miércoles, noviembre 29, 2006
Escritura creativa, al incomparable estilacho de Kurt Vonnegut
Gracias a la generosidad de mi tocayo, Bernardo Jáuregui, hace poco pude hacerme de varios libros que había buscado sin mucho éxito.
(Entre paréntesis, ¿alguien sabe dónde hay una buena librería en inglés en la ciudad de México? No los Sanborn's, que sólo tienen best-sellers o las American Book Store, que manejan casi puro libro de texto.)
El caso es que entre otras cosas, Bernardo me mandó desde El Paso una edición en inglés de Vineland, de Thomas Pynchon, que nunca he podido acabar de leer en español (por la horrible traducción de Tusquets), dos novelas de Steven Millhauser y...
(Fanfarrias)
Bagombo Snuff Box, antología de cuentos de Kurt Vonnegut.
(Quien es, creo que ya lo he dicho, mi escritor favorito).
El libro compila sus cuentos publicados en el extinto circuito de revistas gringas que solía publicar narrativa breve. El propio autor cuenta que en su juventud, en benditos tiempos previos a la televisión, había toneladas de material impreso que era consumido por las grandes masas (este mismo fue el pináculo de la industria de los cómics y de las revistas pulp).
Un escritor tenía todo un gigantesco mercado al cual vender su material y vivir, literalmente, del cuento.
Hoy en día, ese ecosistema editorial ha desaparecido.
Los cuentos recopilados en el libro son aquéllos que K.V. vendió para mantener a su familia en los inicios de su carrera. Él mismo dice no estar muy orgulloso de ellos (los que realmente le gustaban se compilaron desde hace años en un libro llamado Wellcome to the Monkey House).
Como quien dice, se trata de un libro para clavados de don Kurt. Sin embargo, en su prólogo, el autor nos regala, sintético como siempre, lo que el llama Creative Writing 101 o lo que es lo mismo, un curso intensivo de narrativa.
Con perdón de los derechos de autor correspondientes, se los comparto a continuación:
1. Use the time of a total stranger in such a way that he or she will not feel the time was wasted.
2. Give the reader at least one character he or she can root for.
3. Every character should want something, even if it is only a glass of water.
4. Every sentence must do one of two things: reveal character or advance the action.
5. Start as close to the end as possible.
6. Be a sadist. No matter sweet and innocent your leading characters, make awful things happen to them?in order that the reader may see what they are made of.
7. Write to please just one person. If you open a window and make love to the world, so to speak, your story will get pneumonia.
8. Give your readers as much information as possible as soon as possible. To heck with suspense. Readers should have such complete understanding of what is going on, where and why, that they could finish the story themselves, should cockroaches eat the last few pages.
The greatest American short story writer of my generation was Flannery O'Connor (1925-1964). She broke practically every one of my rules but the first. Great writers tend to do that.
Con la correspondiente traducción simultánea:
1. Utiliza el tiempo de un perfecto desconocido de manera que ella o él no sienta que lo desperdició.
2. Dale al lector al menos un personaje con el que se pueda identificar.
3. Todo personaje debe desear algo, aunque sea un vaso de agua.
4. Cada oración debe hacer una de dos cosas: revelar al personaje o avanzar en la acción.
5. Inicia tan cerca del final como sea posible.
6. Sé sádico. No importa cuán dulces e inocentes sean tus protagonistas, haz que les pasen cosas horrendas para que el lector pueda ver de qué están hechos.
7. Escribe para complacer a una sola persona. Si abres la ventana y le haces el amor al mundo, por así decirlo, a tu historia le dará pulmonía.
8. Dale a tus lectores toda la información que sea posible lo más pronto que se pueda. Al diablo con el suspenso. Los lectores deberían tener completa comprensión de lo que está sucediendo, dónde y por qué, para que puedan acabar la historia ellos mismo en caso de que las cucarachas se coman las últimas páginas.
La más grande cuentista norteamericana de mi generación fue Flannery O'Connor (1925-1964). Ella rompió prácticamente cada una de mis reglas excepto la primera. Los grandes escritores tienden a hacer eso.
Oh, boy.
Se los dejo para iniciar la semana.
Por cierto, el último libro de Kurt Vonnegut, Un hombre sin patria, acaba de ser publicado y distribuido en México por Grupo Editorial Planeta. No tiene desperdicio.
Cuatro palabras sobre la FIL de Guadalajara
Mucha gente. ¿Leerán todos?
lunes, noviembre 27, 2006
Dos caras de una misma moneda
Dos famosos mexicanos murieron recientemente. Llevaron vidas paralelas, aunque probablemente el más famoso de los dos ni siquiera escuchó hablar del otro...
