So, this is Monterrey... Where's the beach?
Recibir de nuevo la invitación a la FIL del Tec de Monterrey.
Recoger mis boletos de avión en la oficina de Aeroméxico frente al WTC.
Esperar a Pepe en la sala de abordaje --quien llegó 5 minutos antes de despegar, tras un encuentro con unos negros zulúes(¡)-- y recibir una llamada de Cynthia desde Caracas.
Ser recibidos en el aeropuerto por Joserra Ortiz, la combinación perfecta entre Duchamp y el Oso Yogi.
Instalarnos en el Holiday Inn fundidora, con vista al horno del parque (que tanto nos recuerda a Coruscant o Mose Eisley).
Encontrarnos en el lobby a J.M. Servín y comer con él en el buffet del hotel. Hablar sobre inmigrantes árabes en París y chicanos en L.A.
Dar la primera parte de nuestro taller de 2 días. Reconocer caras de amigos, conocer personas nuevas. Joserra, Rodrigo Pámanes, Lulü, Beatriz, Gloria, Maru, Jennifer, Óscar et al...
Ir a tomar cerveza al Caracol, sórdido bar en el centro de Monterrey. Ser atendidos por ficheras y rodeados de sombrerudos, oficinistas y choferes de pesera.
La Macroplaza de noche.
Acabar la noche en atrópolis.
Desayunar hotcakes con barbacoa. Pepe, menudo. Enterarnos que el día anterior comimos junto a Quino, papá de Mafalda, sin enterarnos.
Presentar Pulpo Comics sentados en los jardines del Tec, en una plática tan rica como no tenía hace años, rodeados de chavos prendidos con el proyecto.
Encontrarnos a Fadanelli en el hotel.
Dar la segunda parte del taller. Sacar a mil por hora un fanzine y lograrlo contrarreloj.
Comprar libros.
Ir a la televisión local, a un programa llamado Desvelados. Esperar hora y media pora hablar tres minutos sobre el libro, en medio de un concurso de gritos y una banda de playback.
De reventón de nuevo. Beber cerveza (poca), cocacola (mucha) y bailar toda la noche con nuestros amiguetes en la Iguana y Antrópolis.
Comer un hocho a medianoche.
Acabar todos en el depa de Maru mientras asoman los primeros rayos del sol.
Joserra, Pepe y yo caminando por el parque Fundidora. LLegar hasta el horno y maravillarnos de sus dimensiones mientras hablamos de sus implicaciones simbólicas como reliquia industrial.
Volver al hotel cuando ya es de día.
Dormir dos horas.
Topar en el desayuno a Rius, Jis y Trino. Darles a todos Pulpo Comics.
Volver a la FIL. Últimas compras.
Ir al Marco. Visitar la expocisición.
Comer con Fadanelli, un amigo suyo, Joserra y Pepe en el Rey del Cabrito.
Discutir a Kafka mientras chupamos los huesitos del cabrito.
Salir volando al aeropuerto y aún así perder el vuelo.
Tomar el siguiente avión y volver exhaustos pero prendidísimos.
Dormir todo el domingo.
Extrañar a Cynthia todo el tiempo.
Y tú, ¿qué hiciste el fin?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario