martes, abril 27, 2010

Sobre la foto del post anterior

(Esta entrada está dedicada a mi amigo Paquiro Campaña, de Culiacán.)

El hombre de la izquierda es Frank Zappa (1940—1993), genio musical y reconocido compositor contemporáneo norteamericano. Considerado uno de los padres de la contracultura gringa era dueño de un corrosivo sentido del humor. Su canción "Watermelon in Easter Hay", del disco Joe's Garage es una de las piezas más hermosas jamás compuestas para guitarra eléctrica.

El de la derecha es Jacob Kurtzberg, mejor conocido como Jack Kirby (1917—1994), decano de los dibujantes de superhéroes, creador de entre otros muchísimos personajes de Los 4 Fantásticos, Iron Man, Hulk, Los Hombres X y prácticamente todos los superhéroes famosos de la Marvel (menos del Hombre Araña).

En un reciente artículo de la revista Royal Flush, Jeff Newelt descubrió que no sólo Zappa y Kirby coincidieron alguna vez, sino que además hicieron una buena amistad.

Tenían varias coincidencias. Quizá la más importante de ellas era que ninguno de los dos echó mano de estimulante más fuerte que el tabaco para crear sus respectivas obras. Difícil de creer durante los años 60 y 70.

Zappa además siempre reconoció la importancia cultural de los cómics. Recuerdo una entrevista publicada en México en la revista Yerba en los 70 (que imagino que sacaron de Rolling Stone) en la que declaraba que lo que realmente le gustaba leer eran los cómics de Marvel.

El artículo da fe en voz del hijo de Zappa, Ahmet, de cómo Kirby sentía que Star Wars era derivativa de muchísimas de sus ideas (lo mismo le sucedió a Moebius). En concreto pensaba que Darth Vader emanaba de su villano estelar, el Doctor Doom (uno de mis personajes favoritos del universo Marvel). Zappa estaba de acuerdo.

La sorpresa: Ahmet Zappa cuenta que a su padre le ofrecieron componer la música de Star Wars. El gran Frank lo rechazó, lo cual es una pena. ¿Cómo hubiera sonado aquello? Menos épico que John Williams pero mucho más cósmico, sin duda.

Lo cierto es que una reunión en casa de Zappa a la que hubiera llegado Kirby es un lugar en el que me hubiera gustado estar. Sólo comparable, decía en el post anterior, a las noches de sábado en que Alice Cooper caía a casa de Groucho Marx a ver películas viejas en la tele.

(Kirby tuvo otro momento estelar relacionado con la música, cuando asistió a un concierto de Paul McCartney en California y el niño bonito de los Beatles pidió a medio recital una ovación para el artista. Wow.)

Más sobre Kirby aquí. Sobre Zappa acá. Y la nota completa, en inglés, acullá.

lunes, abril 26, 2010

Si esta foto no te conmueve...





...estás leyendo el blog equivocado.



(Una pista: es apenas comparable con la amistad entre Groucho Marx y Alice Cooper.)

viernes, abril 16, 2010




Zippy tira 40 netas

Bill Griffith, caricaturista underground norteamericano, autor de la tira Zippy The Pinhead compartió recientemente 40 consejos profesionales para jóvenes moneros.

Si bien su trabajo no es para el gusto de todo el mundo, me permito traducir libremente un puñado de sus consejos, que me parecen lúcidos y generosos para cualquier colega, profesional o amateur, o persona interesada en el oficio del caricaturista/monero.

Lo intereante es que varias de ellas trascienden el ámbito de los cómics y aplican para el ofico de narrador en general. Van:

1) Puede tomar años encotrar los materiales de dibujo correctos.

2) Puede tomar años encontrar algo acerca de lo cual escribir.

5) Ser divertido (o ameno) no depende de contar chistes.

10) Los personajes de caricaturas tienen alma.

(Esta que sigue va para Óscar Gonzáles Loyo y la gente de su estudio)

19) Color: Hay más de 100,000 colores que se pueden obtener por el proceso de impresión tradicional. Trata de utilizar los tonos más sutiles. El gris es un gran color. Usa los colores "de cómics" (azules, rojos, verdes y amarillos brillantes) limitadamente. Los colores brillantes se ven mejor rodeados de tonos más sutiles y atmosféricos.

23) Los cómics pueden contar cualquier historia. Son infinitamente flexibles. Nunca desaparecerán. Los nuevos medios no sustituyen a los tradicionales. Las nuevas formas liberan a las existentes, permitiéndoles hacer cosas menos comerciales.