Jesús Blancornelas fue un periodista enfrentado a la mafia del narcotráfico y la corrupción gubernamental en Tijuana.
Durante cincuenta años circuló por la redacción de varios periódicos, no todos ellos dispuestos a tener entre su equipo una pluma tan incendiaria. La suya fue una vida digna de novela de Luis Spota.
Siempre es difícil hablar de periodismo "limpio". La cercanía con el poder, lo hemos atestiguado, es como el canto de las sirenas. Muy pocos lo resisten.
Lo cierto es que sufrió constantes amenazas y represiones. Incluso un atentado, hace casi diez años, del que no pudo reponerse del todo.
Desde el semanario Zeta, fundado en 1980, junto a Héctor "El Gato" Félix, Blancornelas arriesgó constantemente el pellejo. El propio Gato Félix fue asesinado por un guarura del señor Jorge Hank Rohn (ahora presidente municipal de Tijuas) y el editor del semanario, Francisco Javier Ortiz Franco fue muerto a tiros en 2004 frente a sus dos hijos pequeños.
Desde el atentado, Blancornelas vivió una vida de semi reclusión, escoltado por ocho elementos del ejército asignados para su protección por el presidente Ernesto Zedillo.
Dejó de aparecer en público, de ir al cine. Hombre muy creyente (algún defecto debía tener), le eran oficiadas misas privadas en su casa.
Viviendo como Salman Rushdie, pues.
Sus artículos parecían escritos con una navaja, siempre agudo, simpre conciso.
No se lo llevaron las balas, dicen con orgullo sus colaboradores. Una pleuresía, lesión pulmonar crónica que le acompañó durante muchos años, acabó con su vida el pasado jueves 23 de noviembre.
En tiempos tan escasos de héroes como éstos, quiero pensar que nos hacen falta más periodistas valientes como Jesús Blancornelas, quien tuvo la valentía para siempre vivir en el filo de la navaja.
(Sólo espero que no haya tenido una doble vida, que por la espalda haya sido un mafioso como se dice que era Manuel Buendía, quien de acuerdo a las malas lenguas, cobraba más por lo que no publicaba que por lo que publicaba. En fin, descanse en paz...)
Raúl Velasco, por el otro lado, fue justo todo lo contrario. "Periodista" (de los que escriben cajón con gé, diría mi abuelo) de espectáculos devenido en conductor televisivo de lo que sin duda ha sido uno de los grandes instrumentos de control mediáticos de masas en nuestro país.
Durante casi 30 años, Velasco dirigió el programa de espectáculos "Siempre en domingo", que durante toda la tarde de ese día ofrendaba a los espectadores entretenimiento musical y variedades de pobrísimo contenido y cuestionable calidad.
Ahora que está muerto, los periodistas de la fuente lo han ensalzado como un comunicador visionario, pionero de la televisión mexicana. Me parece que en realidad se trataba de un sujeto antipático, que evidenciaba un pobrísimo vocabulario y además promovía intépretes musicales y cómicos de notable mediocridad que, a fuerza de ser expuestos en los medios, acabaron posicionándose en el gusto de lo que el propio Velasco llamaba (¿con ironía?) la gran familia mexicana.
Y si hemos de juzgarle por su gusto musical, la historia difícilmente lo absolverá. Véase una lista parcial de los "valores artísticos" promovidos en su show: Timbiriche, Luis Miguel, Julio Iglesias, Daniela Romo, Vicente Fernández, Lupita D'Alessio, Emmanuel, Yuri y demás distinguida fauna mediática.
Mi antipatía por la televisión se debe en gran medida a este sujeto, quien además enarbolaba los valores más reaccionarios (le recuerdo, por ejemplo, promoviendo el culto guadalupano o ensalzando a algún corrupto gobernador de Guerrero por los logros de su administración). Se dice era su decisión quien "la hacía" y quien no.
Lo peor del asunto es que su salida de los medios no marcó ningún cambio en los contenidos de éstos. Al contrario, nuestra televisión de espectáculos para las grandes masas ha ido empeorando.
Este hombre, muerto a los 73 años, fue un esbirro lela del sistema, de esta tibia dictadura que padecimos durante setenta años y que aún ahora no logramos sacudirnos. Fue uno de los muchísimos responsables de mantenernos estupidizados frente a la caja idiota.
No me alegra la muerte de nadie, pero como dijo Rogelio Villarreal de Octavio Paz, no lamento su pérdida...
Dos famosos mexicanos murieron recientemente. Llevaron vidas paralelas, aunque probablemente el más famoso de los dos ni siquiera escuchó hablar del otro...
