domingo, mayo 29, 2011



Observa este video. Imágenes brutales que me conmovieron hasta las lágrimas.

El video fue captado en un barrio al sur de Monterrey apenas este viernes, de acuerdo a esta nota. No hay más información.

Esta maestra es heroica. Qué temple y sangre fría. Que tino para hacer lo correcto

¿Cómo hemos permitido que la violencia se desborde, que nos explote en las manos?

Las imágenes me pegan muy duro: la mayoría de las mujeres de mi familia son maestras de kínder. Esa mujer podría ser mi cuñada, mi madre, mi tía.

Pero lo más grave, lo verdaderamente terrible: cualquiera de esos niños podría ser mi hija. O la tuya.

"Si las gotas de lluvia fueran de chocolate..." Si éste fuera un mundo mejor. Uno, donde las balas no se acercan a nuestros niños.

Ella, esta maestra es una heroína para todos nosotros. Y la canción, en este contexto, se vuelve un himno de resistencia ciudadana.

Porque lo único que un niño puede hacer ante esta violencia brutal es segur siendo niño.

domingo, mayo 15, 2011




Quería escribir una novela policiaca. Sobre una mujer policía grandota y ruda.

Era todo lo que sabía.

Al escribir una novela es importante investigar para darle coherencia al mundo ficticio que vas a construir. Es la parte que más me gusta del proceso. La más divertida. Me puse a hacerlo.

Le pedí a Paco Taibo II que me sugiriera novelas de mujeres policias o detectives. Me recomendó a Sandra Scopettone. Me gustó mucho. Aún tengo pendiente leer alguna de las novelas de Patricia Cornwell.

Me entrevisté con un amigo policía. Luego con otro. Descubrí un mundo fascinante y aterrador al mismo tiempo.

Pregunté a dos amigas científicas. Quería saber sobre neurotransmisores. ¿Se puede diseñar en un laboratorio la droga perfecta? Releí Las sustancias de los sueños, de Simón Brailowsky, un libro fascinante.

Decidí retomar a Lizzy, personaje de mi novela Tiempo de alacranes. Andrea Mijangos, la mujer policía aparece también como un personaje incidental en aquel libro. Me gustaría crear una serie.

Una historia sobre una mujer que hereda un cártel tras la muerte de su padre y decide convertirlo en una corporación criminal global. Una proveedora de experiencias psiconáuticas.

El amante de Andrea, otro policía judicial, se atraviesa tangencialmente en el camino de Lizzy. Lo matan. La gorda quiere venganza.

El enfrentamiento entre dos mujeres que de alguna manera son dos caras de una misma moneda. En medio, un genio desequilibrado tratando de hacer alquimia con las drogas.

Terminada la novela la mandé al premio Grijalbo. Fui el primer sorprendido cuando supe que ganó.

El anuncio oficial tardó varios meses, La editorial quería que el libro estuviera impreso y distribuido a la hora que se anunciara.

Durante el proceso de edición mi amiga Karen Chacek leyó el manuscrito. Me hizo una serie de observaciones valiosísimas que permitieron limarle las rebabas. Gracias, Karen.

Me involucré de metiche en el diseño de la portada.

Mi editor, Andrés Ramírez, descubre que hay otra novela llamada Hielo negro, sobre narcos mexicanos. Fue escrita por Michael Connelly en 1993. "¿Cambiamos el título?", pregunto a Andrés. Él sugiere que lo dejemos, que son muy diferentes.

Es verdad. Al leerla descubro que el otro hielo negro es una especie de crack. Muy buen libro, por cierto. Pero no tiene nada que ver con el mío.

Todo el tiempo que estuve escribiendo la novela mi título era Burning Ice. Así, en inglés, refiriéndose a un hielo que arde pero también a miradas asesinas entre mujeres. Era imposible ponerle un título en inglés, lo reservaré por si algún día se traduce (ojalá).

Finalmente descubro que el nuevo disco de AC/DC se llama Black Ice. No soy gran fan pero me gustan. Me robo el nombre.

