jueves, abril 28, 2005

Ha habido muchas cosas que he querido escribir, pero el tiempo ha escaseado un poco por estos rumbos últimamente. Una combinación de exceso de actividades aunada a una mala noticia familiar de la que hablaré después me han impedido postear todo lo que hubiera querido.

En fin, no es pretexto.

El viaje a Monterrey fue muy exitoso, tuve una bonita presentación a cargo de Armando Alanís, poeta regio responsable de la llamada Acción Poética, consistente en pintar bardas con frases poéticas por todo Monterrey. Es un gran tipo y tuve el gusto de conocer a su esposa. Por allá vi a varios amigos, entre otros a mi colega y amigo Sergio Flores y a la no menos admirada Lulú.

La boda del Chalo, baterista de Mamá Pulpa, estuvo... bien.

Cynthia se quedó en la sultana del norte a mezclar el disco de unos amigos suyos ("No te va a gustar", me dijo, "es rockcito en español"). La extraño mogollón, pero ya sólo falta una semana para que vuelva.

Mientras tanto, parece que la ciudad (y el país con ella) hierve.

Rodó la cabeza del general Rafael Macedo de la Concha, quien renunció a la PGR para no entorpecer las negociaciones entre el ejecutivo y el gobierno local.

La editorial de La Jornada califica la virtual derrota del compló como una victoria popular. Debo reconocer que es la primera vez que veo que una marcha, la marcha del millón, cambia las cosas. O ayuda.

Pero...

Ello no significa que haya cambiado mi opinión sobre AMLO de nuevo. Después de haber sido su simpatizante --desde que era candidato a gobernador en Tabasco-- me preocupa que la izquierda institucional lo quiera ungir como un paladín de la democracia.

Y es que antes de que el gobierno doblara las manitas, en un acto que reafirma la torpeza y debilidad políticas del presidente Fox y asesores que lo acompañan, todo parecía indicar que AMLO quería que lo llevaran a la cárcel.

Él ha declarado que no promovió ningún amparo entre otras cosas por que no era culpable de ningún delito. De acuerdo, pero ¿porqué no echar mano de ninguna defensa? ¿Porqué hacer berrinche cuando dos diputados panistas --con muy mala madre, por cierto-- intentaron pagar su fianza? ¿No se trataba de no ir preso? ¿O quería justo lo contrario?

Creo que los más felices deben ser en este momento los Nicos, los Padiernos, los Martís Batres, los Bejaranos, los Imaz y, en fin, toda la camarilla que se ha instalado alrededor del jefe de gobierno en la cúpula del PRD...

Pero, ¿quién salió beneficiado de todo esto?

Definitivamente el preciso y su equipo no. Una mancha más en ese expediente que ya está negro de tanto moretón.

Ni PRI ni PAN, que votaron a favor del desafuero.

Y menos que nadie, Cuauhtémoc Cárdenas, que debe haber salivado ante la posibilidad de volver a ser candidato presidencial.

Sí, en cambio, AMLO y su círculo compacto.

Pero, ¿la democracia?

¿O es que un precandidato inhabilitado de la manera más marrana, de acuerdo, pero precandidato al fin, es en sí mismo LA DEMOCRACIA?


Debo reconocer que en su discurso, al conocer la renuncia del general (a quien, por otro lado, considero una persona honesta, ¿quién puede salir bien librado de dirigir la PGR?), el tono de AMLO fue mucho más moderado, incluso conciliador.

Pero quedan varias preguntas en el aire:

¿Quién era el beneficiado directo de que se abriera una calle de acceso a través del famoso predio confiscado? El ABC no es un hospital público, al contrario, está al servicio de la oligarquía y es MUY caro.

No soy ingenuo, todo esto fue armado para cerrarle el paso a quien seguramente será el candidato más popular hacia la presidencia del 2006, pero ¿lo correcto, si queremos hacer de éste un país de leyes, no hubiera sido seguir el cauce y procedimientos legales correspondientes para su defensa, como estaría obligado cualquier ciudadano de a pie?

Nunca estuve por que lo encarcelaran, si es que era inocente, sin embargo, ¿hasta dónde pensaba llegar? ¿quería ir a la cárcel?

Pero lo que más me preocupa es: ¿piensa el pueblo de México que la solución a todos sus problemas se llama Andrés Manuel López Obrador?

Los dejo con esto: el lunes escuchaba el noticiero de Eduardo Ruiz Healy, que con su estilo mamón y antipático despedazaba el último discurso de AMLO. Comenzó a exaltarse, como acostumbra, cuando lo mandaron a comercial sin explicación previa. Volvió del corte con un invitado que no tenía nada que ver, un galerista que promovía una subasta de arte y libros antiguos. ¿Censura? ¿Coincidencia? ¿O democracia pura?

Habrá que estar muy atentos a este hombre indestructible. Habrá que seguir, literalmente, los pasos de López, para ver que hay detrás de ese rostro. No olvidemos que los caudillos son muy peligrosos. Pregúntenle a los venzolanos.

(Y aclaro, creo que es el momento en que AMLO definirá si quiere ser como Chávez o como Lula y Kirchner. Hay que estar muy atentos).

Argh. Ya parezco Blanco Moheno, que se enojaba solo. Qué horror...

miércoles, abril 20, 2005

En Monterrey
Este viernes estaré presentando mi libro El llanto de los niños muertos en Monterrey. La cita es a las 8:30 de la noche en la Galería Regia (Abasolo y Mina), a un lado de la Macroplaza, según entiendo. Presenta Armando Alanís y están todos invitados.

He estado lleno de trabajo, que empieza a fructificar. Lo que me tiene brincando de gusto es que la novela que ganó el concurso, Tiempo de alacranes ya está lista, gracias a los buenos oficios de Andrés Ramírez y el equipo de Planeta. La portada la hizo el genial Bachan y le quedó muy guapa. Estoy muy emocionado y ya quiero que se publique.

No me sorprendió la elección del cardenal Joseph Ratzinger como nuevo papa. Siempre al lado del difunto Juan Pablo II, representa la cabeza del sector más conservador de la iglesia. Hay quien incluso considera su nombramiento un retroceso histórico, y le han llamado fundamentalista. Lo que sí me sorprende es que hayan elegido un papa tan viejales (78 años). Y a pa nombrecito que escogió. Creo que fue Joyce el que dijo que se podía ser ateo y dejar de creer en dios, pero nunca se dejaba de ser católico...

Cada día me tiene más confundido el asunto de AMLO. Si bien es evidente que le hicieron una marranada (lo que nunca he discutido), me parece sospechosa su actitud. En estos momentos, mi situación política es ambivalente, por decir lo menos. Antes los de la izquierda eran los buenos y los de la derecha los malos, pero ahora resulta que en la izquierda son peores que del otro lado (saludos a los Bejaranos, los Imaz y los Padiernos) y que los priistas, que antes eran ojetes, ahora no lo son tanto (ese Camacho Solís, ese Ebrard...). Pero volveré sobre ello en cuanto lo tenga un poco más claro...

jueves, abril 07, 2005

A no win situation

Si lo desafueran y lo meten al tambo, mal, porque lo fortalecen. Hacen de él un mártir y se convierte en el favorito de las elecciones. Su megalomanía, que cada vez me parece más preocupante, no tendrá límite el día en que se descubra indestructible y al país, con alguien así en la silla, se lo lleva el carajo.

Si no lo desafueran, peor, porque será darle la razón, todos sus contricantes quedarán como unos tarugos y prácticamente tendrá vía libre hacia el 2006. ¿Quién le podría hacer frente?

Mientras tanto, los indicadores económicos muestran la precaria estabilidad del país (o que la situación es mucho más seria de lo que pensábamos).

El meollo del asunto, me parece, es que el asunto se ha politizado in extremis, convirtiéndolo en una rebatinga espantosa.

Pero... por otro lado, ¿quién podría ser una buena alternativa dentro de la izquierda para candidato a la presidencia? ¿O de cualquier otra tendencia?

¿Madrazo? ¿Montiel? ¿Enrique Jackson? (!) ¿Cárdenas? ¿Creel? ¿Martita? ¿Pancho Barrio? ¿Calderón Hinojosa? ¿Castañeda Gutman? Es una lista horrosa.

La izquierda, aquella misma que salía a tomar las calles para darle voz al pueblo hace casi veinte años ahora lo hace con acarreados y amenazas, como lo hizo el PRI. Como seguramente lo haría el PAN de verse en la necesidad.