Jesús Blancornelas fue un periodista enfrentado a la mafia del narcotráfico y la corrupción gubernamental en Tijuana.
Durante cincuenta años circuló por la redacción de varios periódicos, no todos ellos dispuestos a tener entre su equipo una pluma tan incendiaria. La suya fue una vida digna de novela de Luis Spota.
Siempre es difícil hablar de periodismo "limpio". La cercanía con el poder, lo hemos atestiguado, es como el canto de las sirenas. Muy pocos lo resisten.
Lo cierto es que sufrió constantes amenazas y represiones. Incluso un atentado, hace casi diez años, del que no pudo reponerse del todo.
Desde el semanario Zeta, fundado en 1980, junto a Héctor "El Gato" Félix, Blancornelas arriesgó constantemente el pellejo. El propio Gato Félix fue asesinado por un guarura del señor Jorge Hank Rohn (ahora presidente municipal de Tijuas) y el editor del semanario, Francisco Javier Ortiz Franco fue muerto a tiros en 2004 frente a sus dos hijos pequeños.
Desde el atentado, Blancornelas vivió una vida de semi reclusión, escoltado por ocho elementos del ejército asignados para su protección por el presidente Ernesto Zedillo.
Dejó de aparecer en público, de ir al cine. Hombre muy creyente (algún defecto debía tener), le eran oficiadas misas privadas en su casa.
Viviendo como Salman Rushdie, pues.
Sus artículos parecían escritos con una navaja, siempre agudo, simpre conciso.
No se lo llevaron las balas, dicen con orgullo sus colaboradores. Una pleuresía, lesión pulmonar crónica que le acompañó durante muchos años, acabó con su vida el pasado jueves 23 de noviembre.
En tiempos tan escasos de héroes como éstos, quiero pensar que nos hacen falta más periodistas valientes como Jesús Blancornelas, quien tuvo la valentía para siempre vivir en el filo de la navaja.
(Sólo espero que no haya tenido una doble vida, que por la espalda haya sido un mafioso como se dice que era Manuel Buendía, quien de acuerdo a las malas lenguas, cobraba más por lo que no publicaba que por lo que publicaba. En fin, descanse en paz...)
Raúl Velasco, por el otro lado, fue justo todo lo contrario. "Periodista" (de los que escriben cajón con gé, diría mi abuelo) de espectáculos devenido en conductor televisivo de lo que sin duda ha sido uno de los grandes instrumentos de control mediáticos de masas en nuestro país.
Durante casi 30 años, Velasco dirigió el programa de espectáculos "Siempre en domingo", que durante toda la tarde de ese día ofrendaba a los espectadores entretenimiento musical y variedades de pobrísimo contenido y cuestionable calidad.
Ahora que está muerto, los periodistas de la fuente lo han ensalzado como un comunicador visionario, pionero de la televisión mexicana. Me parece que en realidad se trataba de un sujeto antipático, que evidenciaba un pobrísimo vocabulario y además promovía intépretes musicales y cómicos de notable mediocridad que, a fuerza de ser expuestos en los medios, acabaron posicionándose en el gusto de lo que el propio Velasco llamaba (¿con ironía?) la gran familia mexicana.
Y si hemos de juzgarle por su gusto musical, la historia difícilmente lo absolverá. Véase una lista parcial de los "valores artísticos" promovidos en su show: Timbiriche, Luis Miguel, Julio Iglesias, Daniela Romo, Vicente Fernández, Lupita D'Alessio, Emmanuel, Yuri y demás distinguida fauna mediática.
Mi antipatía por la televisión se debe en gran medida a este sujeto, quien además enarbolaba los valores más reaccionarios (le recuerdo, por ejemplo, promoviendo el culto guadalupano o ensalzando a algún corrupto gobernador de Guerrero por los logros de su administración). Se dice era su decisión quien "la hacía" y quien no.
Lo peor del asunto es que su salida de los medios no marcó ningún cambio en los contenidos de éstos. Al contrario, nuestra televisión de espectáculos para las grandes masas ha ido empeorando.
Este hombre, muerto a los 73 años, fue un esbirro lela del sistema, de esta tibia dictadura que padecimos durante setenta años y que aún ahora no logramos sacudirnos. Fue uno de los muchísimos responsables de mantenernos estupidizados frente a la caja idiota.
No me alegra la muerte de nadie, pero como dijo Rogelio Villarreal de Octavio Paz, no lamento su pérdida...
miércoles, noviembre 22, 2006
Notas breves
Kramer Goes Berserk
El comediante norteamericano Michael Richards, recordado por los fans de la serie Seinfeld por interpretar a Cosmo Kramer, tuvo un violento ataque de furia durante una función en un centro nocturno de Los Angeles en pasado viernes.
