Influyentillo
Grotesco. Es el único adjetivo que puede aplicársele al cardenal Sandoval Íñiguez. Recientemente salió con la gracia de que "ya lo habían exonerado". La PGR corrió a desmentir su declaración.
¿Quién se cree este ruco? En cuanto se filtra la información, va corriendo al rancho de Fox a la fiesta de cumpleaños de la primera madre de este país, en una espantosa exhibición de influyentismo. "A mí me hacen lo que el viento a Juárez", parece decirle el curita a las autoridades civiles. Y el presidentazo de oro que dios nos dio hace quedar a sus colaboradores (Santiago Creel y el heroico Macedo de la Concha) como unos peleles.
Pobre México, tan lejos de dios y tan cerca de la iglesia católica.
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