25) Para los principiantes: traten de lograr que su trabajo se imprima lo más pronto posible. Ver el trabajo impreso es tremendamente educativo. Todos los errores resaltan. Educativo pero doloroso. Si haces tiras (a diferencia de historias más largas) intenta colocarlas en las publicaciones locales. Autopublícate. Cualquier medio es bueno para lograr ser impreso (y socializar la obra). Incluida la web.

31) Más allá de comunicar, no consideres demasiado a tus lectores. Complácete a ti y a algunos amigos. Y espera que la chamba funcione.

35) Crea un website. Imprímelo en tu tira. Vende tu material a través de él. Elimina a los intermediarios.

En varios momentos dices: Los superhéroes, Disney y el manga están bien... para pitorrearse de ellos.

37) Estar sentado en un restirador durante 37 años puede ser dañino para tu espalda. Párate cada media hora y estírate. Haz ejercicios de cuello y espalda en la medida que envejezcas.

y 40) Al final, pero no por ello menos importante, no hagas caso de quien te dé consejos para ser caricaturista.

Los 40 consejos se pueden consultar aquí, en inglés.

viernes, abril 09, 2010

Stephen King opina sobre el iPad y el Kindle

Es su columna semanal para Entertainment Weekly, el buen Stephen King habla sobre los lectores digitales y la locura de los gringos y geeks del resto del mundo por el nuevo iPad. Cito:

"The real problem with e-readers, and what may save the embattled publishing industry, is simple consumer resistance. There are lots of advantages to the electronic devices — portability, instant buyer gratification, nice big type for aging eyes like mine — but there's a troubling lightness to the content as well. A not-thereness. Even formidable works like Neal Stephenson's Quicksilver feel somehow not quite real when read on a screen. I bought a Kindle for everyone in my immediate family, but I'm the only one who uses it regularly. Oh, and something else: If you happen to drop a book into the toilet, you can dry it out. Drop your Kindle into the toilet and maybe it'll still work."

Que en mi traducción libre dice:

El auténtico problema con los lectores electrónicos, y lo que podría salvar a la atribulada industria editorial es simple resistencia del consumidor. Hay muchas ventajas con los aparatos electrónicos —portabilidad, gratificación instantánea al comprador, linda tipografía de buen tamaño para unos ojos que envejecen como los míos— pero también hay una desagradable levedad hacia los contenidos. Una ausencia. Incluso obras fromidables como la novela Quicksilver de Neal Stephenson no parece del todo real cuando se lee en un monitor. Compré Kindles para toda mi familia inmeadiata, pero soy el único que lo usa regularmente. Oh, y algo más: si le cae su libro al excusado, lo puede secar. Haga lo mismo con su Kindle y quizá siga funcionando.

La nota completa, en inglés, se puede leer aquí.

Gracias a Paco Haghenbeck por el link.
Citando a Fray Luis de León, "como decíamos la vez pasada..."

Tengo un problema grave con Robero Bolaño.

Desde luego no lo conocí. Él vivió en México cuando yo era apenas un recién nacido y al momento de despuntar su carrera yo andaba interesado en otras geografías literarias.

Luego murió (prematuramente, estoy de acuerdo y lo lamento) y su mito se multiplicó, En poco tiempo Los detectives salvajes era EL LIBRO que había que leer.

Yo, lo confieso avergonzado, no lo entiendo. Y no es que sea profundamente experimental como el Ulysses (¿habrá un equivalente a este libro monumental en el castellano?), sino que sencillamente no entiendo cuál es el encanto de Bolaño.

Abundo: mucha gente a la que respeto lo tiene entre sus lecturas pivotales. El novelista español Enrique Vila-Matas incluso dijo que su novela 2666 lo ubica en el mismo equipo de Cervantes, Sterne, Melville, Proust, Musil y Pynchon. Fue mi querida amiga Carmen Pinilla la que logró su publicación en los Estados Unidos cuando trabajaba en la agencia de Carmen Balcells.

Credenciales muy impresionantes. Pero a mí, Los detectives salvajes me parece una novela sobrevalorada, a la que le sobran una cantidad gigantesca de páginas.

Sé que esto me atraerá adjetivos como aldeano, palurdo y naco. Lo siento.

Algo similar me pasa con Murakami. Y con Saramago y Kundera, pa'l caso.

"¡Najayote!", oigo que me grita un disitnguido egresado de la SOGEM allá al fondo.

En fin. No lo descalifico, no lo demerito. Nomás no le hallo la gracia.

¿Alguien me la puede explicar?