Aparentemente, un grupo de negros (¿es correcto llamarlos así o debo decir "afroamericanos?) estuvo molestándolo durante su show hasta que Richards comenzó a insultarlos, llamándolos niggers. Resulta que la tal palabra es el insulto más grande que puede decir un blanco (en este caso, judío) a un afro.
Para desgracia de Richards, algún héroe de ocasión decidió tomarle video con un celular, por lo que en unas horas el incidente se había ventilado en el sitio amarillista www.tmz.com, algo así como una versión gringa y con recursos de "ventaneando".
El asunto ha levantado fuertes ámpulas en Estados Unidos. Richards apareció vía satélite en el programa de David Letterman durante una entrevista a su ex compañero Jerry Seinfeld pidiendo disculpas. Gente del público comenzó a reirse, provocando la furia de Seinfeld.
En un país con tan fuerte tensión quizá signifique que la carrera de Richards esté terminada. No me extrañaría que hubiera grupos que boicotearan la compra de los DVDs de Seinfeld. Que Richards no volviera a trabajar en ningún lado.
No puedo dejar de preguntarme, ¿y si un comediante de los nuestros, Polo Polo o Jorge Falcón, se enfureciera contra alguien del público y lo llamara "pinche indio", nos causaría tanto escozor?
Babel
Pareciera que en México no se le perdona el éxito a nadie. Que hablamos de pura envidia. Pero si un director de cine hace una mala película, ¿hay que soslayarlo porque es mexicano?
No tuve tiempo de comentarlo, pero El laberinto del Fauno me pareció una de las mejores películas que he visto nunca, Guillermo del Toro se encuentra en plena fase de madurez creativa, con una refinada estética que combinada con un guión soberbio (que tanto le debe a su amado Hitchcock) da por resultado una cinta destinada a convertirse en un clásico, dentro y fuera del género fantástico.
Pero Babel...
No abundaré en las incosistencias del guión, como ya hicieron mis amigos Ira y Real de lo virtual. Baste decir que el juntar tres historias guangas no va necesariamente a producir una cinta consistente. Si bien el oficio narrativo de González Iñárritu es innegable, me parece que comienza a sentirse una decadencia en su recurso. ¿Será producto del desgaste de su relación creativa con Arriaga Jordán, su guionista de cabecera?
OK, no puedo resistirlo, aquí van algunos cabos sueltos del guión. Atención, si no la han visto aquí van varios spoilers:
En un país donde --de acuerdo a lo planteado-- no hay médicos ni ambulancias, ¿la policía es tan eficiente como para resolver un crimen cometido en medio del desierto en apenas unas horas?
¿Es posible que habiendo dos amigas sordomudas, la que ligue sea la fea que habla como tonta, y no la bonita silenciosa?
¿Alguien puede burlar a la Border Patrol en una carcacha que se cae a pedazos?
Pero además, siendo Marruecos una nación que vive del turismo, ¿es creíble que no haya servicios médicos en un corredor turísitico?
Con la estrecha relación que los cazadores establecen con sus armas, ¿es creíble que alguien le regale un rifle Winchester de novecientos dólares a un guía?
Ah, en fin... Podría seguir durante horas. Lo siento, no me gustó la película. Quizá tenga algo que no logro ver.
FIL Guadalajara
Estaré junto con Paco Haghenbeck firmando ejemplares de nuestros libros en el stand de Planeta el sábado 2 de diciembre. Apenas tenga los datos concretos los publico por acá.
Kramer Goes Berserk
El comediante norteamericano Michael Richards, recordado por los fans de la serie Seinfeld por interpretar a Cosmo Kramer, tuvo un violento ataque de furia durante una función en un centro nocturno de Los Angeles en pasado viernes.
Aparentemente, un grupo de negros (¿es correcto llamarlos así o debo decir "afroamericanos?) estuvo molestándolo durante su show hasta que Richards comenzó a insultarlos, llamándolos niggers. Resulta que la tal palabra es el insulto más grande que puede decir un blanco (en este caso, judío) a un afro.
Para desgracia de Richards, algún héroe de ocasión decidió tomarle video con un celular, por lo que en unas horas el incidente se había ventilado en el sitio amarillista www.tmz.com, algo así como una versión gringa y con recursos de "ventaneando".
El asunto ha levantado fuertes ámpulas en Estados Unidos. Richards apareció vía satélite en el programa de David Letterman durante una entrevista a su ex compañero Jerry Seinfeld pidiendo disculpas. Gente del público comenzó a reirse, provocando la furia de Seinfeld.
