viernes, diciembre 02, 2005

Eh... la revista Chilango me incluyó en su lista de chilangos del año junto a Enrique Norten, Jacobo Zabludovsky, AMLO, Café Tacvba y varios más.

Muchas gracias.

King of Horror (1)



"Soy el equivalente literario de una Big Mac", dijo Stephen King. Y se arrepintió al instante de haberlo hecho.

En otra ocasión le preguntaron si había leído a Dostoievsky.

"No, pero he devorado cada una de las palabras que ha publicado Dean R. Koontz", replicó sonriendo.

Odiado por loa académicos, considerado basura por los intelectuales y leído por millones de personas en el mundo, Stephen King es uno de los escritores más conocidos en el mundo, quizá sólo superado en número de fans por Tom Clancy.

Durante muchos años tuve a don Steve como parámetro de literatura chafa, un vomitador compulsivo de best sellers baratos.

"Pero, ¿lo has leído?", me preguntó mi amigo Alfonso Escudero.

"Nop", contesté levantando los hombros, "no me interesa." Como tantos escritores que conozco. La realidad es que me estaba perdiendo de algo. Y de algo bueno.

(Era la época en que yo quería ser un gran literato, whatever the fuck that means...)

"Yo no escribo caviar. Escribo salami. Pero trato de escribir buen salami", escribió King para el libro The Writer's Desk, un bonito volumen de fotos que Jill Krementz (esposa de Kurt Vonnegut) tomó a decenas de escritores en su espacio de trabajo.

Debo confesar que parte de mi debilidad por King proviene de que tiene exactamente la edad de mi papá (ambos nacieron, igual que David Bowie, en 1947). Pero debo decir en su favor que es un gran narrador, dueño de un oficio envidiable y un gran constructor de personajes. José Luis Zárate, el escritor mexicano vivo que más admiro, ha dicho de King; "Sus libros están llenos de paja... pero qué buena paja."

Efectivamente, azuzado por el entusiasmo de Alfonso por Stephen King (él y su hermana eran auténticos eruditos kingianos) decidí leer It (1986), un tabicón de más de mil páginas. Cada que alguien me veía leyéndolo me preguntaban que porqué no mejor leía la biblia ("porque es mucho más aburrida").

Así fue como llegué al mundo alucinante de King. Un lugar poblado por toda clase de horrores sobrenaturales, entidades cósmicas que tomaban la forma del miedo humano refugiadas en las coladeras, cirujanos náufragos que se auto amputaban los miembros para comérselos, sectas de niños que mataban a los adultos y a todos los que cumplieran más de 15 años, autos poseídos por la maldad misma, vampiros que caminan a la muz del día y adolescentes psíquicas.

Un universo interconectado de historias sobrenaturales, enraizado en la larga tradición norteamericano del horror (Poe, Lovecraft...) y su cultura pop.

Pero volveré sobre Stephen King, al que olvidé incluir en la lista de nerds que admiro, en futuros posts.

No hay comentarios.: