viernes, abril 09, 2010

Citando a Fray Luis de León, "como decíamos la vez pasada..."

Tengo un problema grave con Robero Bolaño.

Desde luego no lo conocí. Él vivió en México cuando yo era apenas un recién nacido y al momento de despuntar su carrera yo andaba interesado en otras geografías literarias.

Luego murió (prematuramente, estoy de acuerdo y lo lamento) y su mito se multiplicó, En poco tiempo Los detectives salvajes era EL LIBRO que había que leer.

Yo, lo confieso avergonzado, no lo entiendo. Y no es que sea profundamente experimental como el Ulysses (¿habrá un equivalente a este libro monumental en el castellano?), sino que sencillamente no entiendo cuál es el encanto de Bolaño.

Abundo: mucha gente a la que respeto lo tiene entre sus lecturas pivotales. El novelista español Enrique Vila-Matas incluso dijo que su novela 2666 lo ubica en el mismo equipo de Cervantes, Sterne, Melville, Proust, Musil y Pynchon. Fue mi querida amiga Carmen Pinilla la que logró su publicación en los Estados Unidos cuando trabajaba en la agencia de Carmen Balcells.

Credenciales muy impresionantes. Pero a mí, Los detectives salvajes me parece una novela sobrevalorada, a la que le sobran una cantidad gigantesca de páginas.

Sé que esto me atraerá adjetivos como aldeano, palurdo y naco. Lo siento.

Algo similar me pasa con Murakami. Y con Saramago y Kundera, pa'l caso.

"¡Najayote!", oigo que me grita un disitnguido egresado de la SOGEM allá al fondo.

En fin. No lo descalifico, no lo demerito. Nomás no le hallo la gracia.

¿Alguien me la puede explicar?

12 comentarios:

Gunds dijo...

No se de la novela de Bolaño que dices, no la he leido, pero si hay un equivalente a Ulysses en castellano, quizas sea Paradiso, de Lezama Lima.

El Frikis dijo...

Hay lecturas y autores que simplemente no nos llegan, por más que sean respetadísimos y "objetivamente" tengan grandes cartas credenciales. En mi caso quedo con la sensación de que alguna tara, o incapacidad me hace no apreciar a Sergio Pitol, o a Carlos Fuentes, por mencionar dos grandes de nuestras letras. También "Los detectives Salvajes" se me cayó de las manos muy pronto, y lo único que puedo argumentar es que no me alcanzaron a divertir e interesar las peripecias del protagonista y su troupé de poetas real visceralistas, quizá tendría que ponerle mas voluntad pero en realidad hay tanto por leer, y hasta releer, que una vida no alcanza para apreciar a todo mundo en "justicia". Ni modo, a ver si más adelante me doy otra oportunidad con esta novela...

Anónimo dijo...

a mí también me parece en exceso sobrevalorado.
cuando un autor recibe todos los reflectores de esa manera, siempre le entro con bastante escepticismo.
mi autor favorito de todos los tiempos (o al menos de los últimos 40 años) es thomas pynchon. cuando me dijeron que este wey era algo así como el pynchon latinoamericano (whatever that means), intenté darle una oportunidad. me arrepiento de haberlo hecho.

ahora con murakami, pues es como una golosina. sabes que no deberías estar leyendo algo así cuando hay un henry james por descubrir allá afuera, pero igual lo haces y te empalagas y dices al final: ay chale, tanto para esto.

dyannabizzz dijo...

Yo nomás digo que cada quién encuentra las plumas con las que se identifica. "Las credenciales" salen sobrando. Importa un sorbete lo qué digan susodichos "expertos" y egresados de las escuelas "importantes". De acuerdísimo: Kundera puuaag y sobrevalorado. De Saramago si me gustan algunas cosas.

Javier Caravantes dijo...

Me he carcajeado con lo de "najayote", buenísimo. Sí eso te gritarían en la Sogem, aunque no te creas eh, Mario González Suárez también lo odia.

Alberto Calvo dijo...

Comparto la opinión. No es malo, pero dista mucho de ser tan bueno como algunos parecen insistir. Creo que el principal problema es el largo del libro, pues le sobra tanto que sabe a relleno.

Lo mismo me pasa con Saramago. De Kundera solo he leído La Insoportable Levedad... pero no me dejó ganas de buscar algo más. Estoy a la mitad de mi primer contacto con Murakami, así que el jurado sigue deliberando.

¡Saludos!

Asilo Arkham dijo...

Pues, mi buen Bef, yo soy egresado de SOGEM y jamás te llamaría Najayote. No me gusta hacerle al mamón intelectual sogemita; ni siquiera me queda. Para mí leer es un placer, y si algo me parece un martirio o muy lajado, lo dejo: no me gusta desperdiciar lo que me queda de vida así.

Bien por ti. Un abrazo.

Asilo Arkham dijo...

Fe de erratas:

Escribí lajado en lugar de jalado.

Martín Bonfil Olivera dijo...

¿Murakami no te gusta? ¡Nooo! Bueno, a mí me encanta y me cambió la vida en algo importante... Pero sí,a muchos no les llega (quizá no lo necesiten...). A Bolaño no lo he intentado leer... ¡Viva la discrepancia! Saludos, querido BEF

Pok dijo...

Brzvo por atrevese a cuestionar a las vacas sagradas!! Yo estoy de acuerdo, no porque "todo mundo" dice que algo es bueno a uno también le tiene que gustar. En particular nunca he leído a Bolaño pero me da curiosidad... aunque ahora ya no tanta. He leído poco de Saramago y de Murakami, no me molestan pero tampoco los releería. Nunca he leído a Kundera. Pero aplaudo el que no todos tengamos que ir para el mismo lado. Un abrazo, Bef!

C. Rodríguez dijo...

A mí lo que siempre me ha desconcertado de Bolaño (cuyos cuentos, dicho sea de paso, me parecen mejores que sus novelas) es que haya publicado más muerto que vivo, lo que sólo abona a su sobrevaloración... A este paso pronto publicarán sus notas de tintorería, como alguien decía de don Alfonso Reyes.

Januith dijo...

Yo leí que a Murakami le gusta escribir novelas largas, porque así el lector se sumerge en ellas, jajajjaa, y creo que por sumergirse se refiere a que te empieza a ahogar el hecho de que no termines de leer en poco tiempo el libro y se empieza a converir en una pesadilla. saludos