En un país con tan fuerte tensión quizá signifique que la carrera de Richards esté terminada. No me extrañaría que hubiera grupos que boicotearan la compra de los DVDs de Seinfeld. Que Richards no volviera a trabajar en ningún lado.
No puedo dejar de preguntarme, ¿y si un comediante de los nuestros, Polo Polo o Jorge Falcón, se enfureciera contra alguien del público y lo llamara "pinche indio", nos causaría tanto escozor?
Babel
Pareciera que en México no se le perdona el éxito a nadie. Que hablamos de pura envidia. Pero si un director de cine hace una mala película, ¿hay que soslayarlo porque es mexicano?
No tuve tiempo de comentarlo, pero El laberinto del Fauno me pareció una de las mejores películas que he visto nunca, Guillermo del Toro se encuentra en plena fase de madurez creativa, con una refinada estética que combinada con un guión soberbio (que tanto le debe a su amado Hitchcock) da por resultado una cinta destinada a convertirse en un clásico, dentro y fuera del género fantástico.
Pero Babel...
No abundaré en las incosistencias del guión, como ya hicieron mis amigos Ira y Real de lo virtual. Baste decir que el juntar tres historias guangas no va necesariamente a producir una cinta consistente. Si bien el oficio narrativo de González Iñárritu es innegable, me parece que comienza a sentirse una decadencia en su recurso. ¿Será producto del desgaste de su relación creativa con Arriaga Jordán, su guionista de cabecera?
OK, no puedo resistirlo, aquí van algunos cabos sueltos del guión. Atención, si no la han visto aquí van varios spoilers:
En un país donde --de acuerdo a lo planteado-- no hay médicos ni ambulancias, ¿la policía es tan eficiente como para resolver un crimen cometido en medio del desierto en apenas unas horas?
¿Es posible que habiendo dos amigas sordomudas, la que ligue sea la fea que habla como tonta, y no la bonita silenciosa?
¿Alguien puede burlar a la Border Patrol en una carcacha que se cae a pedazos?
Pero además, siendo Marruecos una nación que vive del turismo, ¿es creíble que no haya servicios médicos en un corredor turísitico?
Con la estrecha relación que los cazadores establecen con sus armas, ¿es creíble que alguien le regale un rifle Winchester de novecientos dólares a un guía?
Ah, en fin... Podría seguir durante horas. Lo siento, no me gustó la película. Quizá tenga algo que no logro ver.
FIL Guadalajara
Estaré junto con Paco Haghenbeck firmando ejemplares de nuestros libros en el stand de Planeta el sábado 2 de diciembre. Apenas tenga los datos concretos los publico por acá.
martes, noviembre 14, 2006
Algunas postales (2)
Hispacón 2006
Sé que es un poco tarde para hacer una reseña sobre la Hispacón, asunto que ha sido ampliamente comentado en los blogs de los colegas españoles. Justificando un poco la tardanza, quisiera aportar una visión externa, de invitado extranjero.
Este año asistí para presentar mi novela, Gel azul dentro de las actividades de la convención anual de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT).
El asunto es que la convención originalmente iba a celebrarse en Córdoba, Andalucía, y faltando mes y medio los responsables se rajaron, dejando a la mesa directiva de la Asociación metidos en un problemón.
Haciendo gala de un gran amor y profesionalismo altruista (nadie cobró un centavo por ello) la mesa directiva se metió a organizar una convención emergente en el pueblo de Dos Hermanas, en las cercanías de Sevilla.
Por supuesto, todos temían por los resultados. Entre otros, Víctor y Gabriella, presidente y secretaria respectivamente de la AEFCFT.
Afortunadamente, con la colaboración desinteresada de todos los involucrados, el evento salió mejor de lo que esperaban. Asistimos varios autores extranjeros, entre los que se incluían los ingleses Ian Watson y Richard Morgan, el ruso Kiril Yeskov, el portugués Joao Barreiros y yo.
No quiero profundizar mucho en las actividades. Como es de esperarse, son pláticas de total friquismo que fascinan a los nerds como yo pero que pueden aburrir a la gente normal de allá afuera. Lo que quiero destacar es la envidia que me provoca lo organizado del fandom español.
A pesar de haber sido una convención pequeña, me sorprende la gran cantidad de títulos del género que se publican DE AUTORES LOCALES. Hay al menos media docena de editoriales especializadas en la CF, todas ellas con espacio para autores locales y con ediciones profesionales, distribuidas en los circuitos comerciales y conseguibles en cualquier Corte Inglés (cadena omnipresente de tiendas que son una cruza entre nuestros Sanborn's y Liverpool, a la sazón el mayor vendedor de libros en España).
