Borola se quedó huérfana
Murió don Gabriel Vargas. Varguitas. El llamado cronista urbano. El creador de Borola, Regino, el Tejocote, Cuquita, Foforito y docenas más de personajes. El rival de Germán Butze. Aquel que siempre se avergonzó de ser reconocido por hacer monitos. El que decía que él había sido publicista, que había caído en los cómics por pura coincidencia. El mismo que rellenaba las viñetas de sus cómics con diálogos verborréicos interminables. Adorado por Carlos Monsiváis y prácticamente todos los estudiosos de la historieta mexicana. Precursor, estoy seguro, del humor presuntamente arrabalero de Roberto Gómez Bolaños (ambos veían al jodidaje con un cariñoso desdén).
Mi relación con su obra siempre fue distante. De niño a veces me compraban algún cómic de los Burrón. Recuerdo haberlos observado antes de aprender a leer. Pero nunca me gustó. Siempre me pareció que se trataba de un dibujo muy pobre, de una narrativa torpísima. Nunca he podido acabar de leer un episodio completo.
No me lo tomen a mal. Simplemente me molesta que cada vez que digo que hago cómics me pregunten "¿Como la familia Burrón?" Es como si a los Tacubos les preguntaran si su música se parece a la de Consuelito Velázquez. Sí, algo. Pero no desciende directamente de ahí. Hay cincuenta años de historia en medio.
Siempre me pareció La familia Burrón una historieta sobrevalorada. Contrapuesta al olvido mezquino en el que se tiene a Los Supersabios, ese sí un cómic de gran calidad gráfica y narrativa, muy superior, como historieta, a la obra de Vargas.
Sé que se multiplicarán los homenajes. Que ahora lo llamarán genio y cronista extraoficial de la ciudad. Bien, me parece que la visión que tiene de las clases populares es idealizada, absolutamente alejada de la realidad de los barrios ahora y hace 60 años. Y aunque puedo reconocer un gran ingenio a la hora de poner nombres a sus personajes (Satán Carroña, Ruperto Tacuche, Boba Licona, los pollicuacos, entre muchos otros), nunca compartí su dentido del humor ni le hallé la gracias a su monos.
Lo siento, no me gusta nada la obra de Gabriel Vargas.
Que otros se unan a los homenajes. Yo sencillamente lamento la muerte de un colega, que no de un maestro. Como no sea de la persistencia, todo hay que decirlo.
Que descanse en paz, don Gabriel Vargas.
9 comentarios:
Coincido contigo en cuanto a los guiones y la temática en general, pero el dibujo sí me gustaba, la línea gruesa y las narices redondas y rojas.
: )
Algo que hay que reconozco (independiejtemente de si fue o no bueno) es el hecho de que supo estar en el subconsciente colectivo de la sociedad mexicana. Con él, me atrevo a decir, si hay memoria historica. Cosa que, por desgracia (y recalco, por desgracia), no ocurre con Butze y sus SUPERSABIOS, yo por ejemplo solo tengo dos números, y claro que me gustaria conocer más de ellos, pero no hay quien nos traiga ese legado como lo hizo Vargas con Porrua.
Dezcanse en paz.
Y yo que pensaba que era el único que encontraba sobrevalorado el trabajo del Sr. Vargas...
Coincido contigo en prácticamente todo lo que mencionas, pero creo que hay que reconocer que el señor supo vender su trabajo y ganarse un lugar dentro de la cultura popular mexicana, aún cuando no haya sido con un trabajo más merecedor de tanta atención.
Descanse en paz.
Fraga: Pues tiene su onda, pero a la vuelta de 60 años de no evolucionar, me cansa mucho.
ÚXKR: Sí, es una pena que los Supersabios vivan en el olvido. Habrá que hacer algo para sacarlos de ahí. Pero los puedes leer todos los domingos en el suplemento de cómics de Milenio. Cuidado, son adictivos.
Alberto: Yep, descanse en paz.
Que tál, respecto al asunto que de si La Familia Burrón es sobrevalorada, es un asunto relativo pero lo que podemos hacer es aprender de sus aciertos.
La Familia Burrón, tiene un cierto encanto con su representación de la vida cotidiana y sus diálogos teatrales.
Además es una historieta con lectores de diferentes edades y grupos sociales que se mantuvo impreso y a la venta por mucho tiempo y distribuido por todo el pais, algo que no es fácil de lograr.
Lo de progresar o evolucionar es algo subjetivo.Fue un ilustrador comercial talentoso y podía dibujar en un estilo mas sofisticado si lo hubiera deseado. Si el gustaba trabajar en ese estilo y la gente lo compraba: pues adelante, el maniqueísmo o minimalismo también tienen su gracia.
Estoy de acuerdo de crtiticar a los ríos de saliva y homenajes póstumos hipócritas con los que estarán haciendole estatua al Sr. Vargas, mejor que se pongan a trabajar en crear un trabajo digno de ser su sucesor.
Saludos!
Amigo Chintololo:
No entiendo porqué tu comentario no aparece aquí. Aparentemente lo has borrado. Si te comunicas con mail conmigo estaré encantado de comentar tus puntos, Te agradeceré que te identifiques, porque no puedo dialogar con un troll anónimo.
Bernardo Fernández
Saludos. Como no pude enviarle mis puntos por este medio, se los dejé en su correo de Facebook, ahí podrá ponerse en contacto conmigo, el asunto dice El Chintololo, para identificarme.
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