Resulta que los títulos no se pueden reservar. Hay varias novelas con el mismo título (de golpe pienso en Recursos humanos, una del mexicano Antonio Ortuño y otra del colombiano Antonio García Ángel, totalmente distintas entre sí).

Mi amigo Paco Haghenbeck es de los primeros en leerla. La define muy bien: "una novela cyberpunk disfrazada de policiaca." Me gusta.

Lo importante para mí es que el libro está publicado. La botella ha sido lanzada al mar. Sólo queda esperar. Siguiendo la costumbre de mi amigo José Luis Trueba, lo compré en el primer lugar donde lo vi, el Péndulo de la colonia Roma, para darle suerte.

Me divertí mucho escribiéndola. Espero que los lectores se diviertan layéndola.

jueves, mayo 05, 2011

Lectura de cruces en Tijuana

¿Por dónde empezar? ¿Cómo abarcar en unas líneas lo que sucedió en Tijuana durante la semana pasada?

Empezaré por aplaudir el esfuerzo de Pepe Rojo, quien logró orquestar a sus alumnos, a la UABC y el CECUT para organizar un ciclo de intervenciones en la línea fronteriza. Todos los jueves se dieron cita puntual durante ocho semanas para hacer una serie de intervenciones que iban desde el performance hasta la lectura de textos por altavoz, frente a la interminable fila de peatones formados para cruzar.

¿Que qué es una intervención? Creo que es más fácil verlo en este video:



El ciclo concluyó con una serie de conferencias con escritores mexicanos y dos estadunidenses de ciencia ficción. Como de verdad creo que todo lo que escriba no hará justicia al evento, les comparto unas fotos, apenas un atisbo de lo que se vivió en la frontera:


Este fue el entarimado desde el que platicamos con los asistentes, a escasos treinta metros de la línea fronteriza, en una antigua sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (aquí se expedían los pasaportes). Puede verse hablar a Miguel Ángel Fernández y Gerardo Horacio Porcayo.


En primer plano, Gerardo Porcayo y atrás Gabriel Trujillo Muñoz, veteranos narradores de ciencia ficción, ambos invitados a participar.


A la izquierda, Chris N. Brown, escritor texano de ciencia ficción y a su lado, traduciendo su ponencia, Pepe Rojo, mi gurú personal y artífice de todo este numerito.



El invitado estelar, Bruce Sterling, ideólogo y vocero del moviento cyberpunk, quien sorpresivamente declaró que a pesar de lo que se dice por ahí, éste no ha muerto.




La foto publicitaria a escasos metros de la línea de la que Bruce dijo que "en 1985 hubiera sido la portada de una novela de William Gibson"; desde luego no se refiere al jueves de carnes de Lucky.



Una foto para el recuerdo, tomado en Playas de Tijuana, en la mera esquina del mundo. En ella, (casi) todos los involucrados. De derecha a izquierda, Mara Maciel, gerente de literatura del CECUT, Chris N. Brown, Miguel Ángel Fernández Delgado, historiador oficial de la ciencia ficción mexicana, Libby Ginway, académica de la Universidad de Florida experta en ciencia ficción latinoamericana, Bruce Sterling, Pepe Rojo con sus hijos Jonás y Sofía, Samantha Luna del CECUT, su amigable vecino y Gerardo Porcayo. Nos faltaron Gabriel Trujillo Muñoz y su chica.


Una foto histórica, Bruce Sterling y Gerardo Porcayo, cyberpunks primigenios.

MAF, el Lobo Porcayo, Bef y Pepe Rojo en una mesa redonda. Foto tomada por Bruce Sterling. Pueden verse otras fotos del viaje a Tijuana de Bruce en su Flickr.

Sin duda, el mejor encuentro literario al que he asistido (y eso que he ido a muchos muy buenos). Sinceramente espero que se repita el siguiente año y que podamos tener a más escritores de ambos lados de la frontera.

Cyberpunk's not dead!