No pude sino recordar con nostalgia nuestras antiguas convenciones en Tlaxcala, y aquellas que no asistí en Nuevo Laredo y Monterrey, sin dejar de ver las distancias que hay entre el primer y el tercer mundo.
Durante el evento, volví a encontrarme con viejos conocidos como Rafa Marín, Edu Vaquerizo, Santiago Eximeno, Rodolfo Martínez, entre otros y conocí a nuevos amigos como el gran Alfonso Merelo y Juaki Revuelta, este último un tipazo al que adoré de inmediato. Seguro olvido a más de uno, les pido perdón de antemano.
Nuestro fin de semana en Dos Hermanas transcurre en medio de la vorágine de la convención. Mi presentación transcurre con suavidad, siento que hay buena recepción para la novela (más de lo que había hace 6 años cuando fui con Pepe Rojo a la Asturcon). Por la noche del sábado vamos a la cena de gala donde se hace entrega de los premios Ignotus, uno de los cuales va a manos de la gran Gabriella Campbell por mejor obra poética, otro para Alfonso Merelo por mejor ensayo y uno más para el libro Idios Kosmos: Claves para Philip K. Dick, de Palbo Cappana, publicado por Raúl Gonzálvez, editor de Grupo Ajec --quien por cierto tiene un catálogo al que vale la pena echar un ojo.
El domingo, exhaustos volvemos con los chicos a Granada, de donde Rebeca y yo tomamos un vuelo al día siguiente que nos lleva de vuelta a Madrid, en la última fase del viaje, donde mi amiga Sumi nos recibe junto con Fausto, Giovanni y demás roomies durante dos noches.
Finalmente volvemos a México, exhaustos y felices.
Uf. Y ahora, a trabajar, que ya fueron muchas vacaciones...
Hispacón 2006
Sé que es un poco tarde para hacer una reseña sobre la Hispacón, asunto que ha sido ampliamente comentado en los blogs de los colegas españoles. Justificando un poco la tardanza, quisiera aportar una visión externa, de invitado extranjero.
Este año asistí para presentar mi novela, Gel azul dentro de las actividades de la convención anual de la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT).
El asunto es que la convención originalmente iba a celebrarse en Córdoba, Andalucía, y faltando mes y medio los responsables se rajaron, dejando a la mesa directiva de la Asociación metidos en un problemón.
Haciendo gala de un gran amor y profesionalismo altruista (nadie cobró un centavo por ello) la mesa directiva se metió a organizar una convención emergente en el pueblo de Dos Hermanas, en las cercanías de Sevilla.
Por supuesto, todos temían por los resultados. Entre otros, Víctor y Gabriella, presidente y secretaria respectivamente de la AEFCFT.
Afortunadamente, con la colaboración desinteresada de todos los involucrados, el evento salió mejor de lo que esperaban. Asistimos varios autores extranjeros, entre los que se incluían los ingleses Ian Watson y Richard Morgan, el ruso Kiril Yeskov, el portugués Joao Barreiros y yo.
No quiero profundizar mucho en las actividades. Como es de esperarse, son pláticas de total friquismo que fascinan a los nerds como yo pero que pueden aburrir a la gente normal de allá afuera. Lo que quiero destacar es la envidia que me provoca lo organizado del fandom español.
A pesar de haber sido una convención pequeña, me sorprende la gran cantidad de títulos del género que se publican DE AUTORES LOCALES. Hay al menos media docena de editoriales especializadas en la CF, todas ellas con espacio para autores locales y con ediciones profesionales, distribuidas en los circuitos comerciales y conseguibles en cualquier Corte Inglés (cadena omnipresente de tiendas que son una cruza entre nuestros Sanborn's y Liverpool, a la sazón el mayor vendedor de libros en España).
No pude sino recordar con nostalgia nuestras antiguas convenciones en Tlaxcala, y aquellas que no asistí en Nuevo Laredo y Monterrey, sin dejar de ver las distancias que hay entre el primer y el tercer mundo.
Durante el evento, volví a encontrarme con viejos conocidos como Rafa Marín, Edu Vaquerizo, Santiago Eximeno, Rodolfo Martínez, entre otros y conocí a nuevos amigos como el gran Alfonso Merelo y Juaki Revuelta, este último un tipazo al que adoré de inmediato. Seguro olvido a más de uno, les pido perdón de antemano.