"En México", dijo P.J. O'Rourke en los 90, "hay tres partidos políticos. Uno es el PRI, que ha gobernado 70 años. Hay un partido de ultra derecha que se llama el PAN que es igualito al PRI. Y uno de izquierda que se llama PRD que es igualita al PAN."

We are doomed, we are doomed...



Corrido del último suspiro de Víctor Jara.
Mi amigo Héctor Berrones, mexicano avendidado en la bellísima ciudad de Montreal, en el Canadá, escribió recientemente esta canción, inspirada en el reconocimiento tardío por parte del ejército chileno del asesinato artero de Víctor Jara --junto a miles de sus compatriotas-- durante el golpe militar de 1973.

El autor me ha pedido postearla aquí para compartirla con todos nuestros parroquianos, y agrega que aquellos músicos que quiesieran ponerle letra se sientan en la libertad de hacerlo.

La rola:

(estribillo)
Ay,Víctor
nunca terminó tu última canción,
en mala forma pararon tu corazón,
Ay,Víctor
que cuando te fuiste de nuestra Nación,
un duro golpe la convirtió en prisión.

No cantabas por tener buena voz
sino por la música que daba pasión,
tus verdades abrían el corazón,
por los pobres daban compasión.

Ya la íntima bala en la garganta,
ya el que silencia lo que cantas,
pero aún así tu voz se levanta,
porque es verdad que agranda.

En esta hora de triste agonía
la ciudad en fuego ardía.
¿Quién nos dirá lo que veía?
¿Qué era lo que al morir sentía?

Todos duermen, no quieren despertar,
por eso el cigarrito voy a levantar,
ya regalo mis manos sin cerrar,
para que la tierra vuelva a caminar.

Como a Amanda te voy a recordar,
como el viejo que siempre, sin cesar,
con amor lazos se ponía a trenzar,
yo trenzo estos versos a cantar.

sábado, abril 02, 2005

Ahora sí...

Se murió.

viernes, abril 01, 2005

Tiempo de alacranes

Llegué a mi changarro el miércoles después de dar mi clase en la ibero.

"Te llamaron de Conaculta", me dijo Eder, mi compañero y amigo.

Supuse que sería sobre las presentaciones del Llanto de los niños muertos.

"¿Qué dijeron?"

"Que llamaras. Es algo sobre una novela con la que estás concursando."

Vuelco de corazón. "Calma", pensé, "a lo mejor saqué mención honorífica."

Y es que mi especialidad ha sido sacar menciones honoríficas. No premios.

Llamé y pedí con la persona que llamó.

"¿Quién habla?"

Me identifiqué.

"Un momento."

Silencio. Prolongado.

"Le comunico..."

"Hola", dijo una voz, "habla Ignacio Padilla. Supongo que sabes para qué te hablo..."

"¿Es por la novela?", repuse con un hilito de voz.

"Felicidades. Ganaste."

Me quedé mudo.

Me contó que había sido por unanimidad.

"Wow. Me hiciste el día, la semana, ¡el año!"

Y colgamos; después me llamó Andrés Ramírez, el editor de ficción de Planeta, para felicitarme.

Yo seguía sin creerlo.

Llamé primero a Cynthia. Luego a mis papás y después mandé un mail a mis amigos.

Al poco rato me llamaron del Universal y después de la radio y luego de otros periódicos. La noticia ha estado en varios lados. Ese día oí la nota en Horizonte 108.

Y yo, por supuesto, estoy como Ren y Stimpy: feliz, feliz, alegre, alegre.

Siempre he dicho que los concursos, cuyos resultados son tan circunstanciales, tan caprichosos, sólo dejan contento al que ganó. Este caso no es la excepción, pero qué bonito se siente.

Y no tengo mucho más qué decir. La premiación (y publicación) serán en junio, en Querétaro. Hay una mención honorífica que también será publicada, y desde aquí felicito a su autor, Andrés Acosta, mi compañero ganador.

Muchas gracias a todos los que han estado conmigo en esto de la escribida de una u otra forma. Sin haber estado rodeado de gente tan valiosa no hubiera jamás logrado esto. Ustedes saben quiénes son y ya se los agradecí en privado.

Y muchas gracias a todos los que han posteado mensajes de felicitación en la pizarra de este blog.

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...