se inmortalizó por la inolvidable secuencia de la regadera de Psicosis, del maestro Hitchcock.
Del mismo modo, Rodney Dangerfield, legendario comediante norteamericano del género llamado stand up. Algunos lo recordarán como el millonario que vuelve a la universidad en De vuelta a la escuela para ponerle el ejemplo a su hijo güevón, o como el padre abusivo de Mallory (interpretada por Juliette Lewis) de Asesinos por naturaleza.
La nueva prehistoria
Acostumbro llegar temprano a la Ibero antes de dar mi clase de ilustración. Ello me permite pasearme un rato por la biblioteca, que es uno de mis lugares favoritos de la escuela (pasé largas horas ahí, leyendo novelas cortas durante mis horas ahorcadas cuando era universitario).
Pues bueno, hace 15 años, cuando estudiaba, di con una copia del libro La nueva prehistoria y otros cuentos, del colombiano avencidado en México René Rebétez.
Poco sé de este autor, excepto que junto a Alejandro Jodorowsky fundó la revista Crononauta en los 60, la primera dedicada a la ciencia ficción en Latinoamérica, que tiene un ensayo sobre el género en el fondo de cultura económica y que murió hace pocos años (1999) en una isla colombiana.
Hace 15 años, decía, di con este libro en la biblioteca de la ibero y lo pedí prestado. A la hora de hacer el trámite, la empleada se dio cuenta de que el libro no tenía ficha de préstamos, tomó una y se la pegó en la primera página. Justo encima de una dedicatoria autógrafa del autor a los dueños originales del volumen, fechada en 1967.
No me atreví a decirle nada y me lo llevé. Lo leí y lo devolví a las dos semanas. Fin del episodio.
Hoy, tres lustros después, me paseaba por los estantes de literatura mexicana cuando di de nuevo con La nueva prehistoria... sólo para darme cuenta de que no sólo la ficha de préstamo sigue pegada ahí, sino que además nadie lo ha sacado nunca después de mí.
Decidí hacer justicia y lo llevé al mostrador. Cuando me tocó mi turno, le dije al empleado sobre la lamentable pegada de la ficha de préstamo sobre las letras del escritor.
Alguien, una señora, con autoridad en la biblioteca estaba en el mostrador. Me dirigí a ella y le expliqué el caso.
"Sí, es muy triste, pero si lo reparamos ahora, el libro formará parte de nuestro acervo histórico, por tener la firma del autor, y ya nadie podrá sacarlo prestado. Ni siquiera tú", me dijo.
"Me parece muy bien. Prefiero no poder sacarlo a cambio de que le arranquen la ficha", contesté.
Así que mi obra buena del día de hoy, y por la que casi llego tarde a clase, fue dotar de un lugar digno al libro de René Rebétez, en medio de los encunables y manuscritos raros del acervo de la Ibero. Ahora menos lo van a leer, pero puedo estar tranquilo después de no haber dicho nada hace quince años.
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