Nuestro fin de semana en Dos Hermanas transcurre en medio de la vorágine de la convención. Mi presentación transcurre con suavidad, siento que hay buena recepción para la novela (más de lo que había hace 6 años cuando fui con Pepe Rojo a la Asturcon). Por la noche del sábado vamos a la cena de gala donde se hace entrega de los premios Ignotus, uno de los cuales va a manos de la gran Gabriella Campbell por mejor obra poética, otro para Alfonso Merelo por mejor ensayo y uno más para el libro Idios Kosmos: Claves para Philip K. Dick, de Palbo Cappana, publicado por Raúl Gonzálvez, editor de Grupo Ajec --quien por cierto tiene un catálogo al que vale la pena echar un ojo.
El domingo, exhaustos volvemos con los chicos a Granada, de donde Rebeca y yo tomamos un vuelo al día siguiente que nos lleva de vuelta a Madrid, en la última fase del viaje, donde mi amiga Sumi nos recibe junto con Fausto, Giovanni y demás roomies durante dos noches.
Finalmente volvemos a México, exhaustos y felices.
Uf. Y ahora, a trabajar, que ya fueron muchas vacaciones...
lunes, noviembre 13, 2006
En la foto, Rebeca y un colado, con el Sena al fondo.
Algunas postales de viaje (1)
Muchas gracias desde aquí a todos los amigos que nos dieron asilo durante este viaje a Rebeca y a mí, en Barcelona a Cinthya y Flavio, en Madrid a Vicente y Bea y a Sumi y Fausto, en París a la princesa Maud y a Luis, así como a mi compa Améziane, y en Granada y Dos Hermanas a Gabriella y Víctor . Sin ustedes no habríamos podido viajar tanto. Los queremos.
Barcelona
En Barcelona, generosos como siempre, Cinthya y Flavio nos reciben en su apartamento, donde también le han dado refugio temporal a Marco Sandoval, amigo de Cinthya de tiempos de la escuela, con el que hacemos buenas migas de inmediato.
Estamos aquí para asistir a la boda de mi prima Elena, que vive en Barcelona hace algunos años y ahora se casa con Marco, su novio italiano. Josefina, madre de Elena y hermana menor de mi papá también vive aquí. Habemos representantes de las cuatro ramificaciones de la familia de mi papá.
Mientras, Rebeca y yo aprovechamos para chancletear esta ciudad, hermosa e inagotable. Es inevitable visitar los edificios de Gaudí y el Parque Güell, caminaro por el barrio gótico y la rambla.
La boda transcurre espléndidamente, re-descubro a mis tres tías, ahora con ojos de adulto y encuentro tres personas magníficas (si bien no podían ser más diferentes entre sí). En la fiesta, habemos mexicanos, italianos, catalanes, un mariachi multinacional y hasta un gringo que pasaba por ahí. Sólo nos faltó un invitado de honor. Pero sabemos que estuvo ahí.
Me sorprende ver que la obra de Sagrada Familia efectivamente ha avanzado un poco. Y que ahora se ven más carteles y señalizaciones en catalán que hace seis años, cuando anduve por acá.
Aprovecho para tomarme un café con mi amigo Juanma Santiago, quien hasta hace poco era editor de la revista Gigamesh y que me ha escrito un generoso prólogo para Gel Azul. Nos conocimos en Gijón en el 2000 y, como dice él, hemos crecido juntos. Un tipo magnífico.
Y no me queda duda, la catedral de la Sagrada Familia, mezcla imposible de un pastel de XV años con el casco de Darth Vader que resulta sorprendentemente hermosa, es uno de mis edificios favoritos del planeta.
La última noche coincidimos con Eric Nava, del Taller de gráfica del Museo Felguérez, quien viaja con su novia y su cuñada. Todos (Flavio, Cinthya, Marco, Eric y sus acompañantes, Rebeca y yo) vamos a cenar a un restaurante a todo trapo.
Madrid
Nos recibe en el aeropuerto mi amigo Vicente Vargas, al que conozco desde que somos niños (su amistad es de lo poco bueno que me dejaron las escuelas maristas). Pasamos unos días con él y Bea, su linda esposa, en su departamento del barrio de Moratalaz.
Madrid no me gusta. Mi abuelo decía que era una ciudad de la que te enamorabas apenas la pisabas (quizá por ello la visitó más de 20 veces), pero a mí no me entusiasma tanto. A cambio de ello, me gusta mucho su gente.
Visitamos el Parque del Retiro (aunque nunca di con la estatua del Ángel Caido) y el Museo Thyssen-Bornemisza. El Prado lo dejamos para otra ocasión y preferimos el Reina Sofía, donde además de sentirnos orgullosos de ver un Diego Rivera, el Guernica nos deja mudos. No había podido verlo las otras dos ocasiones que estuve en Madrid.
Sumi Matsumoto, amiga mía desde la universidad, nos invita a comer un día. Comparte un departamento con varios amigos y se ofrecen a recibirnos cuando volvamos de Granada, pues para entonces Vicente estará en México. Aceptamos gustosos.
París
Luis Pérez, bautizado en Gijón "El Tiburón" por Juanito Hernández Luna, nos recibe en el aeropuerto Charles De Gaulle. Nos quedamos con él y su esposa, Maud, durante varios días en su céntrico departamento, apenas a dos cuadras de Notre Dame.
La primera noche coincide con una cena con José Manuel Fajardo y su esposa. Luis cocina estupendamente y durante estos días nos sorprenderá todo el tiempo con platillo magníficos.
Nacido en El Salvador pero criado en Estados Unidos, Luis es Doctor en el letras por la universidad de Princeton, es uno de los especialistas más respetados en literatura cubana y ahora el amor lo ha traido hasta la Sorbona, al lado de su amada Maud, quien también es académica, especialista en arte medieval. Conocí a Luis en Gijón en el verano e hicimos amistad de inmediato. De tiburón no tiene nada, al contrario, nos recibe como marqueses y durante nuestra estancia nos mima y consiente como no merecemos.
París debe ser sin duda la ciudad más hermosa de Europa, el caminarla es un deleite.
El sábado, por invitación de Luis, participo en unas jornadas académicas en la Sorbona sobre literatura y violencia. El encuentro reúne a varios académicos y escritores latinoamericanos. Yo hablo sobre la tradición "sicaresca" en México, tomando como ejemplos tres novelas de tres generaciones diferentes, El complot mongol de Rafael Bernal, Un asesino solitario de Elmer Mendoza y, ejem, Tiempo de alacranes, en las que los asesinos toman la palabra en primera persona para hablar de su entorno inmediato, la primera transcurrida en pleno régimen revolucionario, la segunda durante el derrumbe del priísmo y la tercera en los primeros años del nuevo régimen. Me va muy bien.
Campechaneo la turisteada con un par de visitas de negocios, visito a mi presunto agente en Europa, Alexandre Civico de la agencia literaria de Lora Fontain, quien es nada menos que la esposa de Gilbert Shelton, el autor de los Freak Brothers, y también representa a Robert Crumb y Alan Moore. Pero no serán mis agentes hasta que no se logre colocar la traducción de alguno de mis libros.
También tomo una copa con Judith Vernant y Marc Fernández, que acaban de iniciar una editorial especializada en policiaco y que tienen interés en publicar mi novela. Ojalá.
Y finalmente con Odile Boutry, traductora especializada en cómics que buscará un editor para mis monos.
La última noche la pasamos en el loft de Améziane, mi colega monero que está adaptando la novela "Cuatro Manos" de Taibo al cómic, quien nos cede su espacio y se va a dormir con su novia Sybille (un gran sacrificio).
Dejamos París encantados con tantos amigos nuevos y viejos. La nota discordante es que por estar pajareando, perdemos el vuelo de regreso a Madrid. Por ser comprado con una línea de bajo costo, no hay manera de que nos lo repongan y tengo que comprar de emergencia unos boletos de 600 euros que dan al traste con nuestro presupuesto. Ni modo, tendremos que pasar el resto del viaje bastante restringidos y sin poder comprar regalos. Chale.
Granada
Tras una noche en Madrid, volamos a Granada donde nos reciben mis editores, Gabriella Campbell y Víctor Miguel Gallardo. Resultan ser una pareja magnífica con quienes hacemos amistad de inmediato como si nos conociéramos de muchos años. Rebeca y yo aprovechamos para pasear por las calles de Granada durante el jueves para salir todos juntos, junto con la magnífica Mamen, amiga de ellos. Tras ciertas dificultades técnicas con su auto, rentamos una camioneta (furgoneta, en buen castizo) y enfilamos hacia Dos hermanas, a la Hispacón, de la cual me encargaré en el siguiente post, pues me parece que vale la pena dedicarle un post entero.
lunes, noviembre 06, 2006
De vuelta
Esto ha sido la locura. Tres semanas viajando con Rebeca, yendo de la boda de mi prima Elena a la presentación de mi nueva novela en la Hispacón de Dos Hermanas. En el ínter, hemos sido recibidos generosamente por varios amigos en Barcelona, Madrid, París, Granada y de nuevo Madrí. Una vorágine que me ha mantenido lejos del blog. Ahora que lo pienso, no me había tomado unas vacaciones desde que estuve en Canadá en el 2001.
Me hacía falta.
Recién desempacado del avión, y con jet lag aún, les dejo esta foto con Rebeca, frente a la librería Negra y Criminal de Barcelona, propiedad de Paco y Montse Camarasa. Ya abundaré sobre los detalles en el próximo post. Saludos.
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